
Científicos han logrado producir por primera vez embriones de lince ibérico en laboratorio a partir de células reproductoras de hembras fallecidas en accidentes con espermatozoides criopreservados en el biobanco de la especie, lo que podría ayudar a garantizar la diversidad genética de uno de los animales históricamente más amenazados.
La investigación, publicada en la revista ‘Theriogenology Wild’ ha sido liderada por investigadores del Museo Nacional de Ciencia Naturales (MNCN) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
El MNCN ha explicado en un comunicado que el lince ibérico o ‘Lynx pardinus’ es una especie endémica de la Península Ibérica que, en apenas dos décadas, pasó de tener menos de 100 ejemplares en libertad (2002) a contar con más de 2.000 en 2024, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO). Así, ha pasado de estar en ‘peligro crítico de extinción’ a la categoría ‘vulnerbale’ en la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Sin embargo, debido a la pérdida de diversidad genética, corren el riesgo de endogamia --relacionarse sólo con ejemplares de ascendencia común--, lo que disminuye sus probabilidades de supervivencia ya que provoca enfermedades y reduce su capacidad reproductiva, un hecho que se podría solucionar mediante técnicas de reproducción.
De esta forma, este estudio “aporta opciones nuevas al programa de conservación del lince porque hace posible la reproducción de animales que no han tenido esa oportunidad, por ejemplo, porque mueren prematuramente o porque tienen problemas de comportamiento y no se aparean”, como ha señalado el científico en el MNCN y codirector de la investigación, Eduardo Roldán.
En este sentido, el estudio demuestra que es posible producir embriones del lince ibérico en el laboratorio a partir de células reproductoras de hembras fallecidas en accidentes y espermatozoides criopreservados en el biobanco de la especie.
Para llegar a estos resultados, el equipo ha obtenido el material reproductivo del macho a través de una colaboración con los Centros de Cría en Cautividad del lince ibérico en España y Portugal, donde han recolectado y criopreservado esperma para su almacenamiento en el Banco de Germoplasma y Tejidos Especiales Silvestres del MNCN.
Por su parte, el material de las hembras se consiguió en los Centros de Recuperación de Fauna Silvestre que dan apoyo al programa de conservación del lince. En el muestreo de ambos sexos ha sido necesaria la coordinación de las comunidades autónomas de Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y el Organismo Autónomo de Parques Nacionales.
Una vez recolectadas las muestras, el equipo refrigeró los ovarios rescatados para obtener su maduración en ovacitos. Después, los fecundaron para generar embriones que fueron criopreservados mediante vitrificación y actualmente están almacenados en el biobanco del MNCN.
“Encontramos que la época del año tenía un efecto importante en la obtención de embriones. Tuvimos más éxito cuando se recuperaban en otoño e invierno, que es la época en la que se reproducen los linces”, ha resaltado la profesora de la UCM y codirectora de la investigación, María Jesús Sánchez Calabuig.
No obstante, Sánchez Calabuig ha añadido que “el éxito obtenido dista de ser ideal, es menor al que obtenemos con gatos domésticos, especie que utilizamos como modelo”. Entre las limitaciones, los autores destacan el tiempo transcurrido entre localizar las hembras accidentadas y recuperar sus ovarios. Para solventarlo, el equipo ha planteado recurrir a métodos alternativos para obtener los ovocitos.
Además, “ahora necesitamos desarrollar métodos para transferir estos embriones a hembras receptoras, lo cual contribuirá sin duda a potenciar la diversidad genética de esta especie”, ha apuntado la investigadora predoctoral en la UCM y autora principal del trabajo, Ana Muñoz Maceda.
En cualquier caso, los resultados “si bien iniciales y aún mejorables, confirman que la biotecnología reproductiva puede convertirse en una herramienta clave para complementar los esfuerzos de conservación y asegurar la sostenibilidad genética a largo plazo del lince ibérico”, ha apostillado Sánchez Calabuig.