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Cada especie tiene una historia única de descubrimiento; la mayoría surge en expediciones o dentro de colecciones, pero algunas, como Duckeia vagabunda, se hallan incidentalmente, incluso durante viajes en avión

Breve historia de una avispa vagabunda

Insecto. Ejemplar de Duckeia vagabunda utilizado para su descripción. Ejemplar USNMENT01932283 obtenido de https://collections.nmnh.si.edu/search/ento/?irn=11317727

No todas las nuevas especies son descritas de la misma forma. Algunas de ellas son descubiertas en regiones poco exploradas, otras por el contrario tienen hábitos tan particulares o tamaños tan pequeños que pueden pasar desapercibidas a nuestro alrededor. Hay especies que son descritas a partir de su re-descrubrimiento en gabinetes de museos; colectadas muchos años antes, pero que no había sido posible detenerse a observarlas con detenimiento. Y también hay muchas especies nuevas que surgen de la observación detallada de su historia evolutiva, por ejemplo, especies que antes considerábamos una sola, pero resulta que eran dos o más.

Estos son algunos ejemplos sin nombre de casos reales que han ocurrido y ocurren frecuentemente en la historia de la sistemática (el área de la biología encargada de estudiar y clasificar la biodiversidad). Pero de todas las especies que conocemos en la actualidad, muy pocas han sido descubiertas en un avión y en un museo. Este fue el caso de la avispa vagabunda (Duckeia vagabunda).

Las avispas del género Duckeia, pertenecen a la familia Chrysididae, conocidas también como avispas joya o avispas cuco. Por lo general tienen colores intensos, brillantes y metálicos; de ahí su nombre común. Además de esta belleza, tienen la peculiaridad de ser parásitas o cleptoparásitas, es decir, ponen sus huevos en los nidos de otras especies de artrópodos, por lo que sus larvas se alimentan de las crías de esta otra especie, o son alimentadas por los padres. Estas avispas se han observado parasitando a varios grupos de insectos, principalmente insectos palo, avispas y abejas.

Pero regresando a la avispa vagabunda, esta especie fue descubierta como polizona en un par de vuelos, que viajaban en 1962 desde México hasta Tennessee y Texas, Estados Unidos. En estos vuelos, se incautó un cargamento de plantas, que se fue directo a cuarentena. Escondidas entre las hojas, venían algunas puestas de huevos de insecto palo, las cuales indudablemente contenían avispas parásitas.

Las nidadas fueron recuperadas y criadas en laboratorio, de donde nacieron dos pequeñas avispas hembras. Estas avispas fueron preparadas y preservadas en la colección del Museo Nacional de Historia Natural de EUA, en Washington, y no fue hasta 25 años después que la redescubrieron entre sus gabinetes.

Algo curioso de esta especie, es que no se tiene la ubicación o el origen exacto de este cargamento de plantas, por lo que una parte muy importante de su biología e historia natural es aún un misterio. Incluso, debido a los grandes cambios ambientales que han ocurrido desde 1962 a la fecha, no podemos saber siquiera si aún existe el hábitat y el hogar de la avispa vagabunda.

Lo poco que sabemos es que los huevos de insecto palo de donde nacieron estas avispas, pertenecían a la especie Prisopus berosus, la cual habita en los estados de Oaxaca, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo. También sabemos que las plantas donde estaban puestos estos huevos eran del género Chamaedorea, unas palmas que habitan en bosques húmedos de México y Centroamérica. A pesar de esto, es complicado afirmar más sobre su hábitat, por lo que el estudio, monitoreo y la colecta científica tienen la posibilidad de darnos la sorpresa de complementar este descubrimiento.

Duckeia vagabunda fue descrita en 1987 por la entomóloga Lynn Kimsey, de la Universidad de California en Davis, y su nombre científico hace honor a este peculiar viaje que hicieron estas dos avispas para llegar hasta las manos de su descubridora.

Referencias.

Kimsey, L. S. (1987). New genera and species of neotropical Amiseginae (Hymenoptera, Chrysididae). Psyche: A Journal of Entomology, 94(1-2), 57-76.

Kimsey, L. S., & Bohart, R. M. (1991). The chrysidid wasps of the world. Oxford University Press.

Lucena, D. A. D. A., Almeida, E. A. B., & Zanella, F. C. V. (2021). Amiseginae and Cleptinae from northeastern Brazil, with the description of four new species (Hymenoptera, Chrysididae). Journal of Hymenoptera Research, 81, 57-85.

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