
‘Los crímenes de Fjällbacka’ de la escritora sueca Camilla Läckberg es un fenómeno mundial con más de 35 millones de copias vendidas en todo el mundo, una historia que vuelve a la pequeña pantalla con ‘Erica’, serie producida por la considerada como ‘reina sueca del noir’ en la que muestra a su ‘alter ego’ como un modelo de igualdad “en tiempos oscuros para las mujeres”.
‘Erica’, que se estrena hoy en Warner TV, cuenta con seis episodios inspirados en sus novelas ‘La princesa de hielo’, ‘Los gritos del pasado’ y ‘Las hijas del frío’, tres de las once que conforman su afamada ‘serie de Fjällbacka’ en la que narra la vida salpicada de crimen de la escritora de novela negra Erica Falck y el detective Patrik Hedström (interpretados por Julie de Bona y Grégory Fitoussi en la serie).
En este caso, la serie de producción franco-belga, se traslada de la Suecia original de los libros a Port-Clément, un pequeño pueblo pesquero convertido en destino turístico en una trama repleta de intriga policial, crímenes y romance y donde nada es lo que parece.“De la serie me encanta que es muy fiel a la historia y a los personajes.
Cuando leí el primer borrador podía reconocer a los personajes aunque el escenario sea un poco diferente. El mayor reto fue encontrar a los actores adecuados. Y me encantó el resultado”, asegura Läckberg en una entrevista con EFE.
La historia arranca cuando Erica regresa a su ciudad natal para gestionar la herencia de sus padres y encuentra el cadáver de su amiga de la infancia en lo que parece un suicidio.Erica, personaje inspirado en la propia escritora, es en la su versión francesa de la serie “perfecta. Tiene ese aire acogedor, extravagante y juguetón.
Me aterraba pensar que pudiera tener una presencia muy fría, porque Erica es tu ‘vecina de casa’. Yo soy muy infantil, así que me identifico con ella”, asegura la escritora.Erica es el centro de sus libros y la serie.
Una mujer muy fuerte y empoderada que “puede ser un modelo para el feminismo actual. Quería crear una mujer normal, una tanta de nosotras que lucha y es una combinación de esposa, madre y profesional. Que fuera dura, formidable”, añade.
En este sentido, para Läckberg (Fjällbacka, Suecia 1974) aún estamos muy lejos de lograr la igualdad: “Absolutamente. Seguimos viviendo en un mundo patriarcal. Hay muchas mujeres que están hartas, en los últimos años hemos tenido una reacción, pero vivimos tiempos oscuros para las mujeres”.
Läckberg desvela que de no haber sido escritora le hubiera gustado ser policía: “Siempre me gustó el crimen y mi padre era policía. Hay mucho ‘freudiano’ ahí.
Pero quería ser detective y estar en las calles, algo que me echó para atrás”.De momento cubre esa necesidad escribiendo novelas negras, algo mucho más sencillo de hacer para ella que la vida normal: “Tengo cuatro hijos, definitivamente es más difícil la vida familiar que escribir”.