
“Rage bait” (cebo de ira) fue nombrada este año como la palabra del 2025 por Oxford University Press, tras registrar un crecimiento acelerado en su uso a lo largo de los últimos meses y reflejar el ambiente digital donde a veces las redes sociales crean contenidos para provocar enojo y atraer interacciones.
¿A qué se refiere la palabra “Rage bait”?
La expresión que se podría traducir como “cebo de ira” o también como “cultivo de ira”, se refiere a publicaciones hechas para incomodar o indignar por medio de mensajes ofensivos, provocadores o simplemente frustrantes.
Según el análisis de Oxford, el uso de esta frase se triplicó en el último año, impulsado por marcas e influencers que recurren a este tipo de estrategias para incrementar visitas y generar tráfico.
El popular diccionario de inglés escrito por Oxford define este tipo de contenido como una forma deliberada de activar emociones negativas para captar la atención de los usuarios.
Casper Grathwohl, presidente de Oxford Languages, señaló que su popularidad deja en evidencia cuánta conciencia comienza a haber sobre las tácticas que manipulan la experiencia en línea.
¿Desde cuándo Oxford hace lo de la palabra del año?
La selección de la palabra es una tradición que la misma institución mantiene desde 2004 y para elegir la palabra o expresión que capte la esencia cultural del año, por lo que el equipo lingüístico analiza millones de textos, desde periódicos y libros hasta redes sociales y blogs, para detectar patrones que marquen tendencias sociales o tecnológicas.
El proceso de selección incluye una revisión masiva de datos en el Oxford English Corpus, una preselección de términos destacados y discusiones editoriales donde especialistas evalúan su impacto y relevancia; al final se elige la palabra que mejor representa el tono del momento.
Cambridge selecciona la palabra “parasocial” como terminó que define el 2025
La decisión se suma a la del Diccionario de Cambridge, que en noviembre eligió “parasocial” como la palabra del año, un término que describe la sensación de conexión emocional que alguien puede desarrollar con una persona famosa, un personaje ficticio o incluso una inteligencia artificial.
Ambas palabras muestran cómo las dinámicas digitales están marcando la comunicación global y cómo las emociones, desde el apego hasta la indignación, se han vuelto parte central del lenguaje contemporáneo.