Academia

Crear corredores ecológicos ayudará a proteger abejas, señala Liborio Carrillo

l verdadero reto intelectual es lograr un punto de equilibrio entre las prácticas agrícolas y la protección a los polinizadores, dice el académico de la UNAM

entrevista

Desde 2006 se han documentado diferentes causas asociadas a la muerte masiva de abejas en todo el mundo.

Desde 2006 se han documentado diferentes causas asociadas a la muerte masiva de abejas en todo el mundo.

Crear corredores ecológicos con flores nativas, alrededor de las zonas agrícolas de México, es la estrategia más equilibrada para preservar al mismo tiempo a las colonias de abejas y a los cultivos que requieren agroquímicos. Así lo planteó el maestro en Apicultura Liborio Carrillo Mirada, responsable del Departamento de Ciencias Pecuarias y de la asignatura de apicultura, en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

A diferencia de quienes atribuyen la muerte de las abejas al uso de agroquímicos para producir alimentos, el maestro Liborio Carrillo explica a los lectores de Crónica que el descenso de poblaciones es multifactorial. En este problema confluyen el mal manejo de pesticidas; la desaparición de fuentes de alimentación para las abejas por el cambio de uso de suelo en espacios silvestres; las temperaturas extremas asociadas al cambio climático, el nacimiento de abejas reinas de baja calidad y la falta de capacitación actualizada para los productores.

El verdadero reto intelectual, asegura el experto en abejas, es lograr un punto de equilibrio entre las prácticas agrícolas y la protección a los polinizadores.

“Necesitamos la agroindustria para que los alimentos sean suficientes para todos, pues por el costo y volumen, no podemos pensar actualmente en que toda la comida provenga de agricultura orgánica o hidropónica. Pero también necesitamos proteger a las abejas y la apicultura, para ello falta más investigación, trabajo y ayuda para generar zonas de amortiguamiento. Hay varias respuestas que los investigadores pueden generar si tienen el apoyo adecuado, por ejemplo, cuál es la distancia ideal que debe separar a la zona donde se aplican agroquímicos de la zona donde hay más presencia de polinizadores. Algunos estudios dicen que la distancia debe ser de entre 30 y 70 metros. Otros han planteado hasta 500 metros de distancia. Hay otras cosas que podemos estudiar y promover entre los agricultores, como el no aplicar ningún agroquímico durante los días en que las plantas están floreando, lo que dura entre una y dos semanas. Por su parte, los apicultores, podrían evitar que sus abejas salgan de las colmenas el día o los días que se aplicarán pesticidas en los terrenos vecinos”, indicó el universitario que ha trabajado años en la identificación de mieles adulteradas.

Experto en manejo de colonias de abejas, académico con 42 años de experiencia y colaborador en la redacción de normas oficiales mexicanas sobre calidad de miel y propóleo, Carrillo Miranda ha sido uno de los científicos que ha estudiado, desde 2006, la muerte de millones de abejas en todo el mundo y la pérdida de alrededor del 25 por ciento de los individuos de este grupo de polinizadores.

Hace 16 años, cuando se detectó la muerte masiva de abejas, principalmente en Francia, la primera reacción fue prohibir el uso de insecticidas altamente tóxicos como dos tipos de neonicotinoides. Sin embargo, esa solución no detuvo el descenso de poblaciones de abejas y se ha buscado una solución más integral que también proteja a otros polinizadores, como coleópteros, mariposas, colibrís y murciélagos.

“En México, por su gran diversidad ecológica, es importantísimo crear y promover los corredores ecológicos; es decir, espacios en los que haya cero fertilizantes, cero agroquímicos, cero pesticidas o fungicidas. Ahí se debe promover la presencia de flores nativas de la región para tratar de restaurar los espacios silvestres y de ese modo se facilitará que los polinizadores retornen al lugar y participen. Aquellas áreas donde se deforestó para introducir ganadería se puede reforestar con plantas nativas y hacer un ciclo que ayudará a que se recupere la diversidad de insectos, aves y otros animales”, indicó el Maestro Liborio.

La necesidad de más investigación científica en este tema se puede demostrar por el hecho de que sólo existen 16 artículos de investigaciones mexicanas sobre las interacciones entre agroquímicos y polinizadores.

“Hay que apoyar más pues actualmente los productores están absorbiendo solos las pérdidas”, concluyó Carrillo Miranda.