Cultura

“Los humanos tenemos la necesidad de querer adivinar lo que va a pasar"

>Este afán de conocer el futuro, por lo general, está envuelto por aspectos negativos para la humanidad, añade Eduardo Matos>>

Conferencia sobre el Códice Florentino
: La a conferencia "El futuro en el pasado: adivinación y anticipación en el México prehispánico y virreinato", celebrada la tarde del viernes. : La a conferencia "El futuro en el pasado: adivinación y anticipación en el México prehispánico y virreinato", celebrada la tarde del viernes. (Colnal)

"En casi todos los pueblos de la Tierra, hay siempre el concepto de creación/destrucción, es decir, los mitos en diferentes lugares y latitudes, en todos los tiempos nos remiten a ese origen que es una de las preocupaciones que han tenido los pueblos", comentó el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma.

Esta reflexión del Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2022 se dio en la conferencia "El futuro en el pasado: adivinación y anticipación en el México prehispánico y virreinato", celebrada la tarde del viernes y coordinada por el arqueólogo Leonardo López Luján, miembro de El Colegio Nacional.

"En muchos relatos este aspecto de la destrucción estará presente y eso ¿a qué nos lleva? a esa concepción del futuro; entonces los seres humanos tenemos la necesidad de querer adivinar, de querer saber qué es lo que va a pasar", dijo.

Entre los nahuas del centro de México observamos que había una serie de presagios, ocho, que apuntaban a que nada bueno iba a ocurrir en el año que llegaron los españoles, añadió Matos Moctezuma, Premio Crónica.

Uno de esos presagios fue la observación de un cometa, evento astronómico que tenía una connotación negativa.

Sin embargo, los presagios negativos -sismos, muertes y hambruna- también fueron parte de la vida de los españoles.

"A través de los presagios adivinamos una presencia cristiana porque en el momento en que llegó un nuevo pensamiento y una nueva concepción del mundo, a través del catolicismo, también trajeron sus propios aspectos de creación y destrucción", dijo el arqueólogo.

Como ejemplo citó el Apocalipsis de San Juan, donde se pronostica el fin del mundo y el juicio final.

"Hay que preguntarnos hasta dónde la idea de sucesos tenía una presencia exclusivamente mesoamericana. Hay un sincretismo entre parte del pensamiento propio de los pueblos antiguos y parte de esa concepción cristiana en relación hacia lo que iba a suceder hacia el futuro".

Matos Moctezuma enfatizó que hay semejanza de ideas entre los presagios nahuas y los augurios del apocalipsis.

"Estamos ante la necesidad de adivinar el futuro pero lo envolvemos en aspectos que, en lo general, tienden a ser negativos para la humanidad y lo hemos visto que vuelven a repetirse en el mundo nahua, maya y cristianismo", dijo.

En su participación, el investigador Guilhem Olivier expresó que se debe romper la idea de que los indígenas eran supersticiosos, ya que los españoles también tenían y creían en ciertos presagios.

"Hay acabar con la idea de que los españoles renacentistas y racionales vencieron a los indígenas supersticiosos", indicó.

Olivier detalló que para los indígenas existieron instrumentos adivinatorios importantes como es el caso del espejo, atributo principal de Tezcatlipoca, dios del destino por excelencia entre los mexicas.

"Con el espejo se decía que podía revelar el destino de los humanos y de los imperios", apuntó.

El investigador compartió el episodio del Códice Florentino donde se comenta que unos pescadores encontraron una grulla con espejo en la cabeza y cuando se le presentó a Moctezuma, éste vio cómo unos hombres llegaban sobre venados, eran los españoles.

"Los españoles creían en la adivinación y hacían uso de astrólogos. Por ejemplo, Blas Botello anunció a Cortés que para salir vivo de Tenochtitlan antes de la Noche Triste, tenía que salir tal día y tal hora; Cortés le hizo caso", narró.

ADIVINACIÓN MAYA

El investigador de la UNAM, Erick Velásquez habla de las inscripciones jeroglíficas mayas hechas en los calendarios y códices donde los antiguos pobladores escribieron textos de tipo augural o pronósticos.

Por ejemplo, en un tablero del Templo de Inscripciones de Palenque se detalla que el 12 de octubre de 652 d.C. una deidad del maíz se había convertido en señor y se habla de un árbol brillante que brotó.

"El augurio es que habrá gobierno celeste y terrestre, es decir, el mundo estará ordenado", dijo.

Otro caso es el Códice Dresde donde se menciona que el 12 de enero de 1047 hay un presagio de mortandad.

"Porque en esa fecha la tierra y la cueva tiemblan, no sabemos si fue un terremoto o metáfora de que todo cimbra. Se lee que las personas se sentirán heridas al igual que las ciudades", comentó.

En ese sentido, la especialista Florencia Scandar habló de los libros mayas de Chilam Balam, manuscritos del periodo virreinal escrito por las comunidades mayas de la península.

Ahí, dijo, se miran cuatro tipos de profecías, entre éstas el regreso de Quetzalcóatl, los ciclos de 20 años y los días del calendario adivinatorio.

"En estos libros hay una utilización de recursos europeos por eso tenemos tanta presencia del zodiaco y la influencia de los planetas en las personas, la salud de las personas y en los eventos", señaló.

Finalmente, el historiador Antonio Rubial expresó que el cristianismo llegó a México con los frailes y con ellos la introducción de una concepción lineal, de una creación y de un fin del mundo.

"La historia humana se vivió como una lucha entre las fuerzas del bien y del mal", externó.

Rubial comentó que San Agustín fue quien le dio la base filosófica del catolicismo, esto es, que el futuro existe en la mente de dios y por eso lo podemos adivinar, pero quienes predicen los hechos futuros sin tener contacto con la divinidad debía considerarse como arte demoníaco.

"El destino no está en nuestras manos sino en la voluntad de dios. La creencia en el más allá. Ese es el futuro cierto", dijo.

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