
Hace un año, su hermano mayor, Peyton Manning, era vitoreado al ganar el Súper Tazón después de varios intentos fallidos. Ahora su hermano menor, Eli, lo emuló con un triunfo de antología de 17-14 sobre los Patriotas de Nueva Inglaterra en el Súper Tazón XLII.
Por segundo año consecutivo, el Súper Tazón es de la familia Manning, Eli Manning fue un verdadero Gigante sobre el emparrillado del University of Phoenix Stadium, y al igual que su hermano, es el Jugador Más Valioso del encuentro por el título de la NFL.
“Creímos en nosotros todo el año, estábamos esperando tener una última serie y culminarla, y lo hicimos”, dijo el joven jugador mientras sostenía el hermoso Trofeo Vince Lombardi, mientras se escuchaba de fondo a Frank Sinatra y el “New York, New York”.
Minutos antes el head coach de los Gigantes, Tom Coughlin, reconocía la gran hazaña de sus jugadores y besaba el anhelado trofeo que lo acredita como campeón de la NFL.
“Los muchachos demostraron su gran coraje, su hambre de triunfo, estaban abajo y se levantaron, ellos lo hicieron cuando nadie daba nada por nosotros”, comentó emocionado el entrenador en jefe del conjunto neoyorquino.
Por otro lado el receptor Plaxico Burress brincaba y gritaba a los cuatro vientos que eran campeones, alzaba sus largos brazos y su cara al cielo agradeciendo a los dioses.
“Es el sentimiento más grande en la historia del deporte, nadie daba nada por nuestra defensa. “¿Vieron lo que hicieron esos hombres?”, preguntaba a los medios de comunicación. “Nos creían muertos y nos levantamos para hacer la jugada de la victoria y lo hicimos”.
Los hermanos Manning no son solamente los primeros hermanos pasadores en ganar en diferentes súper tazones, sino que también se convierten en los primeros en ser nombrados jugadores más valiosos.
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