A pesar de la lluvia, el frío y el escaso público, Los Red Hot Chili Peppers dieron un sorprendente y enérgico concierto este sábado en el Foro Sol, como parte de la gira de su más reciente disco "Stadium arcadium".
La banda jalisciense Porter fue la primera en subir al escenario, y como ya es típico en el extravagante vocalista Juan Carlos, portaba un traje morado con un collar brilloso, y sin mayor desdén se contoneaba de un lado al otro, sumergido en su interpretación.
Mucha gente apenas iba llegando, cuando la agrupación ya estaba a medio concierto, tal vez por la intensa lluvia que se registró al comienzo del evento, así que la mayoría del público optó por arribar posteriormente y esperar a que se quitará.
Tras la actuación de los tapatíos, quienes fueron despedidos con algunos abucheos, hubo un cambio de staff e instrumentos, llegó media hora después la agrupación estadunidense Modest Mouse, quien tampoco logró mucha conexión.
Mientras sonaba "The view", el frío continuó y la lluvia parecía comenzar a calmarse por momentos, la pista del Foro Sol y las gradas lucían a la mitad de su capacidad, unas 22 mil personas estaban presentes la mayoría con unos improvisados impermeables azules de los vendedores ambulantes.
El grupo interpretó otros temas como "Fire it up", "Bukowski", "Dashboard", "We've bot everything", "The world at large" hasta que llegó la más famosa en México "Float on", que lograron prender un poco a la concurrencia, aún así el deseo de ver a Los Red Hot Chili Peppers era mayor y corrieron con la misma suerte que Porter.
Para las 21:00 horas, todo estaba listo, la lluvia que había parado permitía un mejor momento para disfrutar de la música de los californianos, las luces se apagaron y mostraron todo el despliegue tecnológico que a diferencia de sus antecesores que fue nulo, este lucía un predominante color rojo en la pantallas.
Los primeros en salir fueron el guitarrista John Frusciante y el bajista Flea, quienes acompañados del baterista Chad Smith, improvisaron una introducción a ritmo funk; mientras que la gente continuaba sobresaltada, la guitarra daba unas clases de técnica, ejecución y sonido.
Tras la salida de Anthony Kiedis empezó una racha de buenos temas como "Can`t stop", que fue el primero, luego "Danny California", y para sorpresa de todos la tercera fue "Scar tissue", Los Red Hot Chili Peppers comenzaron con toda la energía.
Sigue Dio Red... dos... energía
Kiedis, quien portaba un chaleco negro con una camisa blanca, por momentos intentaba hablar un precario español, saludaba a la gente y gritaba palabras como "¿qué pasa en la ciudad?" o "¿Qué onda?".
Frusciante no dejaba de mostrar sus espectaculares dotes creativos en la guitarra, soleaba demasiado a la vez que improvisaba algunas melodías ajenas al grupo y regresaba a las armonías de la canción, el escenario mostraba cuatro pantallas dos en cada flanco una más pequeña que la otra y de mejor definición era como observar por una ventana.
Mientras que el fondo del escenario era de color rojo y mostraba diversas imágenes, alusivas a la banda, la lista de canciones era bastante atractiva para sus seguidores: "Snow", "Tell me baby", "Charlie", cerca del final llegó "Californication" y "By the way".
Los integrantes hicieron el clásico "encore" que no sorprendió al público que los espero expectante de con cual cerrarían, con más de 20 años de carrera del grupo había demasiadas peticiones para un sólo instante.
La banda regreso y comenzó a improvisar melodías, un solo de trompeta dominaba la escena, la música similar a la de Medio Oriente continuó por algunos minutos, después entró "give it away", para sorpresa del público que ya se desgarraba en gritos.
Los Red Hot Chili Peppers habían vencido al clima tan adverso, tocaron de manera excepcional y los asistentes, quienes para ese momento se encontraban empapados, pero de sudor de baile, canto y saltos, despidieron al grupo en medio de ovaciones "Hot, hot, hot".
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