
Nuevas observaciones del cometa interestelar 3I/ATLAS revelan una cola prominente y una coma brillante de este inusual visitante celestial, que gana actividad a medida que se acerca al Sol.
El 27 de agosto, investigadores utilizaron el Espectrógrafo Multiobjeto Gemini (GMOS) en Gemini Sur, en Cerro Pachón, Chile, para obtener imágenes profundas y multicolores del cometa interestelar 3I/ATLAS. Gemini Sur es una de las partes del Observatorio Internacional Gemini, operado por NSF NOIRLab.
En las imágenes capturadas durante la sesión, el cometa muestra una amplia coma -una nube de gas y polvo que se forma alrededor de su núcleo helado a medida que se acerca al Sol- y una cola que se extiende aproximadamente 1/120 de grado en el cielo (donde un grado equivale aproximadamente al ancho de un dedo meñique de un brazo extendido) y apunta en dirección contraria al Sol. Estas características son significativamente más extensas que en imágenes anteriores del cometa, lo que demuestra que 3I/ATLAS se ha vuelto más activo a medida que viaja por el sistema solar interior.
Más allá de capturar imágenes impresionantes, la principal motivación científica de la sesión de observación fue recopilar el espectro del cometa, que se refiere a las longitudes de onda de la luz que emite. Un espectro puede brindar a los científicos información sobre la composición y la química del cometa, lo que les permite comprender cómo cambia a su paso por el sistema solar, informa NOIRLab en un comunicado.
TERCER COMETA INTERESTELAR
El objeto interestelar fue detectado por primera vez el 1 de julio de 2025 por ATLAS (Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides). Las nuevas observaciones sugieren que el polvo y el hielo de 3I/ATLAS son bastante similares a los de los cometas nativos de nuestro sistema solar, lo que sugiere procesos compartidos en la formación de sistemas planetarios alrededor de otras estrellas.
Los cometas interestelares son extraordinariamente raros: 3I/ATLAS es solo el tercer ejemplo confirmado, tras el cometa 1I/?Oumuamua en 2017 y el cometa 2I/Borisov en 2019. A diferencia de los cometas que se dirigen al Sol, 3I/ATLAS viaja en una órbita hiperbólica que eventualmente lo llevará de regreso al espacio interestelar. Su breve paso por el sistema solar brinda a los astrónomos una oportunidad única de estudiar material formado alrededor de una estrella distante.