Cultura

El concierto se lleva a cabo el 22 de junio en el Palacio de Bellas Artes y conmemora el 80 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial. Una de las intenciones de este concierto es rendir homenaje a personas caídas y/o que sufren cautiverio o viven en un contexto de guerra, añade

“Madrigalistas por la paz”, un un grito de exigencia por la concordia: Julieta Beas

Recital El Coro de Madrigalistas se esmera en que la curaduría de sus programas vaya “un poco más allá del valor estético”, para abordar otros temas.

El concierto “Madrigalistas por la paz” ofrecerá un programa que conmemora el 80 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial. Será el 22 de junio, en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, bajo la dirección artística de Carlos Aransay.

“Resulta que este programa se había quedado en el tintero ya desde hace varios años y por alguna cosa u otra no se había podido dar. En este 2025 se cumplen 80 años desde que la Segunda Guerra Mundial terminó y pues es la conmemoración perfecta para que este programa ya viera la luz”, dice en entrevista Julieta Beas, cantante y miembro del Consejo de programación de los Madrigalistas.

Desde su perspectiva, hace varios años que el Coro de Madrigalistas se esmera en que la curaduría de sus programas vaya “un poco más allá del valor estético”, para abordar otros temas.

“Es curioso cómo aprendemos desde el ámbito escolar sobre la Segunda Guerra Mundial, no deja de haber cierta sensación de que es ajeno, quizá porque es literalmente en otra parte del mundo y demás, pero cuando lo llevamos al caso de los jóvenes desaparecidos del caso Ayotzinapa… vamos a estrenar una segunda versión del maestro Eduardo Soto Millán que lleva por título: 43”, reflexiona sobre la selección de piezas y temática.

De acuerdo con Julieta Beas, al ver esta partitura únicamente en papel, creería que es una música muy simple porque a través de voces femeninas va enumerando los números, “contando literalmente del número uno hasta el número 43”, mientras otras dos mujeres van enunciando los 43 nombres de los jóvenes en orden alfabético.

“Solamente es eso la obra, parecería algo muy simple, pero cuando lo empapas del contexto y de lo que significa la desaparición de esos 43 jóvenes en un México en el que hay millones de desapariciones forzadas y 12 genocidios al día y demás, creo que toma mucho valor y te das cuenta que México y tú y yo no somos para nada ajenos a la violencia, y otra vez a hablar de guerras, muerte, cautiverio”, continúa.

Sumando a los temas que “necesitan ser mencionados”, Julieta Beas adelanta que en un próximo programa, dirigido por el maestro Rodrigo Cadet, el 13 de julio a las 12 del día, en la Sala Principal de Bellas Artes (que están emocionados de tener disponible para presentarse más veces), celebrarán la herencia africana en la música coral.

“Es decir, hablaremos de la afrodescendencia en México y cantaremos música africana, como una forma de celebrar la negritud en nuestro país”.

CONCIERTO EN BELLAS ARTES

Una de las intenciones de este concierto es rendir homenaje a personas caídas y/o que sufren cautiverio o viven en un contexto de guerra, asegura el Coro de Madrigalistas. Sin embargo, no pretende hablar de situaciones específicas, ni lanzar un mensaje o postura sobre ninguno de los acontecimientos más recientes.

“Tal vez no es un mensaje tan claro y tan específico. Lo que sí es que es un grito de exigencia por la paz. Eso es lo que te podría decir”, contesta Julieta Beas sobre la posibilidad de insertar este programa en el marco de las luchas LGBTQ+ o en Gaza.

-Disculpa la insistencia, pero al pensar en lo que implica traer la Segunda Guerra Mundial, que es donde se origina una gran parte del conflicto actual Palestina-Israel, y la elección de compositores en este programa…¿qué tan problemático es para el coro hacer un posicionamiento directo sobre la situación?

“Siéndote sincera también, en respuesta, al ser un grupo representativo del Instituto Nacional de Bellas Artes y, por tanto de Secretaría de Cultura y de una visión gubernamental, estamos en cierto modo limitados a expresar una posición. Justamente es lo contradictorio, porque si estamos tocando este tema que va totalmente de la mano de todos los que surgen en consecuencia, tendríamos que tener una opinión y al tener una opinión tendríamos que tener un posicionamiento. Tienes toda la razón. Qué mejor que el arte para hacerlo, pero aquí me agarras un poco en curva porque institucionalmente hay ciertas restricciones”, explica Julieta Beas.

PROGRAMA

El concierto “Madrigalistas por la paz”, se presentará el domingo 22 de junio, a las 5pm, en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.

Dentro del programa destaca la pieza Canti di Prigionia (Cantos de cautiverio), de Luigi Dallapiccola (1904-1975), que se presentará por primera vez en el Palacio de Bellas Artes y que incluye la oración de María Estuardo, la invocación de Boecio y la despedida de Girolamo Savonarola.

A través de un comunicado del INBAL, Carlos Aransay indicó que “La obra Canti di Prigionia o Cantos de cautiverio fue escrita por Dallapiccola durante la dictadura de Benito Mussolini en Italia, en la que refleja su preocupación por las leyes de represión racial declaradas contra los judíos. Sus padres habían sufrido persecución y fueron exiliados, mientras que su esposa de origen judío tuvo que esconderse durante la Segunda Guerra Mundial. En ese momento decidió escribir una reflexión musical sobre lo que significa estar en prisión en espera de la muerte”.

Además del estreno mundial de la obra 43, del compositor Eduardo Soto Millán (1956), en el concierto se presentará “Itaca Op.81”, del mexicano Sergio Berlioz (1963), dedicada al Coro de Madrigalistas y a su director.

También se anuncian las piezas: O vos omnes (Todos los que pasáis), creada por Paul Mealor (1975); Recessit pastor noster (Se ha alejado nuestro pastor) Responsoria Tenebrae, del compositor Pawel Łukaszewski (1968); Requiem (I), de Hebert Howells (1892-1983); Blanc et noir (blanco y negro), de Claude Debussy (1862-1918), dedicada al teniente Jacques Charlot, caído en combate en marzo de 1915; Élegie pour la mort d’un berger (Elegía para la muerte de un pastor), de Bernard Andrès (1941), que interpretará Emmanuel Padilla en el arpa; y Dies Irae, canto llano atribuido a Tomás de Celano, siglo XIII, sobre el Juicio Final.

¿Qué es el coro de Madrigalistas?

Fundado en 1938 por Luis Sandi, la misión de la agrupación es “llevar lo mejor del arte coral a las instituciones educativas de todos los niveles, teatros y salas de concierto”. El coro de madrigalistas está integrado por Guadalupe Jiménez, Blanca Rodríguez, Karla Muñoz, Cynthia Sánchez, Alejandra Cadenas, Anabel García, Akemi Endo, Marlene Palomares, sopranos; Nurani Huet, Mónica N. Vélez, Mayté Cervantes, Julietta Beas, Martha Domínguez, Ruth Ramírez, Frida McNally, altos; Aarón Medrano, Orlando Pineda, Gerardo Matamoros, Eduardo Díaz Cerón, Gerardo Reynoso, Josué Hernández, tenores; Daniel Cervantes, Salvador Guízar, Vladimir Rueda, Marco Antonio Talavera, Jehú Sánchez, Alberto Albarrán, Edgardo Nieto, bajos; y José Luis González, piano.

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