Opinión

Yasmín y la UNAM: lo que falta por ver

Seguí con atención el mensaje dado por el rector de la UNAM, doctor Enrique Graue, en relación con el caso de la ministra Yasmín Esquivel y su tesis.

Imagino que los interesados en el tema esperaban una decisión contundente que anulara el título de licenciatura de Esquivel, o bien, que cerrara el caso. No fue así y lo celebro; el rector debe caminar con pies de plomo en un terreno minado.

Celebro que Graue se presentara a la conferencia en compañía del Cuerpo Directivo de la UNAM. El mensaje fue claro: esto no es una decisión personal, es una decisión institucional.

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Celebro también que siguiera el camino de la legalidad, porque cualquier intento de retirar el título a Esquivel habría llevado a un juicio en el cual la UNAM saldría perdiendo al no contar con el procedimiento para el caso. Algunos abogados me comentan que la UNAM debió acogerse a normas supletorias; no lo sé. Lo que sí sé es que las probabilidades de que doña Yasmín obtuviera un amparo serían altas y así se iniciaría un largo proceso judicial sin que la ministra dejara el cargo.

Celebro que la UNAM busque agotar todas las instancias, empezando por la revisión del caso por parte del Comité Universitario de Ética y esto es un punto nodal: Graue llevó la discusión a la arena ética, y lejos de la arena política en la que el presidente la ha concentrado. De hecho, el rector sentenció: “El plagio de una tesis (…) es una usurpación de ideas y talentos. Es un acto que pone en entredicho la ética y la moral de quien lo comete.”

Celebro que la UNAM cuide cada uno de sus movimientos, porque la ministra es una protegida del inquilino de Palacio Nacional y aunque él dice que lo suyo no es la venganza, hay dudas al respecto. ¡Es tan fácil desestabilizar a la UNAM! Y los tiempos no ayudan, pues se avecina la renovación en la Rectoría. Mucho se pondría en riesgo.

Si el Comité decide llevar el caso de Esquivel al Tribunal Universitario, éste será el responsable de llevar el debido proceso y escuchar a las partes. Aquí es donde el tema se pone más interesante…

En su edición del día 20, el diario digital Eje Central publicó un reportaje dando a conocer que Édgar Ulises Báez Rodríguez, a quien se atribuyó ser el autor original de la tesis, habría mentido. El reportaje indica que Báez sí firmó ante un notario una carta en la que declara que él fue quien plagió la tesis y que Esquivel era la autora original, hechos que él negó en un principio.

Del momento de la firma hay video y fotos; la fecha en que se tomaron es importante y puede diferir de la fecha asentada en la carta. La pregunta es si cuando Báez dio sus primeras declaraciones a Eje Central, efectivamente no se había reunido con el notario, ni firmado carta alguna, pero posteriormente y cuando el escándalo subió de tono, alguien lo convenció de que le convenía firmar la famosa carta.

Un indicio son las fechas. Las imágenes tomadas con un celular o con una cámara digital cualquiera incluyen metadatos sobre el día y hora en que se realizaron. Con un análisis profundo se puede detectar si los datos fueron alterados.

Aun cuando la famosa carta no tuviera validez legal y dado que la FES Aragón cuenta con datos duros que dan a Báez como autor original de la tesis, no deja de generar suspicacias:

¿Qué obtendría Báez a cambio de su firma?

Según trascendió en medios, sobre el abogado penden acusaciones por delitos sexuales, aunque no se especifica de qué gravedad. De ser así, ¿alguien le ofrecería desaparecerlos a cambio de su firma? ¿O simplemente ese alguien le ofreció una jugosa cantidad? Al parecer, Báez vive de su sueldo y su salud es precaria. Habrá que ver.

Mientras todo el caso se resuelve, la opinión pública estará muy atenta, doctor Castañeda. Aun cuando Esquivel la libre por algún subterfugio, deben quedarle claras las palabras del rector:

Nada redime la indignación que sentimos”.

Yasmín Esquivel podría permanecer en la Suprema Corte de Justicia de la Nación hasta 2034 que concluye su período, durante el cual cada una de sus decisiones sería analizada con lupa. Pero sobre todo, seguiría en la Corte en medio “del desprestigio profesional y social derivado de los debates que en torno (al caso) se han suscitado.”

¿Aguantará? Su principal defensor se va en 2024…

Ministra Yazmín Esquivel Mossa

Ministra Yazmín Esquivel Mossa