
Los murciélagos utilizan diversas estrategias para localizar su alimento, y por su parte las plantas utilizan mecanismos para persuadir a sus potenciales polinizadores, durante esta interacción brindan servicios ambientales para la sociedad.
Los murciélagos son unos polinizadores eficaces debido a su capacidad para transportar el polen de las plantas a grandes distancias, lo que permite la fertilización de las flores. Estos mamíferos desempeñan un papel crucial en el funcionamiento de los ecosistemas naturales y agrícolas. En México, son fundamentales para la producción de vainilla, agaves, pitayas y jícaros, entre otros productos.
En el Pacífico y sureste mexicano existe un impresionante acontecimiento nocturno en el que los murciélagos visitan las flores del árbol sagrado de los mayas, la Ceiba pentandra. Específicamente, para los mexicanos que viven en el sur del país, resulta imposible no notar la presencia imponente de este árbol majestuoso, con sus amplias ramas, que se encuentra en potreros, selvas, pueblos e incluso en las grandes ciudades. La ceiba (C. pentandra) es un árbol destacado perteneciente a la Familia Malvaceae (subfamilia Bombacoideae), y es probablemente la especie más reconocida del género Ceiba, desempeñando un papel cultural significativo en el Neotrópico.
Entre las características biológicas más representativas del pochote están su floración masiva con flores que abren de noche (antesis nocturna), y su dependencia de murciélagos para su reproducción. Los árboles de ceiba se encuentran fuera del listado de especies amenazadas, ya que su explotación como madera es limitada dada su baja densidad (0.23 g/cm³). Sin embargo, el papel que tiene en el ecosistema donde está presente es vital. En el Trópico, reduce la erosión del suelo, en las ciudades disminuyen las islas de calor, pero principalmente proporcionan un recurso alimenticio y refugio a la fauna presente (fauna sinantrópica).
Durante cuatro años hemos realizado investigaciones para conocer el efecto de la urbanización en los murciélagos que visitan las flores de C. pentandra. Hemos destacado el efecto de la contaminación lumínica y acústica en los murciélagos, específicamente en la duración de visitas que estos realizan. Sin embargo, durante todo este tiempo han surgido incógnitas, que nos han encaminado a desarrollar estudios sobre la importancia que tienen los murciélagos en los diferentes componentes de la polinización de ceiba.
Dado el alto contenido de néctar en sus flores (hasta 200 litros por temporada), C. pentandra es un recurso alimenticio invaluable para muchas especies como insectos, aves, y mamíferos. En la península de Yucatán, en México, los árboles de ceiba son descritos como autoincompatibles (incapacidad de una planta para fertilizarse a sí misma), en regiones asiáticas y africanas ha sido descrita como autocompatible, y en Panamá se ha descrito con reproducción mixta (puede presentar ambos mecanismos reproductivos). La autoincopatibilidad de C. pentandra en la región, está directamente relacionada a la dependencia de los murciélagos para su reproducción.
Se sabe que la identidad y comportamiento de forrajeo de los polinizadores son factores que determinan el éxito reproductivo de las plantas. Para C. pentandra, el síndrome de quiropterofilia se ha descrito previamente, es decir, las flores presentan atributos para atraer murciélagos. Las plantas quiropterófilicas tienen fenotipos florales especializados para atraer a los murciélagos como antesis nocturna, flores grandes, alta producción de néctar, olores fuertes y colores claros para reflexión de la luz. Las flores de C. pentandra son de color rosa y blanco, brillantes, con los órganos reproductivos expuestos, brindando un escenario exitoso para la fecundación de los óvulos de las ceibas. En el Viejo Mundo se ha descrito la polinización de C. pentandra por mega-murciélagos (pteropódidos), especialmente del género Cynopterus y Pteropus. En América, se ha documentado que el néctar de ceiba es un recurso alimenticio importante para murciélagos de los géneros Artibeus, Glossophaga, Carollia y Sturnira.
Estudiando el sistema reproductivo de C. pentandra, hemos encontrado una alta visita de los murciélagos fruteros (Artibeus jamaicensis) y murciélagos fruteros gigantes (A. lituratus), especies descritas como frugívoros especialistas. Sin embargo, se ha documentado el aprovechamiento oportunista de néctar y polen en época de floración de C. pentandra por los Artibeus. Pudiéramos pensar que la polinización de ceiba estaría monopolizada por especies nectarívoras estrictas como las del género Glossophaga. Sin embargo, durante las observaciones en campo nos hemos percatado que la presencia de los Artibeus limita la visita de los Glossophaga, y los árboles visitados por Glossophaga no presentaban visitas de Artibeus, en este sentido, la presencia de Artibeus pudiera estar desplazando a los Glossophaga de sus puntos de alimentación, considerando que se ha descrito la dominancia que ejercen los Artibeus limitando el comportamiento de forrajeo de otras especies de murciélagos de menor tamaño.
Sin embargo, hay una pregunta que seguimos explorando sobre la interacción ecológica con los murciélagos: ¿qué determina las visitas de murciélagos a las flores de C. pentandra? En las últimas décadas, ha habido un notable aumento en el conocimiento acerca de los síndromes de polinización en flores que son visitadas por murciélagos. Se ha observado que las señales visuales, olfativas y las recompensas juegan un papel crucial en atraer a estos mamíferos al néctar de las flores. Sin embargo, factores como el tamaño, la forma y la duración de la flor, así como su ubicación en la planta y el momento de la antesis, son determinantes para que un murciélago pueda acceder a ella y contribuir al éxito en la reproducción
La apertura de los botones florales al atardecer o por la noche, mejor conocido como “antesis nocturna”, es una característica importante de las flores quiropterofílicas. Las flores de muchas plantas polinizadas por murciélagos se abren temprano en la noche y son viables solo por una noche. Pero sin duda alguna, las señales visuales son los rasgos más estudiados. Los colores de las flores visitadas por murciélagos varían desde el blanco, rosa, verde y el amarillo. Sin embargo, las flores blancas destacan dado su contraste en el fondo oscuro, lo que facilita la ubicación en el cielo nocturno.
Por otro lado, las recompensas florales son posiblemente lo determinante en la polinización, las flores son visitadas por su néctar, y opcionalmente por su polen. Las flores visitadas por murciélagos se caracterizan por su alta producción de néctar a comparación de otros síndromes florales. Por ejemplo, para C. petandra hemos registrado una producción de néctar que va de los 20 μL hasta 80 μL por flor por noche. Así mismo, el azúcar contenido en el néctar parece ser un elixir para los murciélagos. Además de los azúcares contenidos en el néctar, las proteínas y aminoácidos influyen en el comportamiento de forrajeo de los murciélagos. En el néctar de las flores quiroterofílicas se puede encontrar principalmente tres tipos de azucares diluidos: glucosa, fructosa y sacarosa. En C. pentandra se ha determinado que la concentración de azucares en el néctar es de un 48 % de fructuosa, 28 % de sacarosa y 23 % glucosa. Dichos azúcares se digieren y/o absorben rápidamente, por lo que son apropiados para alimentar costosos modos de locomoción como el vuelo estacionario como el que realizan murciélagos del género Glossophaga.
Pero ¿qué hay sobre el olor?, en los primeros trabajos sobre quiropterofilia, el olor de las flores era considerado una característica fundamental para atraer murciélagos. Las flores visitadas por murciélagos presentan aromas percibidos por los humanos como “desagradables”, aromas relacionados a las grandes cantidades de compuestos de azufre. En C. pentandra se ha descrito el olor a “húmedo”, olor propiciado por compuestos de azufre, particularmente el disulfuro de dimetilo. La función de los aromas florales es atraer polinizadores específicos. Esto significa que las señales olfativas son primordiales para la búsqueda de alimento. Un hecho observado en campo directamente es que aquellos arboles de C. pentandra con olor “penetrante-intenso”, incluso percibido a distancias de hasta 1 km, en ambientes urbanos, presentaron visitas masivas de murciélagos (observaciones en campo). Ciertamente se ha descrito que el fuerte olor de las flores quiopterofilicas es importante para atraer murciélagos a larga distancia. En campo hemos logrado percibir el fuerte olor de las flores de ceiba, a pesar de nuestro débil sentido del olfato como humanos, observamos en campo que aquellos árboles con niveles elevados de olor atraen un mayor número de murciélagos, lo que demuestra que la orientación olfativa permite precisar la localización de las flores en el ambiente.
Sin embargo, algo que nos ha llamado la atención es una alta dominancia de visita de machos a las flores de C. pentandra. El disulfuro de dimetilo se ha descrito como importante en el comportamiento social, específicamente reproductivo de mamíferos de talla pequeña como los roedores. En el hámster, el disulfuro de dimetilo está presente en la secreción vaginal y se ha informado que es responsable de una proporción considerable de la atracción de hámster machos. Durante el periodo de floración de C. pentandra realizamos capturas con redes de niebla, en donde el 95 % de las capturas correspondía a murciélagos machos, de los cuales el 45 % eran A. jamaicensis, seguida de un 50% de A. lituratus. Sin embargo, nos queda la incógnita sobre qué estará ocurriendo con las hembras, algunos trabajos hablan sobre la selección específica de cierto recurso relacionada con procesos reproductivos como la gestación y lactancia, lo que podría indicar que posiblemente el néctar de ceiba no sea un recurso potencial para ciertos procesos fisiológicos en hembras de murciélagos.
Desconocemos si el disulfuro de dimetilo se encuentra en fluidos corporales de hembras de murciélagos, estudios a futuro podrían considerar otros mecanismos que podrían determinar la alta tasa de captura de machos en las inmediaciones de los árboles en floración, como es el caso de C. pentandra. Es decir, el atractivo de los compuestos derivados de azufre para los murciélagos podría estar reflejando el papel de los olores en su comportamiento alimenticio.
Nuestras observaciones en campo muestran que C. pentandra, es polinizada principalmente por murciélagos, alimentándose del néctar y el polen. Pareciera que el olor de las flores es determinante para la atracción de polinizadores nocturnos como los murciélagos. En general, los murciélagos que visitan las flores de C. pentandra varían desde glosofaginos, especies morfológicamente adaptadas que usan vuelo estacionario y lenguas extensibles para alimentarse del néctar de las flores, y por otro lado están los nectarívoros oportunistas que son principalmente frugívoros que no pueden revolotear y, por lo tanto, deben aferrarse a flores expuestas y de tamaño prominente. En C. pentandra los murciélagos del género Artibeus fueron predominantes, la presencia de murciélagos de tamaño mayor puede determinar el amarre de frutos (cantidad de flores que quedan en el árbol después de la polinización) en ciertas especies de plantas. Es decir, el forrajeo que realizan los Artibeus “posado” puede ocasionar desprendimiento de las flores, lo que reduciría el número de frutos, en ceiba posiblemente este efecto sea compensado con la infinidad de flores que esta produce. Incluso, el aterrizaje abrupto de los Artibeus puede causar pérdidas importantes de néctar, limitando el néctar disponible para otros polinizadores nocturnos y/o diurnos.
En la actualidad, se continúa investigando la importancia de los murciélagos en la reproducción de las plantas, así como la forma en que las plantas mantienen poblaciones de murciélagos en épocas de escasez de recursos en entornos hostiles como las ciudades. Es esencial llevar a cabo estudios futuros que puedan cuantificar la contribución específica de cada especie de murciélago en la reproducción de las plantas. Sin duda, la relación entre los murciélagos y las plantas representa un desafío fascinante que merece ser estudiado, especialmente en ecosistemas urbanos.
Estudiar la polinización urbana es todo un reto, a nivel mundial los trabajos enfocados a polinización por murciélagos en ecosistemas urbanos siguen siendo limitada. Las ciudades son todo un reto para los que buscamos comprender a más detalle la maravillosa interacción entre animales y plantas.
Therya ixmana 3(3):98-100
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* Laboratorio de Ecología Terrestre, Departamento de Ecología Humana, Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, Unidad Mérida. Mérida, Yucatán, México. henry.dzul@cinvestav.mx
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