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Antonio Lazcano inaugura muestra de carteles del ciclo “Viernes de la evolución, que se realiza en el Colnal

“El universo dinámico que vivimos hoy fue configurado por la Teoría de la Evolución”

Muestra Uno de los carteles de las conferencias.

El Colegio Nacional inaugura su última exposición gráfica del año: una muestra que reúne los carteles con los que han anunciado las actividades del ciclo “Viernes de la evolución”, iniciado en 2017.

“Como un reconocimiento a que la Teoría de la Evolución es la teoría central de las ciencias de la vida, no sólo de la biología, sino también de la medicina, de la veterinaria, de todas esas áreas en donde inevitablemente la actividad de los humanos está inscrita”, detalla el biólogo y Premio Crónica Antonio Lazcano Araujo.

Los “viernes de la evolución” han sido un ciclo realizado bajo la coordinación de los doctores Antonio Lazcano y José Sarukhán, ambos miembros de El Colegio Nacional y el ciclo ha convocado a más de setenta especialistas de México y del extranjero.

Al iniciar un breve recorrido que culminó en un brindis de fin de año, en el recinto de Donceles 104 (Centro Histórico de la CDMX), el investigador colegiado indica que a lo largo de estos años han realizado 71 sesiones.

“Hay que  decir que, al principio, cuando había las condiciones presupuestales, pudimos contar con invitados del extranjero, pero cuando hubo un cambio en estas condiciones económicas, nos percatamos de que en México había una enorme cantidad de profesionales de la biología de hombres y mujeres que en su trabajo cotidiano tocan prácticamente todos los aspectos de la teoría de la evolución”, comenta Antonio Lazcano Araujo.

Desde su perspectiva, cada seminario de la teoría de evolución que se discute el viernes en el Colegio Nacional es el reconocimiento a una teoría que a su vez sigue evolucionando.

“Y cada uno de los carteles que ustedes ven es un testimonio gráfico maravilloso de lo que significa ese enorme espectro de aspectos en que inciden directamente las ideas que comenzaron en el siglo XIX y que a México, no hay que olvidarlo, llegaron gracias a la generación de la Reforma y en particular a un personaje muy especial: Don Alfonso Herrera, que se convierte en un -uso la palabra con toda intención- apóstol de la teoría de la evolución”.

Muestra Otro de los carteles.

LA TEORÍA

A modo de comprender la importancia que ha tenido y de qué se trata en realidad la teoría de la evolución, Antonio Lazcano Araujo recuerda que generalmente la asociamos con la figura de Charles Darwin, pero hay que decir, “como alguna vez escribió Richard Lewontin, que en realidad Darwin no representa el comienzo de las ideas evolutivas, sino la culminación de la idea de la evolución en el siglo 19”.

En realidad, según explica el científico mexicano, el primero que habló de evolución fue el filósofo Emmanuel Kant, quien tomó algunas ideas sueltas sobre el origen del sistema solar y propuso el modelo en que “una nube de material interestelar se condensó hasta dar origen al sol y a los planetas, de una nube de gas que giraba en torno al sol primitivo”.

“Pero a partir de entonces ya no hubo manera de detener el desarrollo de la teoría de la evolución. Malthus, a quien mis amigos muy de izquierda no quieren mucho, en realidad era un cura profundamente preocupado por la situación de los pobres y en su idea del desarrollo de las poblaciones está hablando de la evolución de las sociedades y de la evolución de la tecnología; Lyell que fue maestro de geología de Charles Darwin, hablaba de los cambios en la superficie terrestre”, continúa ejemplificando.

Asimismo, destaca que en el siglo XIX los físicos empezaron a hablar de cómo en un sistema que no intercambia materia y energía con el ambiente aumenta la entropía, -”aumenta el desorden, ahí está la idea del cambio”- y a la par la gente empieza a hablar de evolución de las lenguas, evolución de la economía y evolución de las sociedades.

“Desde luego cuando nace Charles Darwin él va a representar la culminación de una tradición extraordinaria en donde la idea de la evolución se convierte en uno de los ejes centrales de la cultura, primero de occidente y luego de todo el mundo”, señala Antonio Lazcano.

Resalta que, como en toda teoría científica, las ideas de la evolución han estado condicionadas por una serie de aspectos sociales, políticos y económicos y se han prestado a interpretaciones erróneas, como quienes usan erróneamente las teorías de la evolución biológica para hablar de razas superiores, “lo cual sabemos que no solamente es un ridículo, sino una injusticia”.

Incluso hay quienes se han negado a aceptar la teoría de evolución, hoy en día, como en Estados Unidos donde una gran proporción de la población sigue viendo con escepticismo la idea de la evolución.

“Hay quienes no se dan cuenta que la propia teoría de la evolución biológica ha cambiado. Ya no nada más hablamos de la selección natural, sino también de deriva génica, de simbiosis, interacciones ecológicas, cómo nos vamos desarrollando los organismos en el tiempo, pero no podemos dejar de pensar en la teoría de la evolución como algo que incluso nos afecta directamente”.

Un ejemplo concreto de ello es la pandemia de coronavirus, que llevó a médicos y biólogos a interactuar para comprender cómo es que las mutaciones y los cambios de un virus le permitieron brincar de otra especie de mamífero a nosotros.

“Y sin que esto nos alarme, sabemos que del conocimiento de estos mecanismos podemos tomar precauciones unidos médicos, biólogos, sociólogos, etcétera, para tratar de prevenir lo que pueda ocurrir en una serie de futuras epidemias. En pocas palabras, el universo dinámico en que vivimos hoy en día es un universo configurado por la teoría de la evolución”, invita y considera que dedicar un día para hablar de estas ideas han tenido un enorme atractivo para el público mexicano.

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