Cultura

La investigadora Ana Suy señala que todos deberíamos leer poesía “porque no conlleva una explicación. Vivimos en un mundo con muchas explicaciones para preguntas que a veces ni nos hacemos”. Presenta su libro “Buscamos el amor y nos topamos con la soledad”

“La poesía preserva un lugar vacío, un espacio de soledad entre personas”

Libro.
Autora. La investigadora brasileña Ana Suy. (Eleane Herrera Montejano)

“Todo el mundo debería leer poesía, es un género muy bueno porque no conlleva una explicación. Vivimos en un mundo con muchas explicaciones para preguntas que a veces ni nos hacemos”, manifiesta la psicoanalista, profesora universitaria e investigadora brasileña, Ana Suy.

De hecho, entre las recomendaciones de salud mental que hace en una portuñola conversación sobre la publicación de su reciente libro, “A gente mira no amor e acerta na solidão”/“Buscamos el amor y nos topamos con la soledad” (Paidós, 2024), la psicoanalista apunta leer poesía.

“Vivimos en una época de muchas explicaciones y convencimientos, ya poco conversamos para trocar ideas, intentamos convencer al otro y viceversa, es como si constantemente estuviéramos disputando. La poesía preserva un lugar vacío, un espacio de soledad entre personas y si no toleramos ese vacío o soledad, no encontraremos el amor”, opina.

En ese sentido la poesía abre la posibilidad de “hacernos preguntas para nosotros mismos y no encontrarlas”, como una forma de ejercitar sanamente la soledad.



NOS TOPAMOS CON LA SOLEDAD

Las principales pistas de salud mental que ofrece Ana Suy son las de cuidado básico -nadie puede dejar de dormir- y las estrategias de esparcimiento, “que nos distraen de nosotros mismos”.

Por supuesto, cuidar y acompañar las emociones -”para mí ir con mi psicoanalista, hablar con los que amo”, continúa.

Por otra parte, le parece que escribir y conectar con otras personas a través de sus publicaciones son un privilegio que tiene y que forman parte de su cuidado mental personal.

Con su reciente libro, Ana Suy se siente muy feliz porque consiguió escribir sobre temas como el amor y la soledad, sin proponer un manual: Amor y Soledad no son conceptos psicoanalíticos, este libro es una invitación para poner estos conceptos a bailar.

“Las palabras tienen mucho más valor de lo que suponemos. Este libro es una invitación a las personas a acceder a sus mundos simbólicos, que los constituyen, de lo que están hechos a través de estas palabras… pensamos que estamos muy solos en nuestro sufrimiento, pero no somos muy originales en eso, sufrimos parecido”, dice la autora.

De acuerdo con la psicoanalista, el mundo de los sentimientos está hecho de palabras, de lenguajes que, sin embargo, siempre son de otros, porque las palabras que aprendemos no las inventamos y las que inventamos son a partir de las palabras de otros. Es por ello que escribir puede ser un acto transformador.

Asimismo, Ana Suy recuerda que “los otros” nos ofrecen nuestra primera perspectiva de nosotros mismos y luego, con los años, nuestro cerebro va comprendiendo y separando su individualidad ante los demás, pero nunca lo consigue del todo porque de alguna manera nos importa qué pensarían nuestro padres o nos da miedo perdernos planes como viajes grupales, etc.

“El amor del otro nos funda y esto tiene que ver con la soledad, porque tenemos que separarnos para ser nosotros mismos y en la vida adulta queremos regresar a esta sensación tranquila de completar la relación con el otro y no funciona. Y es buena cosa que no funcione, pero pensamos que no”, ahonda.

Obra.
Pintura. Antonio María Esquivel. Los poetas contemporáneos. Una lectura de Zorrilla en el estudio del pintor, 1846. Museo Nacional del Prado. (Archivo)

-¿Qué herramientas destacarías para complejizar nuestra aproximación al amor y la soledad?

“Desidealizar la vida. Cuando somos pequeños los adultos nos preguntan qué vamos a ser al crecer y tenemos una idealización de la vida: voy a casarme, a trabajar en eso, tener mucho dinero… y entonces al crecer estamos esperando ese momento, que no llega porque vamos descubriendo otros problemas y realizando otras cosas, viviendo alegrías y felicidades a la par que tristezas que suceden y que no dejan de suceder para que sintamos alegría”, opina la psicoanalista.

“Si mantenemos esta visión de la vida como algo estático no podemos disfrutar. El amor, específicamente el amor a la vida, es algo que podremos alcanzar cuando des-idealicemos la propia vida”, agrega.

BUSCAMOS EL AMOR

“Me sentía muy sola pudiendo hablar de esto solo con colegas psicoanalistas, quería hablarlo con mis amigas, mi mamá, tantas otras personas. Cuando hacía el doctorado, un psicoanalista francés me dijo que tenía que poder escribir como si estuviera hablando con el carnicero. Muy bueno eso, quiero mucho hablar con el carnicero, pero no hay cómo hacerlo dentro de la academia, mi tesis tiene algo de carniceros, pero limitado”, relata la escritora sobre los orígenes de su publicación.

Mientras estaba en el proceso de tesis de doctorado, le pareció que los textos académicos son muy aburridos de hacer, por el tipo de estilo que requieren y la poca socialización que conlleva investigarlos y escribirlos.

Ella quería escribir, pero quería hablar con personas ‘reales’. “Personas-personas”, define. Así que decidió concluir lo más pronto la tesis para dedicarse a escribir libros que leyera un público más amplio, y el proyecto de esta publicación surgió un poco a la par.

“Los tiempos están un poco mezclados, pero creo que terminé el doctorado, paré para descansar algo así como 10 días, retomé y escribí esto muy rápido, creo que lo terminé en 3 semanas y no repensé capítulos ni di vueltas, lo escribí en el orden en que está escrito: empecé por la presentación del libro y terminé en el punto final”.

Este libro es una forma de hablarle a todas las otras personas que no son sus colegas, quienes a su vez le han agradecido su esfuerzo y resultado, ya que ahora pueden abordar estos temas con sus familiares.

“Mis colegas me han dicho que prestaron el libro a su mamá y ahora pueden hablar del psicoanálisis; se ha retirado al psicoanálisis de un espacio cerrado, accesible a poquísimas personas para volverlo conversación de familias, entre personas”, comparte.

Ana Suy considera que no es una persona particularmente organizada, ni tiene motivo ulterior, sino una necesidad de comunicarse con otras personas y divulgar algunas nociones o conceptos que pueden ayudar a profundizar en nuestras propias vidas y bienestar.

“Publicar es una tentativa de saber qué escribir, por qué”, comparte.”Preciso del otro para saber”.



Para ella, cuando la gente dice vamos a hablar sobre este libro o alguien lo toma prestado o recomienda, etc, quiere decir que logró conectar con las personas

“Ha sido una gran alegría saber que los lectores de este libro han encontrado cosas buenas para sus vidas”.



-¿Resuelves esa soledad de solo hablar con tus colegas?

“Resolver no sé, pero es un camino posible”.

-¿Para ti la literatura es algo terapéutico? ¿Este libro es un cierre de tema?

“Todo un poco. Es terapéutico porque es un modo de vivir, pero no es terapéutico porque a veces creo que no me quedó muy bien. Cuando escribo no sé qué va a pasar. Escribí por necesidad porque escucho, escucho, escucho a las personas en la clínica, hablo hablo hablo, para mi analista, estudio estudio estudio y me sentía sola”




¿QUIÉN ES ANA SUY?

Doctora en investigación y clínica en psiocanálisis por la Universidade do Estado do Rio de Janeiro (UERJ). También es autora de Amor, desejo e psicanálise, Não pise no meu vazio, As cabanas que o amor faz em nós y A corda que sai do útero, y coautora de O infamiliar na contemporaneidade: o que faz família hoje? Además de su práctica profesional, se dedica a escribir y a investigar sobre el amor.

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