Cultura

La investigación se enmarca en la Operación Ronda de Noche, el mayor proyecto de estudio y conservación realizado sobre esta obra del siglo XVII

Rembrandt tomó prestado un perro de un colega para crear “La ronda de noche”

Obra. El perro que ladra en la pintura La ronda de noche (1642) (en la imagen abajo a la izda) no salió de la imaginación de su pintor Rembrandt, sino de un dibujo de 1619 de Adriaen van de Venne, artista y poeta del Siglo de Oro neerlandés. (Rijksmuseum/EFE)

El perro que ladra en la pintura La ronda de noche (1642) no salió de la imaginación de su pintor Rembrandt, sino de un dibujo de 1619 de Adriaen van de Venne, artista y poeta del Siglo de Oro neerlandés.

El hallazgo, publicado hoy por el Rijksmuseum, revela cómo el maestro se apoyaba en modelos existentes para construir su lienzo más famoso.La investigación se enmarca en la Operación Ronda de Noche, el mayor proyecto de estudio y conservación realizado sobre esta obra del siglo XVII, y fue la curadora Anne Lenders, del Rijksmuseum de Ámsterdam, quién reconoció el origen del motivo casi por casualidad, durante una visita a una exposición sobre Van de Venne en otra pinacoteca neerlandesa.

“Estaba paseando por la sala y de pronto vi un perro en un dibujo de portada de libro. Inmediatamente pensé en el de La ronda de noche. Era demasiado parecido”, explicó Lenders en entrevista con EFE.Según la experta, las “similitudes llamativas” - el giro de la cabeza hacia arriba, la línea oscura que marca el ojo, el collar adornado con círculos y un anillo frontal y la postura baja con el cuerpo en diagonal- “solo podían significar que Rembrandt usó ese modelo como fuente”.

Y ahí empezó la duda científica: “Al principio pensé que debía de ser una coincidencia, pero cuanto más lo miraba, más convencida estaba. Entonces hice la comparación con el boceto subyacente del cuadro de Rembrandt (hecho con tiza) y allí las correspondencias eran todavía más claras”, explica.

El diseño original de Van de Venne fue creado para la portada del Self-stryt (Autoconflicto), un libro de emblemas del poeta y humorista neerlandés Jacob Cats en 1620 y muy popular en el siglo XVII, con decenas de ediciones. En la parte inferior de la portada, aparece un perro en actitud encogida, con la cabeza vuelta hacia arriba y un collar con círculos y un anillo frontal: rasgos casi idénticos a los del animal dibujado por Rembrandt.

El análisis técnico con fluorescencia de rayos X macro (MA-XRF) confirmó las sospechas de Lenders: en el boceto inicial de la Ronda de noche, el perro de Rembrandt se parecía aún más al modelo de Van de Venne, con la pata delantera más doblada y el pecho más bajo.Rembrandt, sin embargo, introdujo cambios significativos en su versión final.

En el dibujo original, el perro está echado y tranquilo, mientras que en La ronda de noche el pintor lo puso sobre las cuatro patas, más alerta, para reaccionar al estruendo del tambor en medio de la mítica escena abarrotada de milicianos que dibujó Rembrandt (1606-1669).“Rembrandt buscaba dar tensión.

Quería que el espectador sintiera que el perro podía salir corriendo en cualquier momento”, señaló la curadora, que subraya cómo ese detalle contribuye a aumentar la emoción y el dramatismo de la composición.Este hallazgo encaja con su forma habitual de trabajar: el pintor poseía una extensa colección de dibujos y grabados de otros artistas, que usaba como base para sus propias composiciones.

En La ronda de noche ya se sabía que se inspiró en grabados de Jacques de Gheyn para la postura de tres mosqueteros; y en sus cuadros sobre José y la esposa de Potifar hay paralelismos con escenas diseñadas por Van de Venne, lo que reforzó la hipótesis de que el artista conocía su obra.Este caso demuestra que incluso un detalle aparentemente secundario, como un perro, puede ofrecer pistas sobre el modo de trabajar del maestro neerlandés. Lenders destacó que “porque la pintura es tan convincente, uno piensa que todo es original.

No es así. La originalidad está en cómo Rembrandt lo integra en la composición”.Para el director del Rijksmuseum, Taco Dibbits, el descubrimiento es otra prueba de que la investigación sigue arrojando sorpresas sobre una de las pinturas más estudiadas del mundo.

“Casi cuatro siglos después, aún aprendemos cosas nuevas sobre cómo Rembrandt creó esta obra maestra”, señaló.La pintura de 337 kilos y cuatro siglos de vida, también conocida como La Guardia Nocturna, mide 379.5 cm de alto por 453.5 cm de ancho.

La Operación Ronda de Noche, iniciada en 2019 en medio de una sala acristalada del museo para que el público pueda seguirla en directo, sigue en marcha con la eliminación del barniz y el análisis del estado de conservación del lienzo. El proyecto incluye además una serie en YouTube, The Night Watch: Every Inch a Story, con seis capítulos sobre los hallazgos más recientes sobre la pintura.

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