
No hay mexicano que no haya visto, aunque sean cinco minutos, un partido de futbol y no hay amante del soccer que use este deporte como una catarsis ante el estrés e inseguridades que vive el país, es por eso que José Trinidad Camacho Orozco “Trino” utiliza al balompié para burlarse de la burocracia, de nuestras pasiones y de nuestros errores.
Esa catarsis la plasma en el libro “El Mundial de Trino” (Planeta) donde aparecen jugadores expulsados haciendo fila para alegar su salida injustificada, un árbitro que quiere festejar con el equipo campeón o el director técnico que le echa la culpa de la derrota a las anteriores direcciones.
“El futbol es un reflejo de todas nuestras frustraciones y anhelos, somos un país que tenemos mucha esperanza en que la Selección pase del quinto partido, somos un país donde el futbol es el comentario de los lunes en la mañana. Por más malita que sea la liga siempre hay un partido, una jugada, siempre hay algo que nos mantiene unidos a los mexicanos, incluso a la gente que no le gusta el futbol”, indica Trino.
El caricaturista afirma que este deporte es una catarsis ante el estrés e inseguridades que enfrenta el país.
“El libro habla con humor de lo que pasa alrededor del futbol, con los narradores, con los cronistas, con los entrenadores e incluso con los recogebalones, los papás de los jugadores y todo lo que engloba este negocio tan prolífico”, señala.
Trino afirma que todo mexicano tiene a la vista o en la mente un partido de futbol aunque no les guste.
“Es muy chistoso porque si ves cualquier deporte norteamericano: béisbol, basquetbol o americano, los narradores son muy parcos, pero de México hacia abajo todos los locutores están hablando como si estuviera pasando algo muy interesante”, expresa.
El también ganador del Premio La Catrina que otorga la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara 2022 comparte su experiencia con los “gringos” quienes le dicen que al ver soccer la narración los obliga a mirar todo el tiempo el partido, “porque ya no vale tanto ver la repetición”.
“Cuando el León se fue muchos años a segunda división decían que había menos productividad en las fábricas de zapateros porque no estaba en primera división y cuando ganaba el campeonato últimamente volvió la ciudad a tener una vida de productividad, pareciera que el futbol es como el motor para ser feliz, para tener una escapatoria necesaria”, indica.
¿Cuáles son los eternos errores del futbol mexicano?
No estamos preparados para ser ganadores y no estamos preparados para trabajar en equipo, somos individualistas. Hay una ‘estrellitis’ en el futbol mexicano.
Cuando Hugo Sánchez era el mejor jugador del Real Madrid o Rafa Márquez en el Barcelona, todos eran triunfos individuales. Cuando llegaron a la Selección seguían siendo esas estrellas que se iban apagando porque no tenían idea del juego en equipo, de jugar por amor a la camiseta y por amor al compañero.
¿Por qué utilizar los diálogos como mancuerna de tus caricaturas?
Mi ideal sería hacer tiras que tuvieran menos diálogos para que pudieran leerme en España, Argentina o Estados Unidos. Los monos sin palabras funcionan universalmente pero me gusta usar el lenguaje con las expresiones y, sobre todo, el lenguaje coloquial, usar palabras que ya se le olvidaron a todo mundo, recuperar las que usaban nuestros abuelitos.
¿Piensas que la caricatura muestra nuestras desgracias?
Somos un país que se ríe de sus desgracias, si hay un temblor es gacho pero al tercer día ya hay chistes. Los mejores chistes que escuchas en México los escuchas en un funeral, es nuestro mecanismo de defensa ante nuestro dolor y sufrimos mucho.
Somos un país que tiene mucho dolor, mucha tristeza en las cosas cotidianas pero que al final le damos la vuelta con el humor y a seguirle chambeando, a seguir con la vida a pesar de los políticos, de la corrupción. Los mexicanos tenemos un aguante impresionante.
Esperanza de ganar
Trino confiesa que a pesar de todo le apasiona ver los juegos de la Selección Mexicana aunque “llega a nada” y de igual manera le apasiona irle a un equipo. “No le voy a ningún partido político, no le creo a ningún político pero sí le voy a un equipo. Estoy feliz de irle a un equipo y se siente padre ganar, después de 70 años ganó el Atlas y se siente bien no perder”.
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