Cultura

Desde que Trump volvió a la presidencia de EU, cambiaron las condiciones para migrantes, añade Rennier Piñero.

“Paso del Norte” busca volver a humanizar y mostrar las caras del proceso migratorio

Òpera Una escena de la ópera “Paso del Norte”. (Cenart)

Este fin de semana, el Mexico Opera Studio (MOS) presentó por primera vez en la Ciudad de México la producción “Paso del Norte”, ópera mexicana del compositor Víctor Rasgado, bajo la dirección de Rennier Piñero y Alejandro Miyaki, y coordinación general de producción, Carolina Vanegas.

“La compuso en 2011 para ser estrenada en Ámsterdam, en un Festival dedicado a la migración como movimiento vertebrador de los movimientos y de la evolución de las sociedades”, destaca Rennier Piñero.

En conversación, el director escénico de esta ópera relata que el proyecto se empezó a ensayar en 2024 y marcó su estreno mundial en marzo de 2025, dentro del quinto ciclo de ópera mexicana del MOS. En aquella ocasión el proceso de investigación y como de estudio y de aprendizaje musical fue realmente intenso.

“Una de las cosas que sí ha evolucionado de cuando lo presentamos en Monterrey es que ahora podemos saber que esa complejidad que plantea Víctor Rasgado en realidad una suerte como de efectos que permiten dibujar con una precisión casi quirúrgica las distintas atmósferas de las escenas que él plantea y eso permite que el público, más allá del virtuosismo técnico, viaje de la mano por una historia en el ámbito operístico”, opina sobre lo que ha sido el progreso de esta propuesta, finalmente presentada en CDMX.

Así como le parece potente el tema de la migración para Rennier Piñero, tratarlo en la ópera “es absolutamente perentorio a la época en la que estamos viviendo”.

“Lo que buscamos nosotros desde la puesta en escena es volver a humanizar y mostrar las distintas caras que puede tener el proceso migratorio de una persona”, destaca.

Por su parte, el director concertador de la propuesta, Alejandro Miyaki coincide en que el mensaje principal de esta historia es la empatía y detalla que se trata de la versión para 7 instrumentos, de entre 3 versiones que creó Víctor Rasgado.

“La primera versión era para tres instrumentos, después hizo una segunda versión, para banda popular de pueblo y de esa misma versión hizo una con siete instrumentos”, describe.

De acuerdo con el director concertador, la idea del compositor era hacer alusión al tema a través de la instrumentación y del lenguaje musical.

“La instrumentación implica hacer un homenaje a los músicos, el maestro Víctor Rasgado era de ascendencia oaxaqueña, de esa zona emigraban hacia Estados Unidos, entonces pone estos instrumentos representativos de las bandas, que son alientos y percusiones”, comenta sobre las maneras en que más allá del montaje esta ópera presenta y caracteriza a los personajes que se van “al otro lado” en busca de oportunidades.

“Por sí sola la dotación instrumental no es peculiar para una ópera que sería normalmente con cuerda o algo así, es con aliento, lo cual le da unas características muy particulares”

A lo largo del montaje también aparecen los sonidos del tren y música de procesiones típicas de poblados mexicanos, que se suma a la claustrofobia y horror que viven los protagonistas en un vagón de tren.

Esto permite “conectar a través de este lenguaje musical particular, no tan accesible como Mozart, Puccini o grandes clásicos, sino contemporáneo, que más que buscar un sonido melodioso busca generar una atmósfera y sensación del estrés o drama de lo que pueden vivir los personajes”.

Además de la importancia de rendir tributo a uno de los principales creadores musicales mexicanos contemporáneos, a través de la interpretación de su obra, la perspectiva de crisis en la aplicación de medidas que dificultan la entrada de quienes “venían caminando todo el continente para llegar hasta Estados Unidos” confieren una vigencia particular a este montaje.

PASO DEL NORTE

“Creo que es un bonito momento para la ópera mexicana en Ciudad de México, es nuestra ópera, que nos habla de una manera muy mucho más directa, no solamente desde el texto -la palabra que ya está cantada en castellano- sino también desde las formas musicales que vamos a disfrutar y que de alguna manera nos empoderemos de ese repertorio, de ese patrimonio que nos pertenece”, destaca Rennier Piñero.

Por encargo del Ensamble Vocal de Holanda, en 2011 el compositor Víctor Rasgado culminó esta ópera que inició en el año 2005, originalmente inspirada en la obra teatral “El viaje de los cantores” de Hugo Salcedo, reconocido dramaturgo mexicano contemporáneo

A su vez, el dramaturgo se inspiró en una terrible noticia de 1987 sobre dieciocho migrantes mexicanos que se dirigían hacía los Estados Unidos de Norteamérica en un vagón de carga de mercancía que fue sellado por el exterior causando la muerte de casi todos.

“El espacio cerrado y metálico se transformó en una olla de presión o un horno donde se exacerbaron los temores, las angustias y donde lo que faltó fue mucho oxígeno”.

Rennier Piñero explica que no es propiamente una adaptación de aquella obra, “sino que a partir de ese texto Víctor Rasgado se inspira y crea su propia dramaturgia”.

Detalla que esta versión integra “unos 12 cuadros sobre las distintas aristas del fenómeno migratorio”, a partir del conjunto de migrantes que se montaron en un tren para cruzar ilegalmente hacia el “sueño americano”.

“Este año, el 20 de enero amanecíamos viendo perplejos la toma de posesión de Donald Trump como presidente y cómo abruptamente cambiaron las condiciones para migrantes y gente en la frontera”, ahonda Rennier Piñero.

“Con la fuerza de un vendaval, en este momento estamos viendo permanentemente noticias sobre la migración, sobre los controles que genera y sobre todo un muy preocupante este movimiento, en ciertos lugares del mundo, donde parece achacársele la vicisitud de todos los males de un país a la gente que viene de afuera”, continúa.

Si bien se han hecho otras producciones, el director de escena considera que no han sido suficientes todavía para un “merecido un título como este”, posiblemente por su propia complejidad.

“Hacer ópera es casi siempre un milagro que conlleva la conjunción de muchos factores”, opina y considera que en esa operación también han logrado un elenco joven y profesional que permite atrapar a un público del 2025 - “un público en búsqueda de hiperestímulos”.

“Lo que nos ha permitido la lógica actual y la evolución de la propia obra es tratar de contarlo en esa forma que pueda hablarle en presente vivo al público”.

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