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Advierten que a pesar del riesgo de reproducción de estos insectos, en México no existen política públicas para controlar su desarrollo

Especialistas de la UNAM trabajan con comunidades en Morelos para combatir a la chinche tranmisora del mal de chagas

Especialistas de la UNAM trabajan con comunidades de Morelos mediante monitoreos, talleres y un insecticida natural contra la chinche besucona

Un grupo de especialistas del Instituto de Ecología de la UNAM identificó un problemático caso de desinformación en la comunidad de Zacatepec, Morelos, donde habita un pequeño insecto que puede transmitir el parásito causante de la enfermedad de Chagas si su reproducción no se combate a tiempo.

Se trata de la chinche triatomina o besucona, un insecto cuya picadura suele confundirse con la de mosquistos o alacranes ya que se alimentan mediante un aparato bucal que es como una aguja. La problematica incia cuando la chinche defeca, y, como un acto de reflejo, la persona afectada rasca el piquete, provocando la contmainación de la herida con las heces y su infección.

El parásito Trypanosoma cruzi, es causante del mal de Chagas, un padecimiento crónico que afecta al corazón y otros órganos vitales. Tras años del contagio, en la fase crónica el mal de Chagas puede provocar alteraciones cardiacas, trastornos digestivos y neurológicos.

Según datos de la Secretaría de Salud, entre 2018 y 2024 se confirmaron seis mil 498 casos de dicha enfermedad en México. Sin embargo, los expertos advierten que la cifra podría ser mayor, pues muchas personas desconocen que han sido afectadas por carecer de diagnóstico.

Según el especialista líder del proyecto, Alex Córdoba Aguilar, a pesar de que la abundancia de chinches afecta a muchas personasy comunidades en el país, hay nula atención en las políticas públicas para combatirlas y poca información al respecto, por lo que existe un alto riesgo de contraer la enfermedad.

Es por ello que el equipo universitario se transportó a la comunidad de Zacatepec con el fin de emprender una serie de trabajos en conjunto con la población por medio de talleres para enseñar a los habitantes a reconocer una chinche besucona, capturarla sin riesgo y saber qué hacer en caso de una picadura.

Estos animales, señala Córdoba Aguilar, se han adaptado a ambientes cada vez menos rurales. Cabe destacar que los métodos tradicionales para controlarlo son altamente tóxicos y nocivos para la salud, así que, controlar a esta plaga sin que ello suponga toxicidad para terceros, fue crucial para obtener una solución.

Esto se logró al llevar a cabo experimentos con componentes como tierras diatomeas, no dañinas para la salud, y que sirvieron para eliminar estas criaturas.

“Nuestro reto fue llevar este producto a condiciones de lluvia, calor, frío y viento, y a entornos con humanos y animales de compañía. Estamos ajustando algunas cuestiones con la idea de mejorarlo y garantizar la seguridad para las personas. La literatura nos indica que no tiene efectos nocivos y, efectivamente, al regresar a las casas donde lo colocamos, hemos encontrado chinches muertas. Ello quiere decir que funciona”, explicó Códoba.

Este proyecto ha permitido a los habitantes de Zacatepec estar más alertas e informados activamente sobre cómo actuar ante el desarrollo de estos insectos.

Entre las medidas preventivas recomedadas se encuentran mantener limpio todo el tiempo, colocar mosquiteros y cubrir huecos en paredes para evitar la presencia de chinches en casa.

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