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Las macroalgas marinas: un recurso naturalmente saludable

: Cada vez más personas consumen macroalgas en diferentes presentaciones, ya que se consideran un alimento nutritivo y funcional

LA CIENCIA EN EL PAÍS

Codium sp. Alga verde (Chlorophyta).

Codium sp. Alga verde (Chlorophyta).

Dr. Tonatiuh Chávez Sánchez

Hoy en día existe un acelerado cambio en nuestros hábitos de consumo. Cada vez, más personas buscan alternativas sustentables para elegir sus alimentos, cosméticos, vestimenta e incluso medicamentos. Sin embargo, en este cambio existe una creciente ola de miedo hacia los “químicos”. Particularmente, cuando se trata de productos enfocados al cuidado personal o de la salud. ¿Realmente debemos asustarnos? ¡No! Más bien debemos informarnos.

Diversos productos se ofrecen bajo el eslogan “libre de químicos”. En campañas publicitarias es común el uso de mercadotecnias agresivas que promueven productos “sin químicos” como lo mejor. Sin embargo, en ocasiones esta publicidad resulta engañosa y confusa, ya que en nuestro planeta todo está compuesto por uno o varios elementos químicos. Estos elementos, dan lugar a las diferentes materias orgánicas e inorgánicas que se encuentran en la Tierra, ya sean rocas, el agua, el aire que respiramos y todos los seres vivos del planeta, incluidos los humanos.

En los océanos, por ejemplo, el sabor salado del agua se debe a la presencia de compuestos inorgánicos, denominados sales, como el cloruro de sodio (NaCl) que en la cocina lo conocemos como “sal de mesa”. Por otra parte, en los seres vivos podemos encontrar compuestos inorgánicos y orgánicos. Dentro de los últimos, se encuentran los metabolitos: compuestos provenientes de diferentes reacciones químicas que ocurren en las células, como parte del metabolismo de los organismos. En otras palabras, los metabolitos son compuestos orgánicos, que les permiten a los seres vivos crecer, desarrollarse, reproducirse, aclimatarse o defenderse.

En los mares habitan las macroalgas, las cuales forman parte fundamental y visible de la flora marina. Las macroalgas las agrupamos de acuerdo a su coloración en pardas, verdes o rojas. Sus colores se deben a la presencia de compuestos denominados pigmentos fotosintéticos; los cuales les permiten captar la luz solar y generar su propio alimento a través de la fotosíntesis. La mayoría de las macroalgas son sésiles, es decir que viven adheridas a un sutrato (ej. rocas, conchas u otros organismos). Por ello, siempre están a expensas de los cambios y condiciones del océano.

De igual forma que otros organismos sésiles, las macroalgas desarrollaron una maquinaria de supervivencia y defensa que les permite producir una gran diversidad de metabolitos, con los que se adaptan rápidamente al medio en el que habitan. Estos metabolitos, que producen de manera natural, han resultado de gran interés para los humanos debido a que poseen diversas propiedades nutricionales y terapéuticas, las cuales se reconocen desde hace miles años por las culturas asiáticas.

El uso más extenso de las macroalgas es en la alimentación. El nori es el alga más conocida en el mundo por su uso en el sushi. Cada vez más personas consumen macroalgas en diferentes presentaciones, ya que se consideran un alimento nutritivo y funcional. Esto se debe a que además de aportar nutrientes como minerales, fibra, proteínas y lípidos, tienen efectos adicionales a los nutricionales, los cuales se atribuyen a los diversos metabolitos que producen las macroalgas. Entre éstos, destacan compuestos fenólicos, pigmentos fotosintéticos, ácidos grasos, terpenos y polisacáridos, todos ellos relacionados con propiedades anti-inflamatorias, antioxidantes, antivirales, antibacterinas, hipoglucemiantes, antiparasitarias, entre otras.

Los metabolitos de macroalgas marinas, los podemos encontrar en mezclas denominadas extractos, que son obtenidos por diferentes métodos de extracción y purificación, que van desde maceraciones tradicionales hasta el uso de técnicas avanzadas y ecológicas, que disminuyen la cantidad de residuos y el gasto de energía utilizados. Los extractos de macroalgas, se consumen como suplementos alimenticios por las propiedades ya mencionadas, y además se utilizan ampliamente en productos cosméticos, por sus propiedades antienvejecimiento, antioxidantes, humectantes, emolientes, anti-inflamatorias, de estimulación de crecimiento capilar, despigmentantes, antifúngicas e incluso antibacterianas para combatir el acné.

Por otra parte, los polisacáridos, moléculas formadas por varias unidades de azúcares, son los compuestos más abundante de las macroalgas. Estos representan una buena fuente de fibra para el ser humano, se utilizan en tratamientos de úlceras y gastritis, tienen propiedades antioxidantes, anti-inflamatorias y antivirales; incluso muestran un alto potencial para el tratamiento del COVID-19. Los polisacáridos de macroalgas más utilizados son los alginatos, la carragenina y el agar, los cuales se adicionan a alimentos, como gelificantes, emulsionantes y espesantes. Si nos detenemos a leer la etiqueta de algunas leches saborizadas, embutidos, helados, cervezas, geles, cremas, champús, pastas de dientes y jarabes, seguramente encontraremos estos químicos de algas marinas.

Como te podrás dar cuenta, las aplicaciones de las macroalgas son muy amplias, así como benéficas para la salud y el cuidado personal, pero todas se basan en los compuestos químicos que producen de manera natural. Ahora que ya lo sabes, recuerda que las macroalgas son un recurso naturalmente saludable. El cual puede utilizarse de manera segura e informada, si se promueve su investigación, innovación y uso sustentable.