
La revista Nature publica su lista de las diez figuras clave en algunas de las historias científicas más destacadas de 2025. El reconocimiento celebra la exploración de nuevas fronteras, el avance de prometedoras terapias médicas, la defensa de la integridad científica y la labor de quienes impulsan políticas globales capaces de salvar vidas.
Susan Monarez
Defensora de la salud pública
Al asumir la dirección de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EU, Susan Monarez generó alivio entre muchos investigadores. Microbióloga e inmunóloga con casi dos décadas de servicio público, su nombramiento fue recibido con sorpresa precisamente por ser una elección técnica y no polémica. Pero apenas un mes después de tomar el cargo, fue destituida.
Monarez denunció que fue destituida por negarse a comprometer la integridad científica del organismo, tras rechazar órdenes para cesar a científicos del CDC y para aprobar recomendaciones de vacunación sin datos suficientes. Su salida provocó dimisiones en cadena y expuso tensiones internas en la administración estadounidense, que ha impulsado recortes, despidos y cancelaciones de financiación científica.
A pesar de la crisis, Monarez mantiene su convicción de que el CDC no debe ceder a presiones políticas.
Achal Agrawal
Vigilante de las retractaciones científicas
El matemático indio Achal Agrawal inició su cruzada por la integridad académica tras descubrir que estudiantes utilizaban programas para parafrasear artículos con el fin de sortear los controles de plagio. Aquel episodio, en 2022, lo convenció de que el problema estaba profundamente arraigado. Renunció a su puesto universitario para dedicarse a investigarlo a tiempo completo.
Desde entonces ha impulsado India Research Watch, una comunidad que analiza malas prácticas, recopila retractaciones y recibe denuncias anónimas.
Tony Tyson
El pionero del gran telescopio Rubin
Tony Tyson vio cumplido un sueño de más de 30 años cuando el nuevo Observatorio Vera Rubin, en Chile, captó sus primeras imágenes: miles de galaxias enfocadas con una nitidez sin precedentes. El físico de la Universidad de California en Davis fue el visionario que concibió este proyecto gigante, dotado de la cámara digital más grande del mundo.
Precious Matsoso
La negociadora del primer tratado pandémico
El 16 de abril de 2025, en Ginebra, los países de la OMS alcanzaron un acuerdo histórico: el primer tratado mundial sobre pandemias. Tras más de tres años de negociaciones tensas, la arquitecta del consenso fue Precious Matsoso, experta sudafricana en salud global y copresidenta del proceso.
El mayor reto fue corregir las desigualdades evidenciadas por la covid-19: la circulación de datos y muestras funcionó, pero los beneficios —fármacos y vacunas— no se distribuyeron equitativamente. Con firmeza, creatividad e incluso canciones para rebajar tensiones, Matsoso logró que los países cedieran y encontraran fórmulas de compromiso.
Sarah Tabrizi
La estratega contra el Huntington
En septiembre, Sarah Tabrizi vio por primera vez datos que el campo llevaba décadas esperando: evidencia de que una terapia génica podía ralentizar el avance del Huntington. El tratamiento AMT-130, basado en un virus que apaga la producción de la proteína tóxica, redujo el deterioro clínico en un 75 % en pacientes tratados con dosis altas.
Para la directora del centro de Huntington en University College London, los resultados confirmaron que aún hay una ventana terapéutica incluso después de la aparición de síntomas. El hallazgo supone un impulso enorme para un campo que ha sufrido reveses dolorosos, como la fallida terapia tominersen, cuyos resultados Tabrizi tuvo que explicar a cientos de familias.
Mengran Du
Exploradora del abismo oceánico
A bordo del sumergible Fendouzhe, a más de 9 kilómetros de profundidad, Mengran Du contempló un ecosistema jamás visto: gusanos rojos, caracoles y otros animales que prosperan en la oscuridad total gracias a compuestos químicos que emergen del fondo marino. Era el ecosistema animal más profundo registrado en la Tierra.
Luciano Moreira
El gran criador de mosquitos contra el dengue
En una fábrica gigantesca de Curitiba (Brasil), Luciano Moreira supervisa la producción de 80 millones de huevos de mosquito por semana. Allí se crían Aedes aegypti infectados con Wolbachia, una bacteria que reduce drásticamente la transmisión del dengue. Brasil ha adoptado oficialmente esta estrategia como medida nacional de salud pública.
Moreira comenzó fabricando mosquitos casi de manera artesanal, pero su trabajo científico —que demostró que Wolbachia bloquea la transmisión de varios virus— y su capacidad para convencer a autoridades sanitarias impulsaron una expansión colosal. En ciudades como Niterói, los casos de dengue descendieron hasta un 89 %.
Liang Wenfeng
El disruptor chino de la inteligencia artificial
En enero, la empresa china DeepSeek sacudió el sector de la IA al lanzar R1, un modelo de razonamiento potente, barato y de pesos abiertos. Detrás del proyecto está Liang Wenfeng, un exanalista financiero que hizo fortuna aplicando algoritmos bursátiles antes de fundar la compañía en 2023.
R1 iguala en muchas tareas a los modelos líderes de EU, pero su entrenamiento costó diez veces menos que el de algunos competidores.
Yifat Merbl
La cazadora de péptidos inmunitarios
Mientras estudiaba los desechos celulares generados por los proteasomas, Yifat Merbl descubrió algo insospechado: un arsenal de péptidos con funciones antimicrobianas que constituyen un nuevo frente del sistema inmunitario. Son fragmentos resultantes de la degradación de proteínas ordinarias, no especializadas.
El hallazgo se produjo gracias a análisis masivos de péptidos producidos por proteasomas con diferentes “tapas” reguladoras.
KJ Muldoon
El bebé que abrió una nueva era de la edición genética
KJ Muldoon nació en 2024 con una enfermedad genética ultra rara, la deficiencia de CPS1, que impide procesar proteínas y acumula amoníaco de forma letal. Su caso inspiró el primer tratamiento de edición genética CRISPR totalmente personalizado, diseñado para corregir un único error en su ADN.
Un equipo de médicos y científicos de Filadelfia y Pensilvania desarrolló en tiempo récord —seis meses— una terapia de base editing adaptada exclusivamente a su mutación. KJ recibió tres infusiones en febrero de 2025, con las que mejoró su capacidad para tolerar proteínas y estabilizar los niveles de amoníaco.
Varias empresas de biotecnología trabajaron sin descanso para fabricar los componentes de edición genética necesarios para tratar a KJ. “Calculamos que nos llevaría 18 meses”, afirma Sandy Ottensmann, vicepresidenta de Integrated DNA Technologies en Coralville,Iowa. “Lo conseguimos en seis”.
Tras pasar 307 días hospitalizado, KJ volvió a casa en junio.