Cultura

Las historias inventadas acerca de los gitanos

Reseña del libro "Nombrar y Circular, Gitanos entre Europa y las Américas. Innovación, creatividad y resistencia"

El libro se presenta este jueves en la FIL de Guadalajara. El libro se presenta este jueves en la FIL de Guadalajara. (Colsan)

En México, en varias partes del país, a los Gitanos se les nombraba “Húngaros” y se les tenía por “robachicos”. Acerca de ellos, la gente contaba historias sin sustento, inventadas a base de repetir rumores que consolidaban los estereotipos sobre este gran pueblo universal. Porque los Gitanos son un pueblo universal. Así lo demuestra este fascinante libro en el que 10 académicos y académicas de las ciencias sociales reúnen sus voces y saberes para crear conocimiento acerca del pueblo Ludar y diseccionar a través de los nombres que recibe a lo largo del planeta, cómo es capaz de mantenerse en los contextos de la diversidad cultural, sin perder la conciencia de su unicidad. A los 10 autores y autoras del libro, se unen tres más para comentar con originalidad y actitud analítica, los capítulos que hacen a este libro maravilloso, dividido en tres partes. La editora, doctora Neyra Patricia Alvarado Solís, se ha consolidado como una antropóloga cuyas contribuciones son esenciales para comprender los mundos culturales del Norte y del Occidente de México y ahora también, el de los Gitanos/Ludar.

El libro debe mucho al coloquio “Gitanos entre Europa y Las Américas. Creatividad e innovación en los procesos de inmersión, dispersión e ilegitimidad” celebrado en el entrañable Colegio de San Luis, en México, en el mes de enero de 2018. Además de los estudiantes y académicos de la propia institución, concurrieron Gitanos/Ludar de México y Rom de Argentina. Un gran abrazo de Latinoamericanidad gitana. Y ese ánimo festivo por conocer a este pueblo universal está presente en cada página del libro. A la par de las reflexiones en torno a los Gitanos como pueblo y como cultura, que es decir Culturas, existe en quienes escriben en este libro, una actitud analítica hacia la antropología y un consecuente llamado a antropólogas y antropólogos para fijar más su atención en el pueblo de pueblos que son los Gitanos. Es otra razón para leer este libro. Además, es importante comentarlo en las aulas universitarias y extender el llamado hacia todas las disciplinas de las Ciencias Sociales, para dedicar investigaciones y crear conocimiento sobre el Pueblo Ludar. En el libro se especifica un tipo de diálogo a entablar porque la reflexión acerca de los Gitanos y de lo Gitano implica explicar cómo logran su inserción en la pluralidad de mundos en los que habitan sin perder un ápice de su ser histórico. Al respecto, concuerdo con la advertencia que varios autores anuncian: no se trata de reivindicar “esencias” sino de tener creatividad en el análisis del Pueblo Gitano. Porque la capacidad creativa de los Ludar/Rom/Tsigales/Gitanos, está presente en cada página de este original libro en el que el lector descubre que el etnónimo más antiguo de este pueblo es Romanicel. Libro que en el contexto mexicano era y es necesario, sobre todo, para entender que en su naturaleza universal los Gitanos son mexicanos y aportan su creatividad para enriquecer los universos culturales del país. ¡Que buen libro! me dije al terminar de examinarlo.

Bien dicen en su comentario Élodie Razy y Charles-Edouard de Suremain que este libro es una lección de humanismo.

Celebro la reunión de Neyra Patricia Alvarado, Leonardo Piasere, Martín Fotta, Nathalie Manrique, María Fernanda Baroco, Saúl Iván Hernández, Mariana Sabino, Rafael Buhigas, Sal-Ho Morales, Jorge Nedich, por ensamblar un espléndido y plural análisis del pueblo Gitano; y reconocer a Élodie Razy, Charles-Edouard de Suremain y Jean-Pierre Cavaillé por sus excelentes comentarios, que a la vez que sellan el libro, abren caminos, a la investigación en ciencias sociales.

Andrés A. Fábregas Puig.

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