
Desde los plásticos hasta los derivados tóxicos desde su elaboración, el impacto ambiental del empaquetado de comestibles es colosal. Dejando en claro, lo que en algún momento aparento ser una asombrosa comodidad, se ha transformado en una monstruosa e interminable pila de residuos, afectando no solo mares y basureros, sino también el interior de nuestros cuerpos.
El empaquetado de comestibles actual, si bien ofrece una forma de garantizar su seguridad, perdurabilidad e higiene. Desafortunadamente, la totalidad de los mismos son elaborados de manera tal para ser empleados una sola vez y no se reciclen.
De acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental - EPA - los comestibles y materiales empleados en el envasado de los mismo, constituyen cerca de la mitad de todos los residuos sólidos municipales.
A decir verdad, la mayor parte por no decir todos los comestibles que se comercian, particularmente los procesados, son envasados. Bien sea de una despensa o el mercado agricultor, es complejo hallarlos sin que se encuentren empaquetados de manera artificial.
Los cuales están elaborados por una amplia diversidad de componentes químicos y adulterados, incluyendo, vidrio, cartón, papel, madera, cerámica, cera, metal y progresivamente más plásticos. Que si bien se están empleando materiales vegetales, como el almidón de maíz, la mayor parte son desarrollados en base al petróleo, asimismo también poseen revestimientos y etiquetas empleando tintas de impresoras.
En pocas palabras, el conflicto con el empaquetado de comestibles se origina desde su elaboración, cada metodología de envasado emplea demasiados recursos, como agua, minerales, madera, energía, sustancias químicas y petróleo. Generando normalmente emisiones nocivas, como gases de efecto invernadero, afectando a la atmósfera, aguas negras junto a metales pesados y lodos que poseen desechos tóxicos, los cuales penetran en la superficie terrestre, afectando tanto la flora como la fauna.
Conforme a los especialistas, estiman que en los últimos 70 años se han producido y acumulado en el medio ambiente, tanto en tierra como en agua, más de 8.3 mil millones de toneladas de plásticos y residuos tóxicos.
Tomando en cuenta todo lo mencionado y enfocándonos en las preocupaciones ambientales y de salud relacionado con los empaques de comestibles de solo un uso. Comenzar a reutilizar y reciclar es un factor clave y una parte importante como solución.
Previo a que las personas se acostumbraron a la practicidad y conveniencia de emplear una sola vez y botarlo, los recipientes o envases eran reutilizados, tanto para los comestibles como para las bebidas.
Es por ello, que comprendemos que la población lo ha hecho y podría volver a hacerlo. Sin embargo, para ello se precisa de llevar a cabo un enorme cambio cultural, apartarse del uso único y retomar la costumbre de reutilizar.
Por otro lado, afortunadamente, se encuentran emergiendo una inclinación similar en el departamento, tanto de almacenamiento como algunas empresas de empaquetado de alimentos, lanzando nuevas e innovadoras alternativas, La Nacional del Empaque, por ejemplo; un referente líder en el sector de reutilizables, ofrece una amplia gama de productos reciclables y envoltorios de plásticos biodegradables.
Con el fin de tranquilizar y asegurar a la nueva generación de consumidores, se encuentran trabajando para minimizar el desperdicio de alimentos, optando por soluciones respetuosas para el medio ambiente, promoviendo el uso de nuevos materiales, minimizando la cantidad de plástico por medio de cambios de diseño e incrementando las cifras de reciclaje y reutilización.
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