Cultura

Un filósofo que llega a la FIL para abrir, con humor y lucidez, la pregunta que sostiene toda experiencia estética: cómo y por qué decidimos que algo es arte

Llevamos toda la vida diciendo qué es arte… hasta que alguien nos pide definirlo: Sixto Castro

En su primera visita a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, el filósofo español Sixto Castro camina entre pasillos abarrotados, niños corriendo y miles de actividades que lo desbordan. “No sabía lo que significaba estar en la FIL hasta que llegué. Es gigantesca”, confiesa. Acostumbrado a presentar sus libros en contextos más pequeños, el autor reconoce que apenas comienza a procesar la magnitud del encuentro editorial más importante del mundo en español. Esta tarde, a las 17:00 horas, presentará su nuevo libro ¿Qué es, pues, una obra de arte?, publicado por la Universidad Anáhuac en coedición con Gedisa.

Castro, profesor de Estética y Filosofía del Arte desde hace 25 años, asegura que su obra es el resultado natural de décadas de clases, preguntas complejas de sus estudiantes y una obsesión que lo ha acompañado toda la vida: entender cómo definimos el arte. “La gente dice ‘esto no es arte’ con una facilidad enorme. Pero para poder sostener eso, antes hay que pensar qué significa que algo sea arte”, explica.

El arte como ciudad: una metáfora para entender su constante expansión

La propuesta central de Castro parte de una idea tan simple como luminosa: el arte funciona como una ciudad en expansión. Igual que Guadalajara, que un día fue solo su centro histórico y hoy abarca barrios enteros que antes fueron pueblos independientes, el mundo del arte crece, absorbe, redefine y reordena sus límites.

“Durante mucho tiempo pensábamos que el arte era solo pintura. Hoy puede ser una plataforma, una acción, un objeto cotidiano. El concepto se ha ido ensanchando”, explica. Por eso, para él, la pregunta “¿esto es arte?” no tiene que ver con si algo es bueno o malo. Una obra puede ser pésima y seguir siendo arte, igual que un mueble de Ikea es un mueble aunque dure un año.

Lo que determina la clasificación no es una esencia objetiva ni una percepción subjetiva, sino acuerdos sociales e institucionales: lo que deciden artistas, críticos, museos y comunidades. “Decir que algo es arte no significa que sea valioso, solo significa que pertenece a ese mundo”.

Un recorrido accesible por las grandes teorías del arte

En el libro, Castro revisa las principales definiciones del arte propuestas en los últimos 70 años, sus puntos fuertes y sus fallas. A partir de esas discusiones plantea su propia tesis: el arte se configura en una red de relaciones sociales e históricas en constante movimiento, no en un conjunto fijo de propiedades.

Aunque por momentos entra en terrenos técnicos, el filósofo asegura que su obra es comprensible para lectoras y lectores sin formación especializada. “Si yo no lo entiendo, no lo escribo”, dice entre risas. Su claridad y su tono docente lo convierten, incluso, en un texto ideal para estudiantes, aunque aclara que nunca obliga a sus alumnos a comprar sus libros.

De San Agustín al arte contemporáneo

El título del libro —una cita velada a San Agustín— funciona también como provocación. Igual que ocurre con el tiempo, pensar en el arte es fácil… hasta que alguien nos pide definirlo. “Todos creemos saber qué es arte, hasta que encontramos algo que nos sorprende y de pronto sentimos que no encaja. Entonces aparece nuestra teoría, que siempre está ahí aunque no la tengamos consciente”.

El filósofo admite que, a veces, la expansión del concepto genera burlas, como ocurre en redes sociales cuando se ironiza sobre piezas contemporáneas confundidas con basura. Pero para él, ese desconcierto forma parte de la conversación natural de una ciudad creativa que nunca deja de mutar.

Un libro para quienes quieren entender por qué llamamos “arte” a lo que llamamos arte

Castro espera que sus lectores encuentren en estas páginas una brújula: no una definición cerrada, sino un marco para pensar críticamente las categorías que usamos todos los días sin darnos cuenta. “Quería compartir lo que he podido comprender en 25 años de darle vueltas al tema”, afirma.

¿Qué es, pues, una obra de arte? ya está disponible en librerías de todo el país gracias a la distribución de Gedisa, y también en los estands de la FIL. Un libro que no promete respuestas definitivas, pero sí un camino más lúcido para hacerse la pregunta.

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