Opinión

Oposición y autocrítica

En distintas ocasiones he señalado algo muy evidente: en un proceso democrático para elegir al gobierno, la segunda consecuencia, después de lo anterior, es el surgimiento de la oposición. La oposición es toda opción política que no fue preferida por la mayoría y que decide no sumarse o respaldar a quien se convertirá en gobierno. A partir de ese momento, por las distintas causas que lo hayan provocado y con los diferentes matices que guarde con el gobierno, la oposición debe asumir que la mayoría de una sociedad de electores los rechazaron y, por lo tanto, prefirieron a otra opción. Desde ese espacio y condición, la oposición debe darse a la tarea de reflexionar sobre qué pudo provocar el rechazo de la mayoría o, si se quiere ver de otra manera, las razones que llevaron a que otra opción fuera preferida.

Ricardo Anaya

Ricardo Anaya

Cuartoscuro

A pesar de lo anterior, la autocrítica no suele ser una cualidad de los partidos políticos y de sus dirigencias, las cuales prefieren centrar sus estrategias en criticar al gobierno y a los partidos que forman parte de éste, antes que conocer, analizar atender y corregir aquello que provocó su derrota. Quizá de manera natural pero poco eficiente para sus fines, los partidos suelen considerar que la mejor forma de posicionarse frente al electorado es señalando los errores del gobierno y buscando que sea el desgaste de éste y el partido o partidos que lo respaldan, lo que les permita colocarse en la preferencia de los votantes. En la gran mayoría de los casos, pareciera que la autocrítica los hace sentir débiles frente al electorado, cuando en realidad se trata de una muestra de madurez y honestidad política, además de ser un elemento fundamental para establecer estrategias que tengan mayor posibilidad de éxito.

Veamos el caso mexicano en los tiempos más recientes. En 2018, el proceso electoral presidencial tuvo cuatro candidatos: Andrés Manuel López Obrador, de Morena, PT y PES; Ricardo Anaya Cortés, del PAN, PRD y MC; José Antonio Meade Kuribreña, del PRI y PVEM, así como Jaime Rodríguez Calderón, candidato independiente. Para 2024, el PVEM competirá de la mano de Morena y PT, pues desde el inicio del gobierno decidió sumarse a esa coalición, en tanto que el PES desapareció y no competirá. Por otra parte, PAN, PRI, PRD y MC serán los cuatro partidos de oposición que habrán de competir en 2024.

A prácticamente 8 meses de las próximas elecciones, ¿ya analizó el PAN que fueron la lejanía de sus propuestas con la realidad mexicana y la poca naturalidad de Ricardo Anaya algunas de las causas de su derrota?; ¿ya comprendió el PRI que la frivolidad y corrupción del gobierno de Enrique Peña y la pésima selección de un candidato outsider fueron los principales factores que los llevaron al tercer lugar?; ¿ya entendió el PRD que ser un partido de izquierda debe renovarse para no perder vigencia y prácticamente desaparecer del escenario?; ¿ya evaluó MC que el éxito de un partido joven radica en construir hacia adentro y en lo local, aun cuando ello signifique sacrificar triunfos compartidos para construir alternativas propias?

En México, pocas veces la oposición ha sido autocrítica de su condición. El triunfo del PAN en el 2000 se debió al desgaste del más de setenta años de gobiernos priistas, en tanto que el regreso de estos últimos en 2012 obedeció al fracaso que en materia económica y de seguridad tuvo la administración de Felipe Calderón. Morena, por su parte, llegó al poder en la primera elección presidencial en la que participó gracias al liderazgo de López Obrador y debido al desprestigio del gobierno de Peña Nieto. Hoy, cuando los partidos de oposición buscan vencer a Morena y sus aliados, convendría que hicieran un auténtico ejercicio de autocrítica y se preguntaran las razones por las que el electorado ha decidido no darles su apoyo mayoritario. De las cuatro organizaciones que se encuentran en esta condición, pareciera que, salvo MC, las tres restantes apuestan más al desgaste del gobierno de López Obrador que a la reflexión y enmienda de sus errores y solo una ha hecho de la autocrítica el principal mecanismo para diseñar e implementar la estrategia electoral rumbo a 2024.

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Profesor de la UNAM y consultor político

Twitter: @JoaquinNarro

Correo electrónico: joaquin.narro@gmail.com