Cultura

Revisa muestra los caminos del arte abstracto en el mundo

© La obra de 18 artistas, nacionales y extranjeros, ofrece una mirada a las nuevas tendencias © Forma parte de una investigación europea sobre arte contemporáneo

Revalorar y renovar el arte abstracto es la idea de la exposición Abstracción Posible que se inaugura hoy en el Museo Rufino Tamayo, con piezas de 18 artistas, entre los que se destacan Liam Gillick, Walid Raad, Seth Price, Claudia Fernández y José León Cerillo. “La abstracción no sólo es formal, sino que puede explorar otros caminos que nos conduzcan hacia tendencias como estrategia de la retracción y la abstracción económica”, señaló la sueca Maria Lind, curadora de la muestra.
La exposición nació hace un año de un proyecto suizo, con miras a buscar esas nuevas vetas de la abstracción desde distintas disciplinas y contextos del arte contemporáneo. “Las obras presentadas en la muestra forman un fenómeno que invade diversos aspectos de la vida cotidiana a través de medios como: collage, video, escultura, instalación, textos y pintura”, detalló.
La exposición expone una faceta distinta del arte abstracto que invade desde el piso del museo hasta sus muros con los tapices del artista Mai-Thu Perret, quien propone la amplificación del arte a los muros de un museo; o la pieza de Wade Guyton que consiste en un piso de triplay pintado de negro que sirve de invocación al universo del arte abstracto.
Entre las propuestas se aborda al sistema capitalista como un conjunto abstracto de transacciones, signos y códigos; así como la abstracción concebida como conducta de retracción.
Cabe señalar que la abstracción es una estrategia visual y una categoría estética que se utilizó por primera vez en las vanguardias estéticas a principios de siglo XX, y una de sus características clave es la capacidad técnica, artística e intelectual para la autorreflexión.
Entre las piezas que se exhiben están Hotel Edén de José León, una instalación de metal, madera y vidrio que asoma las partes de un rompecabezas moderno; Mutación mántrica de Gunilla Klingberg con una instalación lumínica, que utiliza plásticos, viniles autoahesivos que transforman logotipos comerciales y signos orientales en patrones decorativos.
La muestra se enmarca en la serie Microhistorias y macromundos del Museo Tamayo y se aproxima al arte abstracto desde distintas disciplinas y contextos del arte contemporáneo. “Las obras presentadas abordan la abstracción como un fenómeno que invade diversos aspectos de la vida cotidiana a través de medios poco convencionales”.
La muestra forma parte de una amplia investigación sobre arte contemporáneo que se presentará durante dos años en distintas sedes como Malmö, Zurich, Estocolmo y Stuttgart.
De forma complementaria el Museo Tamayo presenta la segunda jornada de discusión Razones para debatir que buscará desarrollar plataformas discursivas que generen discusiones, reflexiones y críticas en torno a la propuesta colectiva.

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