Un paisaje único en nuestra planicie costera veracruzana
A poco más de una hora en auto (93 km) desde la ciudad de Xalapa con dirección a Poza Rica, en la localidad de La Mancha se encuentra el Centro de Investigaciones Costeras La Mancha (CICOLMA), una estación de campo del INECOL que promueve estudios sobre los ecosistemas y los recursos naturales de las costas de Veracruz.
Esta región de poco más de 80 hectáreas, alberga el último remanente de selva mediana subcaducifolia sobre dunas costeras en el mundo. Además de conformar un mosaico diverso de otros tipos de ecosistemas como pastizal sobre dunas costeras, vegetación inundable, manglar, sabana, selva de Yaité (Gymnanthes lucida) y selva baja subcaducifolia. Además de su valor botánico, el CICOLMA es una Área Natural Protegida (ANP) que forma parte del sitio RAMSAR nº 1336, “La Mancha y El Llano”, este reconocimiento internacional se hace a humedales de gran relevancia con prioridad de conservación. Y por si fuera poco, es considerado como un Área de Importancia para la Conservación de las Aves (AICA nº 149), dado que forma parte de la mayor ruta migratoria de aves rapaces del mundo (Figura 1).
Un oasis de biodiversidad en la periferia de la ciudad
El Santuario del Bosque de Niebla se encuentra a un costado de las instalaciones principales del INECOL. En solo 30 hectáreas de superficie, contiene cerca de la mitad de las plantas descritas para la región de Xalapa, y eso considerando que en la década de los años 70 todavía era un cafetal de sombra con cultivos de cítricos. Un gran ejemplo de sucesión ecológica.
El Santuario es también una ANP y aunque podemos pensar que por su reducido tamaño y cercanía a la imponente mancha urbana de la ciudad, pocos animales podrían habitar aquí, se han registrado 88 especies de mamíferos diferentes. ¡Imagínate, esto significa que aquí se resguarda casi el 64% de todos los mamíferos del bosque mesófilo de montaña de todo el estado de Veracruz!
Esta gran riqueza de fauna y flora evidencia la importancia que tienen las áreas verdes y los fragmentos de bosque para resguardar a la vida silvestre, y lo esencial que es conectar estas distintas islas para permitir su supervivencia a largo plazo.

¡Cámaras trampa a la conservación!
Sin duda, conocer si realmente una ANP está conservando la vida silvestre o no, es una tarea bastante compleja, para ello, las y los biólogos echamos mano de un sinfín de métodos y herramientas que faciliten la respuesta. Hay muchas estrategias, métodos y herramientas para monitorear a la fauna, y su aplicación depende de cuáles sean las especies o grupos biológicos que nos interesen. Por ejemplo, y a muy grandes rasgos, para estudiar mamíferos se pueden usar métodos directos, como las trampas, o métodos indirectos como la identificación de rastros y la aplicación de tecnologías no invasivas, como lo son las cámaras trampa.
Durante los últimos dos años hemos estado instalando cámaras trampa en estas dos reservas, y gracias al seguimiento continuo, no sólo podemos registrar las especies de mamíferos que hay en cada ANP, sino también hemos podido conocer más sobre sus comportamientos, sus patrones de actividad y confirmar la presencia de mamíferos nocturnos y diurnos. De igual forma podemos saber por dónde se desplazan y con qué elementos de su hábitat interactúan. Mientras que a algunas especies parece no importarles andar en las selvas, dunas o humedales, otras parecen preferir un solo tipo de ambiente. Uno de los elementos más reveladores e importantes fue registrar además de los adultos, a sus crías, esto nos permite saber que el hábitat tiene los requerimientos necesarios para permitir su reproducción y mantener a la población, regalándonos esperanzadoras fotografías en La Mancha de crías de coyote, de mapache, de oso hormiguero, de venado cola blanca y de tlacuache (Figura 3).

Por otro lado, en el Santuario, también se han fotografiado coyotes, cacomixtles, zorras grises, armadillos y una hembra tlacuache con sus crías (Figura 4). Estos registros, de igual forma, nos permiten conocer con mayor detalle los comportamientos de estas especies en su hábitat natural cómo a la par que nos regalan vistazos optimistas de día a día de las especies con las que compartimos las áreas verdes de nuestra ciudad.
Bibliografía
Castillo-Campos, G. (2006). Las selvas. Entornos veracruzanos: la costa de La Mancha, P. Moreno-Casasola (ed.). Instituto de Ecología, Xalapa, Veracruz, 221-229.
Samain M.S. y G. Castillo-Campos (eds.). 2020. Biodiversidad del Santuario del Bosque de Niebla, Xalapa, Veracruz. Instituto de Ecología, A.C., Xalapa, Veracruz, México. 321 pp.
- Red de Biología y Conservación de Vertebrados, INECOL.