Cultura

El escritor habla de su libro “El silencio del gato”, la historia de Thor, su felino, y sus actos ceremoniales

Ruy Sánchez: El ronroneo del gato es el ritual que revela un estado alterado”

Libro El escritor Alberto Ruy Sánchez.

La relación entre humanos y gatos comienza como un misterio, como una interrogante. Alberto Ruy Sánchez observa al fenómeno felino y se pregunta ¿por qué hace esto? ¿Por qué es tan raro el gato?

“Primero te odia, bueno, primero me odiaba”, recuerda el escritor sobre Thor , un gato rojo, con los pelos parados, chiquitito que un día adoptó su hija. “Y luego, pues ella se fue y nos lo dejó”.

Sin saberlo en esos momentos, fue así como empezó a gestarse “El silencio del gato”, publicado en la colección Alacena bolsillo de Ediciones Era (coeditado con Ediciones La Rana, 2025).

Con el paso del tiempo y trato cotidiano, el prolífico escritor y director editorial de Artes de México observó que el gato tenía ciertos “rituales”, como acostarse en su pecho y ronronear diario a las 4 de la mañana.

RONRORITUAL

“Te das cuenta que empieza a ronronear, el ronroneo es una vibración de la garganta y de la tráquea que hace percusión en los pulmones”, comienza a detallar Alberto Ruy Sánchez.

“O sea, como las guitarras y los instrumentos de cuerda, que el sonido retumba en su caja toráxica, pero cuando se pone encima de mí, usa mi caja también. No sé, está usando mis pulmones para resonar … ¿por qué hace eso?”, se asombra incluso ahora, a pesar de haber dedicado tanto tiempo y una publicación a estas reflexiones.

“Me di cuenta que, así como eso, hace muchas cosas que son rituales. En realidad, es una manera de comunicarse contigo, establecer un vínculo. Como cuando vives con una persona, sea de tu familia o una pareja amorosa, haces pequeños rituales que fortalecen el vínculo”, continúa.

Respecto del ronroneo plantea que es un ritual en el cual el gato se encuentra en un estado alterado, ni dormido, ni despierto, “y cuando se pone encima de mí, yo entreabro los ojos… si yo los abro completamente -es decir, si me despierta- se va”.

“Es decir que me mantiene prisionero en ese estado intermedio, ni dormido ni despierto. Entonces todo empieza como una pregunta a partir de esto del ronroneo: ¿por qué hace esto?”, manifesta.

Al observar con más detenimiento, Alberto Ruy Sánchez considera que puedes “reírte un poco también de lo poco que somos para comprender a los gatos, en realidad, necesitas casi ser un poco gato para entender a los gatos”.

POEMARIO

“No soy científico, pero como poeta lo que uno plantea es el asombro. Y después del asombro una reflexión, que no es científica y no solo personal, puede ser colectiva y luego muchas veces hay pequeñas historias que contar”, explica sobre el origen de este poemario que le tomó unos 3 años escribir -como suele sucederle, aunque con las novelas se toma hasta 8 años- y alcanzó a publicar antes del fallecimiento de Thor, hace un par de meses (este año).

Aunque el inmortalizado gato alcanzó a ver el libro publicado, Alberto Ruy Sánchez destaca que se incluye un QGR con 10 videos porque “la experiencia del libro tiene que ver con cerrar ciclos”.

“Yo soy alguien que no escribe por inspiración. Yo creo en un diálogo con la naturaleza. Nunca pretendo que entiendo completamente y nunca pretendo que debo dejar que puedo dejar de preguntar o dejar de escuchar”, detalla.

Constantemente se encuentra escribiendo simultáneamente varias cosas, editando y reescribiendo. “Entonces todo eso es paralelo, pero cuando ya cerré el ciclo yo sentí que ya era el momento en que la obra …no es que esté terminada para siempre. Para mí, el tipo de obsesiones que yo tengo -porque no soy una persona disciplinada, soy obsesivo- por ejemplo éste [libro] es el tercero de un ciclo no orgánico, son tres libros”, continúa.

De estos tres libros, el primero fue “Luz del colibrí”(Ediciones Era, 2016), sobre lo que el autor define como la experiencia de “despertar con la persona que amas”.

El segundo fue “Dicen las jacarandas” (Ediciones Era, 2019), sobre las jacarandas en la ciudad de México y el tercero es este “El silencio del gato”, con lo que considera el ciclo cerrado.

“Cada gato tiene una personalidad distinta”, señala y agrega que de alguna manera estos animales invitan a la humildad y hacen pensar que las personas a veces tenemos limitaciones para entender a otras especies.

Uno de los epígrafes del poemario es de Jean Burden y declara que “un perro es prosa, pero un gato es un poema”, aunque al plantearle al escritor y director editorial la existencia en la literatura de una preferencia hacia los gatos por encima de otros animales, él rebate:

“Lo que pasa es que cada uno es diferente, pero hay sobre todo tipo de animales. En Artes de México acabamos de sacar un libro que se llama El Grito Salvaje y es sobre un fotógrafo -que también es escultor- que se preocupó por los jaguares, que es otro tipo de gato, tiene una fuerza increíble y simbólica, pero al mismo tiempo son super fugaces. Y este señor se metió al Amazonas y fotografió 180 días e identificó a 40 jaguar distintos”, invita.

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