Cultura

“Lo que hacemos los matemáticos es crear mundos con reglas diferentes”

Gabriela Frías presenta su libro “Sofía en el País del Infinito”, el cual “fue hecho para mostrar los fabuloso que son los números”. Las ilustraciones son de "Bef"

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Bernardo Fernández  “Bef” y la matemática Gabriela Frías Villegas. En medio de ellos, su hija.

Bernardo Fernández “Bef” y la matemática Gabriela Frías Villegas. En medio de ellos, su hija.

El libro “Sofía en el País del Infinito” es un gesto de amor que el artista gráfico Bernardo Fernández “Bef” y la matemática y divulgadora Gabriela Frías Villegas decidieron realizar para su hija, Sofía.

“Quería un libro para que mi hija viera lo fabulosas que son las matemáticas porque a veces uno piensa que son listas de números, sumas y restas, pero en realidad lo que hacemos los matemáticos es crear mundos con reglas diferentes y ver qué pasa en esos mundos”, expresó Gabriela.

Durante la presentación editorial que se llevó a cabo en la 33 Feria Nacional del Libro de León (Fenal, 2022), la autora, quien además de matemáticas estudió la carrera de literatura observó que ha habido un ocultamiento histórico de la labor realizada por mujeres en áreas STEM y una gran falta de representación como protagonistas de historias de ciencia ficción.

“Hay estudios que dicen, por un lado, que las niñas desde chicas piensan que son menos buenas para la ciencia que los niños -lo cual es falso- y que en los cuentos para infancias hay pocos personajes femeninos. En este cuento el personaje principal es una Sofía y hay muchos personajes interesantes que también son mujeres”, ahondó.

Gabriela ha dedicado una gran parte de su trabajo a revindicar las aportaciones de las mujeres científicas y apunta que el amor vertido en esta publicación se extiende a todas las niñas que tienen ganas de hacer cosas en la ciencia.

Este cuento gráfico narra la anécdota de Sofía y su gatita Luna quienes, deambulando por el multiverso, van a dar al País del Infinito donde se encuentra el Hotel Infinito, que siempre tiene cuartos suficientes para acomodar a sus numerosos huéspedes, provenientes de mundos tan lejanos como fantásticos.

Tiene una estructura similar a la de cuentos de hadas, en los que la protagonista enfrenta retos, pero se orienta hacia el pensamiento matemático racional y la belleza -“no lo mágico”-, además de abordar un concepto que ha fascinado a Gabriela Frías.

“Hablamos de que el mar es infinito, pero no lo es, termina. Las cosas infinitas nunca terminan, ni se pueden terminar de contar. Decimos que hay infinitas estrellas, pero tampoco. Ni siquiera el universo es infinito, entonces en este cuento quise plantearme un mundo donde las cosas sí pudieran ser infinitas”.

Si bien no se trata de un libro de texto o tratado matemático, en esta publicación se rinde homenaje a grandes matemáticos y artistas como Georg Cantor, David Hilbert, Ada (Lovelace) Byron, y MC Escher, entre otros.

Por supuesto, también es una referencia a “Alicia en el País de las Maravillas”.

LAS MARAVILLAS Y EL INFINITO.

Lewis era matemático y escritor. “Lo que hace es escapar, sí de los convencionalismos de la era victoriana que era rígida y seria, pero los matemáticos vemos en ese libro un tratado de física y matemáticas”, señaló Gabriela.

Por su parte, BEF consideró que “Alicia en el País de las Maravillas” es el libro ilustrado perfecto, porque “son imágenes que han permanecido a lo largo de las décadas” y la relación que el autor estableció entre texto e imagen es “prodigiosa”.

Añadió que esa es la idea que ha flotado en la creación de este libro que no es, “sino el resultado de un gran amor de dos papás por su hija” y confesó que se considera un científico frustrado.

CIENCIA Y LITERATURA.

Puesto que la autora de la historia es una divulgadora empedernida, se tomó a bien azuzar al ilustrador para que los objetos representados en este cuento gráfico tuvieran veracidad científica.

“Quería que las ilustraciones tuvieran precisión matemática. No números, ni fórmulas, ni nada de eso, pero quería que los objetos se vieran de cierta forma”, explicó Gabriela. Para “Bef”, el mayor reto fue la cinta de Moebius y se siente satisfecho con el resultado.

“Conjuntar tres cosas que me fascinan, ciencia, literatura infantil y hacer este objeto amoroso para mi hija menor, lo convierte en uno de mis libros más entrañables y me emociona mucho”.

Además de representaciones gráficas adecuadas, el libro también contiene una serie de acertijos que han hecho reflexionar a grandes matemáticos.

“No son difíciles, no hay operaciones más que sumas y restas nada muy complicado, pero han puesto a pensar a los matemáticos más grandes como Russel y Hilbert. Quizás las niñas y niños resuelven más rápido que los padres porque no son difíciles, solo requieren imaginación”, indicó Gabriela.