Opinión

La rebelión de la clase media

La incesante polarización impulsada por la 4T, está provocando un fenómeno político-social de llamar la atención. Me refiero a la politización de las identidades de clase; en concreto, al desarrollo de una identidad política de la clase media.

Varios factores contribuyen a ello.

Por un lado, el actual gobierno ha golpeado sistemáticamente a la clase media, a través del nulo apoyo a las PYMES durante la pandemia; el desprecio al feminismo; el acoso a los medios, a los intelectuales y a la UNAM así como su política de austeridad, que ha significado pérdida de empleos y oportunidades para miles de profesionistas.

Foto: Especial

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Por otro lado, la 4T rompió lanzas con la clase media luego de los malos resultados para MORENA en las elecciones intermedias de 2021.

Pero antes de profundizar en esto, hay que ubicar el tema de la clase media.

El INEGI, la OCDE y diversos especialistas afirman que la clase media se define a partir de una serie de indicadores, principalmente el nivel de estudios y el de ingresos. Para el INEGI, la clase media en México representa el 40% de la población y tiene un ingreso mínimo de 15 mil pesos mensuales y/o un grado de estudios de licenciatura para arriba. Los parámetros son similares a los de la OCDE, aunque ésta con un nivel de ingreso mayor.

De acuerdo con diversos estudios, como el titulado “La clase media como identidad política en México: análisis de las elecciones de 2021” realizado por Parametría, hasta el 2018 la pertenencia a una determinada clase social no determinaba significativamente el sentido del voto. Sin embargo, en 2021 sí se perciben indicios de que la identidad de clase se correlaciona con el sufragio.

En los pasados comicios federales, la clase popular registró un voto de fe a favor de MORENA, más allá de la valoración de los resultados de su gobierno. En cambio, en la clase media se observó un voto anti-obradorista, motivado por la hostilidad de su discurso y su gobierno hacia este nivel socioeconómico. Me refiero a que sólo el 33 por ciento de las personas con estudios de educación superior votó por MORENA, mientras que el 49 por ciento lo hizo por la alianza PRI-PAN-PRD y por el MC.

Lo anterior debiera ser más preocupante para el partido presidencial, si se compara ese 33 por ciento del voto clasemediero del 2021, con el 65 por ciento que obtuvo en 2018. La simpatía por el partido bajó a la mitad en este estamento.

Los estudios citados avizoran una rebelión de la clase media. De ahí la declaración de guerra hecha por AMLO llamándola “muy individualista, que le da la espalda al prójimo, aspiracionista, que lo que quiere es ser como los de arriba y encaramarse lo más que se pueda, sin escrúpulos morales de ninguna índole, partidarios de que el que no transa, no avanza.”

El presidente se fue a fondo, tal vez por el enojo de haber perdido más de 50 diputaciones federales y la mitad de la Ciudad de México. Remató su condena con aquello de que “es muy difícil de convencer (a la clase media); es lectora del Reforma.” Pues más difícil será de convencer con las recientes propuestas de la 4T, que incluyen la desaparición del INE y la militarización total de la Guardia Nacional.

La clase media está saliendo de su pasividad, generando foros de análisis y discusión en las redes para hacerse escuchar.

La clase media se está movilizando.

Ya sabrán ustedes si lo aprovechan…