
El escritor argentino Pablo Maurette ganó este lunes la 43ª edición del Premio Herralde de novela, convocado en España por Editorial Anagrama, con su obra ‘El contrabando ejemplar’, que el autor define como “un homenaje al plagio” porque considera que “toda literatura es un acto de paramnesia”.
La ganadora figuraba entre los 892 originales que optaban este año al galardón, dotado con 25.000 euros y al que autor argentino se presentó bajo el seudónimo de Carlos Bernárdez.
La novela, que estará en las librerías el próximo día 26, narra la historia de Pablo, un aspirante a escritor sin escrúpulos que viaja a Madrid para recuperar el manuscrito que Eduardo, su amigo y mentor, dejó al morir, un libro que nunca culminó pero que pretendía explicar lo inexplicable: el infortunado destino de la Argentina que durante el siglo XVII configuró su economía con un sistema de comercio clandestino que se conocía como ‘contrabando ejemplar’.
En la conferencia de prensa tras darse a conocer el fallo del galardón, Maurette confesó que su novela es “un homenaje al plagio, que es la única forma de hacer literatura” y añadió: “La literatura es un acto de paramnesia porque todo libro está hecho de libros y esta novela está hecha de retazos de todos los libros que he leído, de las palabras que escuché y de las imágenes que vi”.
El premiado reconoció que ‘El contrabando ejemplar’ bebe mucho de la tradición picaresca española de los siglos XVI y XVII en lo referente a “lo grotesco, el humor y el disparate”.
La novela inconclusa que aparece en la historia es “un manuscrito que aspira a ser la gran novela argentina y que narra el destino infausto de la Argentina, que pudo ser grande y poderosa, pero no lo fue”.
El narrador principal, Pablo, es un joven escritor falto de ideas, bastante resentido porque tiene pocos lectores, que decide robar el manuscrito de su amigo.
En la obra ganadora hay elementos de la novela histórica situados en el siglo XVII, “una especie de agujero negro en la historia de Argentina, un momento muy borroso y complicado porque Buenos Aires formaba parte del virreinato del Perú, y como Lima no quería competencia, convenció a la Corona española para que cerrara el puerto bonaerense, y así permaneció durante siglos”.
La Argentina del contrabando sistémico del siglo XVII
En ese tiempo, recuerda Maurette, “la ciudad sobrevive gracias al contrabando, del que participan todas las instituciones políticas y religiosas, por lo que la mitad de nuestra historia transcurre en la ilegalidad y de ahí no podía salir nada bueno”.
Aunque el autor argentino prefiere no ver metáforas sobre la situación actual de Argentina y su presidente, Javier Milei, piensa que “este momento le cabría bien a la historia narrada, como un paso más hacia un abismo que nunca llega, pero quizá la motosierra acelere ese camino al abismo”.
Maurette incorpora en su novela un mito, que “solo es real en la ficción”, según el cual una mujer de la etnia querandí, que desapareció a finales del XVII, tuvo un niño de una relación con un español, “un niño monstruo que murió al poco de nacer y cuyos restos fueron quemados y enterrados en la catedral de Buenos Aires como una especie de conjuro maldito para Argentina”.
Planea en la novela también el tema del peronismo y el gorilismo o antiperonismo, “un conflicto presentado como generacional y temperamental, en el que los personajes se alinean en contra de sus padres o sus abuelos”.
Para la editora y miembro del jurado Silvia Sesé, la novela ganadora del Herralde es “divertida, de aventuras, apasionante, que mezcla tiempos históricos con la contemporaneidad”.