Diversidad

Debido a su elevada diversidad los coleópteros, o escarabajos como comúnmente se les conoce, han sido uno de los grupos que se han utilizado para estimar la biodiversidad de nuestro planeta. No debe extrañar que haya sido un coleopterólogo quien comenzó a cuestionarse cuántas especies existen en nuestro planeta con base en el muestreo de escarabajos que habitan en la capa superior (dosel) de los bosques tropicales. Actualmente se han descrito alrededor de 420,000espeies de escarabajos (Lawrence y Ślipiński, 2013), con un incremento anual neto de 2,000 spp., considerándose que existen en nuestro planeta al menos 3 millones de especies de coleópteros (Grove y Stork, 2000).

Caracterización

Los coleópteros son insectos neópteros (con alas plegables), endopterigotos (con alas formadas desde su desarrollo embrionario) y holometábolos (con metamorfosis completa). Su característica básica es la modificación de las alas de la región media del tórax para formar unas estructuras de protección llamadas élitros, las cuales forman un caparazón o estuche que cubre las partes blandas del tórax y abdomen, de ahí su nombre: coleos=estuche, pteron=ala.

Biología

Si el conocimiento de la diversidad de los escarabajos es escaso, lo es aún más en cuanto a sus ciclos de vida, hábitos alimentarios, ecología, etc. Los escarabajos se encuentran en todos los hábitats terrestres y dulceacuícolas, algunos viven en el suelo, otros en detritus vegetales y madera podrida, algunos en la vegetación herbácea, arbustiva o en el dosel del bosque, otros en los desechos animales y en la carroña, algunos más habitan hormigueros, termiteros y en nidos de vertebrados y cuevas, y otros en ríos, estanques, lagos y otros ambientes acuáticos, excepto el marino. Sus hábitos alimentarios son muy variados, como consumidores primarios los encontramos alimentándose de hojas, flores, frutos, semillas, raíces, etc., como carnívoros depredando a muchos otros organismos, algunos se alimentan de materia animal y vegetal en descomposición y otros más de hongos micro o macroscópicos (Lawrence, 1991). Todo ello los hace objeto de estudio no sólo por coleopterólogos, sino también por fisiólogos, ecólogos, etólogos, biólogos moleculares, etc.

Clasificación y Filogenia

Como en otros grupos de seres vivos, ha habido muchas clasificaciones de los escarabajos, una de las más aceptadas es la de Bouchard et al. (2011). En tal clasificación, se reconocen 180 familias a nivel mundial agrupadas en cuatro subórdenes existentes, además de 31 representadas por fósiles. Se ha hipotetizado que el ancestro de los coleópteros surgió en el período Carbonífero, sin embargo, los fósiles de este grupo son escasos, la mayoría provienen de yacimientos posteriores al Cenozoico representados por géneros existentes hasta el presente (Ribera, 1999).

Su estudio en México

A pesar de que los coleópteros de México han sido estudiados desde el siglo XIX, el conocimiento básico de estos insectos continúa siendo una de las tareas pendientes del conocimiento de nuestra biodiversidad. En México se reconocen 116 familias de coleópteros, y se estima que en México podrían existir al menos el doble de las especies de Estados Unidos y Canadá, es decir unas 56,000 spp. (Navarrete-Heredia y Fierros-López, 2001; Delgado, 2004). Sin embargo, no todas las familias se han estudiado con la misma profundidad, además que hay muchas regiones que no han sido exploradas. Actualmente existen alrededor de 40 coleopterólogos mexicanos que estudian menos de la mitad de las familias de escarabajos. Aunque no es probable contar en el futuro con un inventario completo de las especies de coleópteros de nuestro país, consideramos que debe hacerse un esfuerzo por promover el interés y la formación de especialistas en varias familias de este grupo de insectos, lo que posibilite un mayor conocimiento, conservación y uso sustentable de nuestra biodiversidad.

Referencias

Bouchard, B., Y. Bousquet, A. E. Davies, M. A. Alonso-Zarazaga, J. F. Lawrence, C. H. C. Lyal, A. F. Newton, C. A. M. Reid, M. Schmitt, S. A. Slipinski y A. B. T. Smith. 2011. Family-group names in Coleoptera. Zookeys 88: 1-972.

Delgado, L. 2004. Análisis de los coleópteros (Insecta) micetócolos de basidiomicetos (Fungi) en dos tipos de vegetación del centro de Veracruz, México. Tesis de Maestría, Universidad Veracruzana. Xalapa, México. 98 pp.

Grove, S. J. y N. E. Stork. 2000. An inordinate fondness for beetles. Invertebrate Taxonomy 14: 733-739.

Lawrence, J. F. 1991. Order Coleoptera (pp. 144-658). En: F. W. Stehr (Ed). Immature Insects Vol. 2. Kendall/Hunt Publishing Company. Dubuque, Iowa.

Lawrence, J., y A. Ślipiński. 2013. Australian Beetles, Volume 1, Morphology, Classification and Keys. Collingwood, Vic: CSIRO Publishing. Australia.

Navarrete-Heredia, J. L. y H. E. Fierros-López. 2001. Coleoptera de México: Situación actual y perspectivas de estudio (pp. 1-21). En: J. L. Navarrete-Heredia, H. E. Fierros-López y A. Burgos-Solorio (Eds.). Tópicos sobre Coleoptera de México. Universidad de Guadalajara y Universidad Autónoma del estado de Morelos, Guadalajara, México.

Ribera, I. 1999. Evolución, filogenia y clasificación de los Coleoptera (Arthropoda: Hexapoda) (pp. 435-458). En: A. Melic, J. J. De Haro, M. Méndez y I. Ribera (Eds.). Evolución y Filogenia de Arthropoda. Boletínde la Sociedad Entomológica Aragonesa Vol. 26. Zaragoza, España.

* INSTITUTO DE ECOLOGÍA, A. C.,