
Los humanos comenzaron a utilizar el fuego de forma extensiva para regular sus vidas e influir significativamente en la ocurrencia de incendios hace unos 50.000 años
Investigadores del Instituto de Oceanología de la Academia China de Ciencias (IOCAS), junto con colaboradores de China, Alemania y Francia, analizaron con ese resultado el registro de restos vegetales carbonizados en un núcleo de sedimento de 300.000 años del Mar de China Oriental.
“Nuestros hallazgos desafían la creencia generalizada de que los humanos solo comenzaron a influir en el medio ambiente mediante el fuego en el pasado reciente, durante el Holoceno”, afirmó en un comunicado el doctor Zhao Debo, autor correspondiente del estudio.
Este estudio, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), destaca la presencia de restos vegetales carbonizados, conocidos como carbono pirogénico, que se forman cuando la vegetación se quema, pero no es completamente consumida por el fuego. La investigación revela un notable aumento de la actividad de incendios en Asia Oriental hace aproximadamente 50.000 años. Este hallazgo coincide con informes anteriores sobre un aumento de la actividad de incendios en Europa, el Sudeste Asiático y la región de Papúa Nueva Guinea-Australia, respectivamente, lo que sugiere una intensificación del uso del fuego a escala continental durante este período.
Los paleoantropólogos que respaldan la teoría de la evolución sugieren que los ancestros comunes de todos los humanos modernos se originaron en África hace unos 300.000 años, y que el Homo sapiens surgió por primera vez durante este período. Entre 70.000 y 50.000 años atrás, el Homo sapiens migró de África a Europa, Asia, el Sudeste Asiático y Australia, reemplazando finalmente a las antiguas poblaciones humanas locales.
AUMENTO GLOBAL DEL USO DEL FUEGO
El estudio destaca que este aumento global en el uso del fuego coincide con la rápida expansión del Homo sapiens, el aumento de la densidad de población y una mayor dependencia del fuego, especialmente en condiciones frías y glaciales.
Durante este período, el fuego no solo facilitó la cocción de alimentos, permitiendo una absorción más eficiente de los nutrientes, sino que también brindó protección contra los depredadores y ayudó a los humanos a sobrevivir en climas extremos. Esta dependencia del fuego contribuyó a avances culturales, innovaciones tecnológicas y un impacto significativo en los sistemas naturales, especialmente en el ciclo del carbono.
Es probable que los humanos comenzaran a moldear los ecosistemas y el ciclo global del carbono mediante el uso del fuego incluso antes de la Última Edad de Hielo. “Incluso durante la Última Glaciación, el uso del fuego probablemente había comenzado a transformar los ecosistemas y los flujos de carbono”, añadió el profesor Wan Shiming, otro autor correspondiente.
Estas conclusiones tienen implicaciones significativas para comprender la sensibilidad de la Tierra a los impactos humanos. Si la gestión del fuego alteró los niveles de carbono atmosférico hace decenas de miles de años, los modelos climáticos actuales podrían subestimar la línea de base histórica de las interacciones entre los seres humanos y el medio ambiente.