Alguien que maltrata a su mujer puede ser heroico salvando un niño de un incendio, alguien que degüella un prisionero puede ser magnífico padre de familia, la vida es así, considera Arturo Pérez-Reverte.
En conferencia por su reciente libro El italiano (Alfaguara), el escritor español declaró haber conocido héroes de verdad, situaciones heroicas y viles. “Por eso sé por experiencia, que he reforzado en los libros, que el ser humano es ambiguo: se mueve en una gama de grises y colores difusos. Los héroes son circunstanciales, solamente la ficción o la estupidez nos hace ser héroes blancos o negros, malos o buenos”, señaló.
Esta novela narra el encuentro de Elena Arbués, una librera de 27 años, con un buzo desvanecido entre la arena y el agua. Aunque hace recurso de personajes y situaciones imaginarias, la trama se inspira en hechos reales: el hombre tirado en la arena pertenece al grupo de buzos de combate italianos que hundieron o dañaron catorce barcos aliados en Gibraltar y la bahía de Algeciras entre los años 1942 y 1943, durante la Segunda Guerra Mundial. La joven acude a socorrerlo y queda inmersa en una aventura, en la que el amor será sólo una parte del peligro.
Conversando con los medios, Pérez-Reverte comentó que en tanto que escritor, periodista y corresponsal de guerra, su experiencia de las virtudes humanas ha sido compleja. Jóvenes que lucharon heroicamente por la mañana, por la noche son capaces de matar prisioneros y violar mujeres. “Eso cuando lo ves a los 25 años, como yo lo vi, te da una visión del mundo difusa, y eso ayuda a generar el tipo de héroes que construyo, que se mueven en territorios ambiguos, grises”.
Para escribir esta novela, destacó hacer mano de una de las verdades que tienen, primero los lectores y los novelistas como consecuencia, y es que la imaginación es un aliado muy poderoso, así “uno es capaz de proyectar en los lugares que visita, lo que ha leído”.
“Yo hice el curso de buceo a los 18 años en la marina -buceo de combate, nocturno y orientación- complejo, especializado. Mi hija ha trabajado sacando barcos hundidos y también es buzo profesional. Es un mundo bajo el mar que me es muy familiar. Además, para la novela accedí a los informes que cada buzo italiano al regreso de su misión -si sobrevivía- anotaba para sus compañeros. Tengo mucha información de cómo se ve el mar y la guerra debajo del mar y eso apliqué en esta novela”, ahondó el escritor.
En el mismo sentido de la capacidad que tenemos para proyectar fuera de nosotros lo que llevamos dentro, señaló que la novela lleva el título del soldado, pero en realidad la protagonista es la librera que lo concibe como héroe, pues a través de sus lecturas ha sido adiestrada culturalmente para reconocerlo como tal. “Él no es más que un soldado, hombre sencillo que no dice nada inteligente en toda la novela. Normal, un soldado decidido y audaz que cumple con su deber de italiano en una guerra. Es la mirada de ella, que ha leído, tiene una memoria y una cultura, y proyecta en él esas lecturas, lo que lo convierte en héroe. Sin ella, sólo sería un hombre más”.
Agregó que, usualmente, en sus novelas hay muchas historias de amor, pero casi siempre quedan abiertas porque desconfía del final feliz que no aborda la traición, el cansancio, la infidelidad y un montón de factores más que suceden en la vida real, “pero ahora quería cerrar la historia y dejarla compacta, redonda, con un final feliz que se sabe desde el principio, pero es el desarrollo de ese amor lo que constituye el hilo dorsal de la historia”.
CITAS
“Cambian las circunstancias históricas e inmediatas, pero el corazón humano y su evolución es el misma siempre”, Arturo Pérez-Reverte
“El lector conoce una historia de amor que terminó bien, falta que sepa qué lo llevó ahí”, Arturo Pérez-Reverte.
“Los clásicos”.
Por otra parte, durante la presentación de su libro, Arturo Pérez-Reverte refrendó la importancia de los clásicos de la literatura y el arte occidental –griegos y latinos- como una herramienta para comprender el mundo, que si bien no lo cambian ni arreglan, permiten identificar, “y eso ya es suficiente”.
“En tiempos complicados como este, con tantos falsos profetas y con tantas redes sociales infiltradas de canallas, el conocimiento de los clásicos y de ese aplomo que nos da el bagaje cultural clásico, nos permite sobrevivir y resistir mejor en un mundo zozobrante.”
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