Cultura

La autora mexicana debuta en la novela para jóvenes y adultos con una historia fragmentada, intensa y profundamente humana sobre la ira, la adolescencia y las cicatrices que atraviesan generaciones

Juana Inés explora la herencia emocional y el perdón familiar en Furia

Desde una familia marcada por las palabras hasta una vocación que se consolidó entre la lectura, la enseñanza y la escritura, Juana Inés ha construido una trayectoria literaria guiada por preguntas. Licenciada en Lengua y Literaturas Hispánicas por la UNAM y maestra en Literatura Infantil y Escritura para Niños por el Centro de Estudios de Literatura Infantil del Simmons College, en Boston, la autora presenta Furia, su primera novela dirigida a un público más amplio, en la que indaga en los vínculos familiares atravesados por la ira, el silencio y la posibilidad del perdón.

Furia | Editorial Trillas (Cortesía)

“Siempre supe que iba a trabajar con palabras”, cuenta la autora al recordar una infancia rodeada de libros, pensamiento y conversación. Más lectora que escritora durante muchos años, Juana Inés reconoce que su relación con el lenguaje ha sido, desde el inicio, una herramienta para conectar con los otros y para entender el mundo.

Como en sus libros anteriores, Furia nace de una pregunta: ¿qué ocurre dentro de una familia cuando uno de sus integrantes es profundamente colérico?, ¿cómo se heredan los agravios y hasta dónde pueden afectar a distintas generaciones? A partir de esa inquietud surge Elena Ramírez Urrutia, una narradora desbordada y potente que, con apenas 17 años, carga no solo con su inminente expulsión de la preparatoria, sino con una historia familiar que desconoce.

La novela arranca en un conflicto aparentemente cotidiano —las malas calificaciones y el temor a que los padres lo descubran—, pero pronto se transforma cuando Elena, al buscar documentos en el escritorio de su madre, se topa con una revelación inesperada que pone en marcha la reconstrucción del pasado materno. A partir de ahí, Furia avanza en dos planos paralelos: la vida adolescente de Elena y el entramado emocional de una familia marcada por distancias, heridas y silencios no resueltos.

Juana Inés describe su proceso creativo como la construcción de una maqueta: un pequeño universo que se va poblando personaje por personaje. El eje de la novela, explica, fueron Elena y su madre, Eugenia, una decisión atravesada también por un cambio personal: por primera vez, la autora escribió desde la edad de la madre y no desde la mirada adolescente. “Ya no me sentía la protagonista joven, sino la mamá”, confiesa.

Alrededor de estas dos figuras se despliega un coro familiar complejo: tías difíciles, primos desconocidos, un padre que observa desde la distancia y una figura fundamental que, aunque nunca aparece del todo, marca el pulso emocional de la historia. Esa ausencia, admite la autora, fue uno de los mayores retos narrativos y también uno de los elementos más potentes del libro.

La escritura de Furia tomó cerca de tres años entre la idea inicial, el trabajo con el editor y la entrega final. Aunque reconoce que soltar un manuscrito nunca es sencillo, en este caso logró dejarlo ir con relativa calma. “Las obras se abandonan”, dice, “y uno tiene que dejarlas correr libres”.

Más allá de la anécdota adolescente, Juana Inés espera que los lectores encuentren en Furia una historia disfrutable, pero también un espacio para la reflexión. “Es una novela de crecimiento, pero sobre todo de perdón y de recomposición familiar”, señala. En ese sentido, aunque la voz protagonista sea joven, la autora subraya que el libro no está dirigido únicamente a adolescentes: “Todos estamos creciendo todo el tiempo”.

En términos formales, Furia se aleja de la narración lineal. Influida más por lo audiovisual que por la novela tradicional, la autora construyó un relato fragmentado que incorpora mensajes, notas médicas, cartas escolares y distintos registros narrativos. “Quería brincar todo el tiempo, como pasa en la vida real, especialmente en la adolescencia”, explica.

La novela será presentada en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara el sábado 6, a las 18:00 horas, en el Salón de Profesionales, en un encuentro que Juana Inés concibe más como una conversación abierta que com

Actualmente, la autora trabaja en una nueva novela dirigida a lectores más jóvenes, ambientada en la pandemia de COVID-19 y narrada desde la mirada de una niña —y de un perro— obligados a convivir en casa de los abuelos.

Juana Inés puede encontrarse en redes sociales como @yodehesa en X y @juanainesdehesa en Instagram, donde, asegura, lee y responde a quienes se acercan a conversar. Porque, como su literatura, su apuesta sigue siendo la misma: que las palabras sigan siendo un punto de encuentro.

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