Cultura

Hollywoodzen

Viola abreva tanto del Misticismo Cristiano e Islámico (Sufí) como del Budismo Zen para fusionar ecos de pintura renacentista y vídeo arte

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Eduardo Egea.

Eduardo Egea.

Bill Viola (Nueva York 1951) es un videoartista influenciado por pioneros de los años sesenta como Nam June Paik (1932-2006) o Wolf Vostell (1932-1998); antecedentes de artistas que desarrollaron el medio como James Coleman, Bruce Nauman, Joan Jonas, Juan Downey, Frank Gillette, Peter Campus, Susan Hiller, los Quasi-cinemas de Hélio Oiticica (1937-80), etc.

El Bill Viola Studio aprovechó los ecos religiosos de Ex Teresa Arte Actual en Tiempo Suspendido (28 Abr-28 Ago 2022) impecable exposición conformada por ocho video instalaciones producidas por el laboratorio multimedia Medusa Lab a través del estímulo fiscal EFIARTES y patrocinios de Telefónica Movistar y Panasonic.

Contemporáneo a Marcel Odenbach, Cindy Sherman o Allan Sekula (1951-2013), Viola es un artista cuya generación buscó aplicar crítica y/o expresivamente el anterior legado. Maestro del uso del tiempo y su ralentización, Viola abreva tanto del Misticismo Cristiano e Islámico (Sufí) como del Budismo Zen para fusionar ecos de pintura renacentista y vídeo arte, uniendo imágen fija y cinemática a través de la suspensión del tiempo. Ejemplo de ello es Surrender, 2001, donde en dos pantallas contrapuestas una pareja al doblarse de dolor sumerge simultáneamente su rostro en agua y nos revela que su imagen sólo era un mero reflejo distorsionado; perturbación de la imagen paralela en Fire Woman, 2005 donde una mujer al caer en agua turba el reflejo de un muro de fuego detrás de ella, fusionando ambos elementos.

Para algunos, los espectaculares vídeos de Bill Viola estimulan la contemplación como antídoto a la pérdida de significado de las imágenes en la Era de la Información; pero puede ser que para otros, la ecléctica, ubicua y atemporal expresividad espiritual de Viola basada en el efectismo de hollywoodenses vídeos en reversa o solemnes y artificiales escenografías tenebristas a la Caravaggio (1571-1610), más bien nos demuestran que el vacío warholiano de significados de las imágenes del siglo XXI no es tan lejano al mundo como vacua representación de la filosofía Zen.

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