Academia

El planeta sólo podría generar alimentos para 9 mil millones de personas: Héctor di Loreto

Este año alcanzaremos los 8 mil millones y hay que crear conciencia de las limitaciones para producirlos, añade el especialista en Química Orgánica de la Universidad de La Plata, Argentina 

seguridad

La producción orgánica se concentra en los cultivos de hortalizas, mientras que la producción de granos fortalece los suelos con agroquímicos.

La producción orgánica se concentra en los cultivos de hortalizas, mientras que la producción de granos fortalece los suelos con agroquímicos.

FAO

La Organización de Naciones Unidas (ONU) estima que en noviembre de este año, 2022, la población humana rebasará los 8 mil millones de personas vivas. Datos como ese muestran por qué es importante crear conciencia de que en todo el planeta sólo se cuenta con una cantidad limitada de tierra cultivable, que mide aproximadamente mil 600 millones de hectáreas, y esa tierra sólo es capaz de generar alimento para 9 mil millones de personas con las actuales tecnologías. Así lo explicó a Crónica el doctor Héctor di Loreto, especialista en Química Orgánica de la Universidad de La Plata, Argentina.

El profesor universitario y asesor de organismos multilaterales como la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), sostiene que en los próximos años se puede esperar una convivencia entre agricultura orgánica y la extensiva, pero opinó que la orgánica sólo podría aportar el 10 por ciento de la totalidad de alimentos que demandará la población, por los complejos procesos que requieren algunos de sus insumos y sus costos mayores.

El profesor e investigador de sustancias químicas que se usan para controlar plagas agrícolas afirma que se ha registrado un cambio muy grande en los tipos de productos y sus efectos, lo cual continuará ocurriendo según han anunciado gobiernos de diferentes regiones como la Unión Europea y México.

Lee también

Adaptan a México app para buscar reducir el desperdicio de alimentos

antimio cruz
Lácteos, panadería y fiambres son tres de los productos con los que trabaja el programa de rescate antes del desperdicio.

“Los productores no son los que deciden qué agroquímicos se autoriza vender y cuáles no; esto genera grandes discusiones, como la que está ocurriendo actualmente en México por la prohibición del herbicida Glifosato, cuyo desuso va a tener grandes consecuencias. 

La tendencia mundial es hacia la desaparición de diferentes productos que se empezaron a usar entre las décadas de los años 40s a 80s, conocidos como Categorías 1ª, 1B y 2. Esos productos han dejado de ser usado, así como aquellos fitoquímicos que contienen Contaminantes Orgánicos Persistentes, que fueron prohibidos en el Protocolo de Estocolmo. 

Adicionalmente, vemos que los productos de reemplazo son mucho más caros y esto provoca enojo de los productores porque la nueva tecnología es difícil de adquirir”, expone el profesor Di Loreto.

ORGÁNICO Y SINTÉTICO

Hay muchas mitologías y leyendas que hablan del fin del mundo, pero pocas hipótesis científicas. Por eso fue que en el siglo XIX causó tanto temor la tesis científica que elaboró el demógrafo Thomas Malthus quien calculó que la humanidad llegaría a su fin en 1880, por una gran hambruna, debido a que el crecimiento en la producción de alimentos sería rebasado por el crecimiento de la población. La catástrofe no ocurrió, pero no porque la humanidad haya frenado su crecimiento poblacional, sino por la adopción de nuevas tecnologías para producir alimentos, como el uso de urea, nitrógeno o fósforo, que se podían crear en laboratorio y añadir a la tierra para fortalecer su capacidad de nutrir.

Lee también

Se complica la producción de alimentos por aumentos de hasta 300% en fertilizantes

antimio cruz
La diversidad de suelos que hay en México requiere diferentes tipos de fertilizantes agrícolas, orgánicos o minerales.

Actualmente, hay grupos de productores y consumidores que buscan entregar y recibir alimentos que no hayan sido cultivados con los nutrientes fabricados mediante síntesis química. Esto abre una nueva rama del trabajo de producción agrícola, pero no llega a cubrir la totalidad de la producción que piden todos los habitantes.

“Yo diría que van a convivir amablemente y van a estar mucho tiempo juntos los bioproductos y los desarrollos sintéticos. Los bioproductos todavía estar resolviendo algunas preguntas relacionadas con balance energético porque muchos de los bioproductos rugen de vegetales, de los que se pueden sacar extractos, pero ¿Cuánta superficie se podrá dedicar a obtener esos insumos? Ese tipo de preguntas permiten ver que los fitosanitarios sintéticos no van a desaparecer inmediatamente y no puede ser porque todo lo que se deje de producir con apoyo sintético, debe ser compensado por producción orgánica y no tenemos esa capacidad ahora”, indicó.

La Unión Europea es uno de los mayores mercados mundiales de alimentos, y por esta razón estableció un marco jurídico, conocido como Criterio 4-14, de 1991, que funciona como guía para reducir la lista de las sustancias activas en los productos fitosanitarios que se permite usar en su territorio. De ese modo, la lista de fitosanitarios aprobados se redujo a 170 y el Pacto Verde Europeo planea publicar una nuera lista para reducir a la mitad el conjunto de moléculas de control de plagas autorizadas.