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Se identificaron aves parecidas a gaviotas y varias especies similares a los patos y gansos modernos- que se reproducían en el Ártico mientras los dinosaurios vagaban por las mismas tierras

Evidencia de aves anidando en el Ártico cuando había dinosaurios hace 73 millones de años

Aves. Recreación de aves del Cretácico con otros dinosaurios del mismo período al fondo. Un artículo de la revista Science documenta el ejemplo más antiguo conocido de anidación de aves en las regiones polares. (GABRIEL UGUETO)

Una investigación de la Universidad de Alaska Fairbanks ha documentado el ejemplo más antiguo conocido de aves anidando en las regiones polares, datado en 73 millones de años.

   Utilizando docenas de diminutos huesos y dientes fosilizados de una excavación en Alaska, Lauren Wilson, estudiante de doctorado y sus colegas identificaron múltiples tipos de aves -aves buceadoras parecidas a colimbos, aves parecidas a gaviotas y varias especies de aves similares a los patos y gansos modernos- que se reproducían en el Ártico mientras los dinosaurios vagaban por las mismas tierras.

   Antes de este estudio, publicado en portada de la revista Science, la evidencia más temprana conocida de reproducción de aves, ya sea en el Ártico o en la Antártida, databa de hace unos 47 millones de años, mucho después de que un asteroide destruyera el 75% de los animales de la Tierra.

   “Esto retrasa el registro de reproducción de aves en las regiones polares entre 25 y 30 millones de años”, afirmó en un comunicado Pat Druckenmiller, autor principal del artículo, director del Museo del Norte de la Universidad de Alaska y asesor de Wilson en su trabajo de maestría. Los fósiles de aves forman parte de las colecciones del museo.

CUNA DE LAS AVES MODERNAS

   "El Ártico se considera la cuna de las aves modernas“, afirmó. “Es fascinante, cuando vas a Creamer’s Field [una parada en la zona de Fairbanks para gansos, patos y grullas migratorias], saber que han estado haciendo esto durante 73 millones de años”.

   La mera existencia de la gran colección de fósiles de aves antiguas es notable, afirmó Wilson, dada la delicadeza de los huesos de las aves. Esto es especialmente cierto en el caso de los huesos de crías de aves, que son porosos y se destruyen fácilmente.

   “Encontrar huesos de aves del Cretácico ya es algo muy raro”, afirmó. “Encontrar huesos de crías de aves es casi inaudito. Por eso estos fósiles son tan importantes”.

   Los fósiles se recolectaron en la Formación Prince Creek, una zona a lo largo del río Colville, en la vertiente norte de Alaska, conocida por sus fósiles de dinosaurios. Los científicos identificaron más de 50 huesos y fragmentos de aves.

   Los científicos que trabajan en la Formación Prince Creek se aseguran de obtener todos los huesos y dientes posibles, desde los visibles hasta los microscópicos, afirmó Druckenmiller.

   La técnica, que consiste en transportar cubas con sedimento tamizado al laboratorio para su examen al microscopio, ha permitido descubrir numerosas especies nuevas y obtener conocimientos sin precedentes sobre el comportamiento y la fisiología de los dinosaurios, aves y mamíferos que vivieron en el Ártico durante el Cretácico.

   Queda por ver si los huesos encontrados en el río Colville son los miembros más antiguos conocidos de Neornithes, el grupo que incluye a todas las aves modernas. Algunos de los nuevos huesos presentan características esqueléticas que solo se encuentran en este grupo. Y, al igual que las aves modernas, algunas de estas aves carecían de dientes verdaderos.

   “Si forman parte del grupo de las aves modernas, serían los fósiles de este tipo más antiguos jamás encontrados”, afirmó Druckenmiller. Actualmente, los fósiles más antiguos datan de hace unos 69 millones de años. “Pero necesitaríamos encontrar un esqueleto parcial o completo para poder afirmarlo con certeza”.

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