
La Secretaría de Salud de México informó que, gracias al uso de drones y de un modelo original de detección de sitios donde se reproducen mosquitos transmisores de las enfermedades Dengue, Zika y ChicunguNya, se logró reducir de dos semanas a sólo 20 minutos, las visitas de evaluación de zonas con alto riesgo de contagio.
El modelo de inspección fue desarrollado como parte de una investigación de cinco años, encabezada por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y el Centro Nacional de Prevención de Enfermedades (Cenaprece).
Los resultados de esta investigación fueron publicados, en Suiza, en el artículo Mapping the urban environments of Aedes aegypti using drone technology, como parte de la edición del 15 de septiembre de la revista "Drones", publicada por el Multidisciplinary Digital Publishing Institute (MDPI por sus siglas en inglés). Los detalles pueden ser consultados en la dirección de internet https://bit.ly/3Zyk8wJ
El estudio también contó con el financiamiento y apoyo del Centro de Investigación en Matemáticas (CIMAT) y el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt).
ENTORNO URBANO
El uso de drones en las actividades de monitoreo y control de enfermedades transmitidas por vectores como dengue, zika y chikungunya, permite extraer imágenes e información del entorno urbano de forma mucho más rápida que a pie, y con mayores ventajas que la tecnología satelital. A partir de esa hipótesis se puso en marcha el proyecto de investigación Modelos de aprendizaje automático para la predicción temprana de áreas de riesgo de transmisión de arbovirosis.
Rogelio Danis Lozano, coautor del artículo y director del Centro Regional de Investigación en Salud Pública (Crisp) del INSP, con sede en Tapachula, Chiapas, detalló que un dron puede tardar en completar la información necesaria de un área determinada aproximadamente en 20 minutos, mientras que el mecanismo de encuestas en campo toma entre dos y tres semanas.
La jefa del Departamento de Sistemas de Salud del Crisp, Kenia Mayela Valdez Delgado, autora principal del artículo y coinvestigadora del proyecto, sostuvo en entrevista que los drones, en comparación con la tecnología satelital, tienen la ventaja de que pueden emplearse a cualquier hora del día además de ofrecer mayor resolución espacial.
Valdez Delgado abundó en que, para entender mejor los entornos urbanos o domiciliarios, es necesario tomar fotografías alrededor del mediodía, cuando la sombra de los objetos vistos desde arriba no distorsione sus características reales.
Adicionalmente, continuó, esta tecnología presenta ventajas relacionadas con mejor conocimiento de los entornos urbanos y domiciliares para comprender la dinámica de transmisión que utilizan también otro tipo de vectores como garrapatas o chinches, que transmiten padecimientos como rickettsiosis o chagas.
La jefa del Departamento de Sistemas de Salud del Crisp explicó que el proyecto contempla que la información recabada por el uso de drones se registre en el Sistema Integral de Monitoreo de Vectores (SIMV), que es una plataforma informática desarrollada en 2009, producto de un convenio de colaboración entre el INSP y Cenaprece, que concentra toda la información relacionada con la vigilancia y el control de enfermedades transmitidas por vectores.
Dentro de este sistema también se pueden incorporar los algoritmos desarrollados en colaboración con el Centro de Investigación en Matemáticas (Cimat) del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt), que ha generado índices de riesgo para determinar las áreas con más probabilidades de experimentar problemas de vectores.
Rogelio Danis Lozano informó que el propósito de estos esfuerzos es enriquecer el Sistema de Información del Cenaprece con datos, con el objeto de que, a través del desarrollo de algoritmos, se generen mapas donde se puedan identificar las áreas de riesgo.
El proyecto de investigación y el artículo especializado contaron también con la participación de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), a través de la Facultad de Ciencias Biológicas y la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica y su Centro de Investigación e Innovación en Ingeniería Aeronáutica, especializados en el diseño, fabricación y navegación de drones.
De satélites a drones
El desarrollo de la metodología para detección aérea de lugares de reproducción de mosquitos transmisores de enfermedades inició en los años 90, cuando a través de imágenes de satélite se identificaron los sitios de reproducción de los vectores de paludismo, los cuales se pueden eliminar de manera mecánica al quitar la vegetación, y es un padecimiento propio de áreas rurales. El dengue es una enfermedad de zonas urbanas, y se ha identificado que en las ciudades existen lugares específicos de transmisión que constantemente están produciendo casos; el uso de drones permite tomar imágenes y extraer información del entorno urbano con mayor oportunidad.
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