Internacionalista, maestra investigadora e historiadora del arte especializada en historia de México, Isabel Revuelta se ha convertido en una de las voces más activas en la divulgación histórica del país. Ha sido catedrática en el Departamento de Arte de la Universidad Iberoamericana y es fundadora del reconocido curso privado La historia sin mayúscula, un espacio que cuestiona y desmitifica los relatos tradicionales. Desde ahí, Revuelta impulsa una mirada crítica y profundamente humana de los personajes que han dado forma al México contemporáneo.

Con esa misma intención llega Somos históricas 2, la segunda entrega de un proyecto que busca alumbrar a las mujeres que participaron en la construcción del país, pero que la historia oficial dejó en penumbra.
Un momento luminoso… pero no ingenuo
Revuelta ahondó en la propuesta de Mujeres en la historia, espacio que se presenta en las mañaneras de la presidenta Claudia Sheinbaum, sin embargo, aunque para la autora, México atraviesa un tiempo fértil para la recuperación de figuras femeninas: nuevos libros, investigaciones, iniciativas públicas y debates colocan cada vez más a las mujeres en el centro del relato histórico. No obstante, aclara que no todo brillo es claridad.
“Aplaudo la luz que se está poniendo sobre las mujeres. Lo que no aplaudo es manipular la historia. Eso ha pasado siempre, con hombres y mujeres. La historia está llena de narrativas dogmáticas.”
Advierte que la recuperación de personajes no debe convertirse en herramienta política, sino en una vía para transformar el presente:
“Es fabuloso hablar de mujeres en la historia, pero ¿qué pasa con las de hoy? Yo tengo una hija de 21 años. Yo quiero que en este país dejen de morir once mujeres todos los días.”
Isabel asegura que, si bien es importante seguir visibilizando la historia a través de las mujeres, se debe hacer con conciencia y con responsabilidad.
La emoción y la responsabilidad de un segundo volumen
Publicar una nueva entrega de Hijas de la historia —ahora Somos históricas 2— representa para Revuelta un logro y una deuda: la posibilidad de ampliar la mirada, pero también el compromiso de seguir excavando en los silencios.
“Es una sensación muy satisfactoria. Son años investigando y buscando a esas otras mujeres que han hilvanado el lienzo de nuestra historia.”
En este volumen, amplía los periodos abordados e incorpora figuras como la Reina Roja de Palenque, una gobernante maya que vivió hace dieciséis siglos y cuya identidad pudo reconstruirse apenas en años recientes, gracias al avance científico.
“La ciencia fue un detective. Separar el sinabrio de sus huesos nos permitió saber quién era. Hablar de ella fue abrir una ventana al México prehispánico.”
Elegir a las protagonistas: un universo que se acota y se ilumina
Aunque el universo de mujeres dignas de ser narradas es vasto, el criterio se afina desde el rigor histórico: destacar personajes que permitan entender un periodo, una clave del pasado.
“Las fuentes, los archivos, las entrevistas… es una investigación enorme. Pero el universo se acota cuando como historiadora quiero remarcar un periodo histórico.”
En esta entrega vuelve a La Conquista, pero también viaja más atrás para comprender la multiplicidad de culturas que han construido México.
Todo esto lo comparte, además, con una emoción particular: durante la entrevista, a su lado está Rosa Montero, una de las precursoras contemporáneas en recuperar historias de mujeres.
Una vocación nacida de la búsqueda de identidad
El origen de su interés por la historia tiene que ver con su propia trayectoria. Nacida en México pero criada en distintos países por el trabajo de su padre, Revuelta regresó al país a los 10 años sin conocer del todo la cultura que le pertenecía.
“La historia nunca fue aburrida para mí. Era que me contaran lo que yo era. La historia me dio pertenencia y orgullo.”
Y es ahí donde aparece su frase más poderosa:
“La historia es un antídoto.” Un antídoto contra la ignorancia, contra la manipulación política y contra el olvido.
Heroínas recordadas y olvidadas: la pluma caprichosa del historiador
¿Por qué algunas mujeres pasaron al relato oficial —como Sor Juana o Josefa Ortiz de Domínguez— mientras que otras, igual de relevantes, permanecieron ocultas?
“La pluma del historiador es caprichosa. Con las mujeres, tiene una deuda enorme. Las narrativas son maniqueas: santas o villanas.”
Cita el caso de Sor Juana, olvidada durante siglos, y el de Malintzin, cuya leyenda negra surgió recién en el siglo XIX.
Por eso insiste en la necesidad de contar historias sin santificar ni demonizar:
mujeres reales en contextos reales.
Educar desde la raíz
Revuelta está convencida de que incorporar estas narrativas en la educación básica tendría un impacto profundo:
“Conocernos desde jóvenes nos hace más completos. La historia te dice quién eres y te ayuda a saber a dónde vas.”
Una invitación: leer, cuestionar, contrastar
Para cerrar, la autora deja una consigna:
“No nos crean ciegamente. Lean otras fuentes, armen su propio panorama. La historia no es una sola voz.”
Con Somos históricas 2, Isabel Revuelta abre otra grieta luminosa en ese muro de silencio que rodeó por siglos a las mujeres que hicieron posible este país. Y con ello confirma su misión: devolvérnoslas, completas, humanas y verdaderas.