Puerto Vallarta fue testigo de un homenaje muy especial a una de las películas más influyentes en la historia del cine mexicano: “Amores Perros”, que conmemoró su 25 aniversario con una clase magistral titulada “Amores Perros, 25 años de una historia que marcó el mundo”. La actividad se llevó a cabo en el marco de la edición 67 de los Premios Ariel y reunió a parte del equipo creativo y actoral de la cinta dirigida por Alejandro González Iñárritu.
Entre los asistentes destacados se encontraron el actor Gustavo Sánchez Parra, así como productores y miembros del equipo técnico como Carlos Hidalgo que formaron parte de este proyecto fílmico que, desde su estreno en el año 2000, revolucionó la manera de contar historias en la gran pantalla y abrió un nuevo camino para el cine nacional.
Durante la charla, moderada por el director de FILMA Jalisco, Alejandro Tavares, los participantes compartieron anécdotas inéditas del rodaje, reflexionaron sobre el impacto de la película a nivel internacional y recordaron los desafíos que enfrentaron en su realización. Se rememoró cómo, para muchos de los involucrados, “Amores Perros” representó su primera experiencia cinematográfica, incluido Gael García Bernal, quien debutó en el cine con este papel que lo catapultó a la fama.
Uno de los puntos más comentados fue el carácter arriesgado de la producción, que contó con un presupuesto de 24 millones de pesos, una cifra poco común para el cine mexicano de finales de los noventa. El proyecto, pese a ser encabezado por un director debutante y un elenco mayormente nuevo en la pantalla grande, logró consolidarse gracias a la disciplina, obsesión y visión de Iñárritu, quien dedicó más semanas a la preproducción que al rodaje mismo, cuidando cada detalle para mantener la esencia del guion original de Guillermo Arriaga.
Se destacó también la manera en que la cinta logró reflejar la crudeza, la violencia y la complejidad social de México a través de sus tres historias entrelazadas. Además, se hizo énfasis en la proyección internacional del filme, recordando su recorrido por festivales y su impacto en lugares tan distantes como Japón, donde se convirtió en una poderosa carta de presentación de la cultura mexicana.
Los retos técnicos del rodaje también tuvieron un espacio en la conversación. Los ponentes recordaron la preparación minuciosa de las escenas de peleas de perros, siempre bajo un estricto protocolo para garantizar el bienestar animal, así como la emblemática secuencia del choque automovilístico, que se convirtió en uno de los momentos más memorables de la película y una referencia visual ineludible en la historia del cine contemporáneo.
Al final de la clase magistral, los participantes coincidieron en que el legado de “Amores Perros” trasciende generaciones, pues no solo marcó un antes y un después en el cine nacional, sino que también inspiró a nuevos creadores a atreverse a contar historias diferentes y a explorar narrativas innovadoras. Veinticinco años después de su estreno, la cinta se mantiene como un referente indiscutible del séptimo arte y un símbolo del potencial creativo de México.