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Propone el estudio “Valorización de residuos vinícolas para la remoción de paracetamol en agua” para ofrecer propuestas de solución a productores y ayudar a la remoción del paracetamol en el agua

Investigación impulsa economía circular y saneamiento sostenible del agua

Agua. Astrid Guadalupe Cortés Cruz trabaja en el proyecto de investigación “Valorización de residuos vinícolas para la remoción de paracetamol en agua”. (Alejandra Zamora Canales)

Los fármacos son esenciales para el cuidado del ser humano ante distintas enfermedades, sin embargo, durante los últimos años, investigadores de distintas partes del mundo han detectado la presencia de distintos medicamentos, como naproxeno, ibuprofeno o paracetamol en los mantos acuíferos, ríos y lagos del planeta.

Algunos componentes de estos medicamentos no pueden degradarse debido a que están diseñados para resistir a condiciones extremas, como el ambiente del tracto digestivo humano. Esta capacidad se ha convertido en un arma de doble filo, ya que los químicos no absorbidos por el cuerpo llegan al medio ambiente a través del inodoro o del manejo inadecuado de medicamentos caducos, convirtiéndose en “contaminantes emergentes” que afectan las aguas subterráneas y superficiales.

De los campos vinícolas a las aguas hospitalarias

Astrid Guadalupe Cortés Cruz, estudiante del Doctorado en Ciencias Ambientales, y Claudia Romo Gómez, profesora investigadora, ambas de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), buscan atender esta problemática “invisible”, a través de la creación de un material sostenible que permita proteger este recurso natural y brindar una ganancia económica al sector agrícola del país.

Los distintos fármacos ingresan a los sistemas hídricos mediante los desechos domésticos, industriales y hospitalarios, debido a que el sistema de tratamiento de aguas no está diseñado para eliminar este tipo de compuestos.

En México, se tiene el registro de altas cantidades de naproxeno en aguas. Este medicamento que es usualmente utilizado para tratar el dolor, la fiebre e inflamación provoca alteraciones en el desarrollo y morfología de los peces, como desórdenes metabólicos y cambios drásticos en sus procesos reproductivos.

Valorización de residuos para remoción de contaminantes

Con la investigación “Valorización de residuos vinícolas para la remoción de paracetamol en agua” se busca dar solución a dos problemáticas: Encontrar un valor agregado a los residuos vinícolas, que en la actualidad se dejan a cielo abierto generando gases de efecto invernadero (GEI); y ayudar en la remoción de paracetamol presente en el agua.

“Estudios señalan que este medicamento está presente incluso en aguas subterráneas, a concentraciones pequeñas; en aguas superficiales, pueden encontrarse en mayor cantidad”, declaró Astrid Cortés.

La estudiante propuso obtener el material sustentable mediante una cocción controlada sin oxígeno, que transforma los residuos de la producción del vino en carbones activados de alta porosidad, capaces de adsorber moléculas de fármacos como el diclofenaco y el paracetamol.

Esta técnica es más económica que los métodos tradicionales, como la oxidación avanzada, sino que además reduce la huella ambiental al dar valor a subproductos industriales. Aunado a ello, los materiales obtenidos pueden adaptarse a distintos sistemas de filtración, desde plantas urbanas hasta soluciones comunitarias en zonas rurales, demostrando su versatilidad y escalabilidad.

Claudia Romo Gómez, profesora investigadora adscrita al Instituto de Ciencias Básicas e ingeniería (ICBI), indicó que durante la cosecha de la uva para el vino, los productores adquieren predios aledaños a las zonas de cultivo para deshacerse de los residuos, lo que genera plagas, mientras que la incineración de materia orgánica contribuye a los GEI. Por ello, crear un compuesto a partir de este “desperdicio” podría ayudar al sector productivo local o nacional a generar ganancias económicas y nuevos empleos que impacten positivamente en el desarrollo regional.

Ciencia para la economía circular

De acuerdo con la investigadora Garza, se plantea que el material sea utilizado en aguas hospitalarias o provenientes de la industria farmacéutica, con el objetivo de aminorar el impacto que tienen estos contaminantes emergentes en los mantos acuíferos. A su vez, se busca generar una economía circular en las zonas vinícolas del país.

Astrid Guadalupe Cortés Cruz destacó que este trabajo contó con la colaboración del Instituto Tecnológico de Aguascalientes (TecNM) y de la Universidad de Extremadura (UEx), en España. En esta última realizó una estancia de investigación para caracterizar el material, así como para elaborar otros compuestos aplicables en la remoción de antiinflamatorios no esteroides como la aspirina, el ketoprofeno y el diclofenaco.

La implementación de este tipo de materiales adsorbentes podría mejorar la calidad del agua en regiones con acceso limitado a tecnologías costosas, lo cual contribuiría a garantizar la disponibilidad, la gestión sostenible y el saneamiento de este recurso vital para todas las personas, de acuerdo con los objetivos del desarrollo sostenibles (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Cortés Cruz hizo un llamado para que la investigación académica no permanezca aislada en laboratorios o centros especializados, sino que tenga un impacto tangible en la sociedad. Gracias a su formación en el Doctorado en Ciencias Ambientales, ha podido acercarse a comunidades para aplicar sus conocimientos en la atención de desafíos ambientales reales, demostrando que la ciencia debe ser accesible y comprensible para todas las personas.

Por una ciencia transformadora

Al romper las barreras entre el conocimiento científico y la ciudadanía, se impulsa una participación más activa en la solución de problemas globales, como la degradación ambiental. Esta conexión permite, además, que las investigaciones adquieran un sentido más profundo y transformador, al enfocarse en el bienestar común y la justicia ambiental.

En este contexto, proyectos como el de Astrid Cortés y de la UAEH son ejemplos concretos del papel que puede jugar la ciencia en la construcción de un futuro más equitativo y sostenible. Su trabajo no solo propone soluciones innovadoras mediante la valorización de residuos, sino que también promueve la educación ambiental como herramienta de cambio social.

Cabe destacar que este proyecto obtuvo el Primer Lugar en el Área de Cambio Climático y Medio Ambiente durante la Feria de Divulgación Científica del Mosaico CTI 2025, organizada por el Consejo de Ciencia, Tecnología e Innovación de Hidalgo (Citnova).

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