Si dentro de tus planes de vida está la idea de convertirte en mamá, conocer las etapas de la vida fértil de una mujer puede darte una visión clara de cómo funciona tu organismo y los cambios que tiene a lo largo de los años.

¿Por qué es importante? Te permitirá tomar decisiones informadas y enfrentar los posibles desafíos que puedan surgir en el camino hacia la maternidad. Por ejemplo:

● Planificar el embarazo: si estás buscando un embarazo, debes saber a qué edad tienes más probabilidades de concebir con éxito y cuándo estas posibilidades disminuyen, incluso los tratamientos que existen.

● Detectar posibles problemas de fertilidad: el conocimiento de las etapas de la fertilidad puede ayudar a detectar posibles problemas, como la anovulación (falta de ovulación), que pueden dificultar o imposibilitar el embarazo.

● Tomar decisiones sobre la salud reproductiva: el conocimiento de las etapas de la fertilidad puede ayudar a las mujeres a tomar decisiones informadas sobre su salud reproductiva, como la planificación de la concepción.

Así que vayamos a revisar cada una de estas etapas, que empiezan en la adolescencia:

1. La menarquia: la primera menstruación

La menarquia, o primera menstruación, se considera la primera etapa de la vida reproductiva de una mujer. Se presenta aproximadamente entre los 12 y 15 años, cuando los ovarios comienzan a liberar óvulos y comienzan los primeros ciclos menstruales.

Si bien al inicio estos ciclos no son completamente regulares, con el paso del tiempo esto se establece en un periodo de 28 a 32 días aproximadamente, según el organismo de cada adolescente.

Por ello, este periodo es determinante para la salud reproductiva a largo plazo y se recomienda llevar un estilo de vida saludable como mantener una dieta equilibrada y hacer ejercicio regularmente.

El monitoreo del ciclo menstrual puede ayudarte a entender tu patrón ovulatorio y anticipar si existe algún problema. Los especialistas señalan que después de la primera menstruación, el ciclo puede tardar hasta 2 o 5 años en regularizarse. Pasado este tiempo, es recomendable consultar a un profesional de la salud si la menstruación no se estabiliza.

2. Edad más fértil de una mujer

Se calcula que entre los 20 y 30 años de edad la fertilidad alcanza su punto álgido. Esto se debe a que la calidad y cantidad de los óvulos son óptimas y este factor facilita la concepción. Sin embargo, es esencial recordar que cada mujer es única, y la fertilidad puede variar.

Si a esta edad aún no te sientes preparada para iniciar tu viaje hacia la maternidad, esta etapa puede ser aprovechada para conocer tu ciclo menstrual y tu organismo, implementar un método de planificación y, en el futuro, ese conocimiento te ayudará a identificar tus días fértiles para planear un embarazo de forma exitosa.

Recuerda también que existen otros factores que pueden interferir en la regularidad de tu ciclo y estos son: el estilo de vida, la genética y la salud general, que también son importantes en este proceso. Afortunadamente, la ciencia médica avanza a pasos agigantados y siempre existen alternativas y tratamientos para atender cada condición de salud.

Uno de los problemas más comunes durante esta etapa son los relacionados con la anovulación o ausencia de la ovulación, que puede tener diferentes causas, generalmente tratables. En esos casos, uno de los tratamientos para inducir la ovulación es el Citrato de Clomifeno, cuyo precio es muy accesible.

3. La fertilidad en descenso: el reloj biológico en marcha

A partir de la década de los 30, las mujeres comienzan a presentar un descenso gradual en su fertilidad, debido a que la calidad de los óvulos comienza a disminuir y, por lo tanto, las posibilidades de un embarazo también descienden.

Se calcula que, a esta edad, una mujer sana y fértil tiene una probabilidad del 20 % de conseguir un embarazo durante sus días fértiles de cada ciclo menstrual. Debido a esta situación es que algunas mujeres presentan desafíos cuando empiezan a buscar un embarazo a partir de esta edad.

Esta etapa es el momento perfecto para evaluar tus objetivos de maternidad y, si es el momento adecuado para considerar el embarazo. La consulta con un especialista en fertilidad puede ser útil para comprender mejor tu salud reproductiva y abordar cualquier inquietud que puedas tener.

4. Disminución drástica de la fertilidad: atención y planificación

Alrededor de los 36 años, la fertilidad experimenta un declive más pronunciado. Los óvulos restantes son de menor calidad que en edades anteriores, mientras que el organismo de las mujeres también presenta una serie de características que pueden interferir en la probabilidad de un embarazo.

Es crucial ser consciente de estos cambios y tomar decisiones informadas sobre el momento adecuado para buscar la concepción, considerando que, en caso de haber dificultades, existen alternativas para incrementar esas probabilidades, mediante tratamientos especializados, recetados por un profesional de la salud reproductiva.

En los últimos años, las investigaciones médicas han encontrado soluciones para todo tipo de situaciones de salud, mediante tecnología de reproducción asistida (TRA) que ofrece opciones como la fertilización in vitro (FIV) y la inseminación artificial, que son métodos que aumentan altamente las probabilidades de un embarazo.

5. Perimenopausia: la transición hacia una nueva etapa de vida

La perimenopausia, que generalmente comienza alrededor de los 40 años, marca la transición hacia la menopausia. Durante este período, la producción de óvulos disminuye aún más, lo que puede llevar a cambios en el ciclo menstrual y síntomas físicos como sofocos, insomnio y cambios de humor.

Si bien la concepción natural se vuelve más desafiante, existen tratamientos que han dado resultados exitosos. Lo más recomendable es acercarse a los profesionales experimentados y capacitados para acompañar a las parejas en ese sueño de convertirse en padres.

La orientación profesional puede ser fundamental para explorar estas alternativas, apegarse a los tratamientos indicados y conseguir los medicamentos a través de proveedores confiables como una farmacia de fertilidad con procesos de manejo correcto de los fármacos para garantizar su eficiencia.

Recuerda que siempre es importante tomar decisiones que se alineen con tus objetivos y circunstancias individuales.

Conclusión

En cada etapa de la vida fértil de una mujer, la clave reside en la educación y la toma de decisiones informadas. Monitorear tu salud reproductiva, buscar asesoría médica cuando sea necesario y mantener un estilo de vida saludable son pasos cruciales para maximizar las posibilidades de concepción.

La comprensión de estas etapas te brinda el poder de tomar decisiones informadas y vivir esta etapa con confianza y preparación. ¡Que tu camino hacia la maternidad esté lleno de conocimiento, apoyo y alegría!