Cultura

Muestran el desamparo, miedo y soledad de las madres buscadoras

Santiago Moyao habla de su novela gráfica "Mandrágora", que narra la violencia perpetua que viven por falta de respuestas

entrevista

Santiago Moyao dice que el libro resalta la unión porque es algo que me conmueve, me impresiona y me genera admiración.

Santiago Moyao dice que el libro resalta la unión porque es algo que me conmueve, me impresiona y me genera admiración.

Carmen es una madre buscadora que, a pesar del miedo, la soledad y el desamparo de justicia, sale todos los días a recorrer el desierto en busca de su hijo, en ese camino encuentra a Pancho, un perro que la acompañará en su dolor. Ésa es la trama de "Mandrágora", novela gráfica de Santiago Moyao, editada por el Fondo de Cultura Económica (FCE).

“Me familiaricé con el concepto de la desaparición cuando sucedió la desaparición de los 43 estudiantes normalistas, conforme fui entendiendo esta situación, de cómo es algo que no sólo ha pasado en México sino en Latinoamérica, te das cuenta de la importancia de contar historias que nos puedan acercar de forma empática a esta realidad”, señala el autor.

¿Cómo hablar del tema con respeto?, se le pregunta. “Lo que hice fue traducir lo que escuché, lo que leí, de recopilar múltiples testimonios y no caer en una especie de amarillismo, el libro no necesita mostrar algo gráfico para entender la violencia implícita y la violencia que están viviendo de forma perpetua los personajes ante la carencia de respuestas”, responde.

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En palabras de Santiago Moyao, Carmen es la madre que sale a buscar y que trata de darles fuerza a sus compañeras, otras madres en busca de sus hijos.

“El libro resalta la unión porque es algo que me conmueve, me impresiona y me genera admiración. Las personas que salen a buscar a sus familiares hacen activismo unidas en un dolor que no tendrían que vivir, pero es la lamentable situación en la que nos encontramos”, indica.

La historia se desarrolla en un desierto del país, en donde además de una minera y de militares que cambian las dinámicas sociales, la naturaleza ocupa un lugar vital.

“Este libro no es de realismo mágico ni de fantasía pero hay ciertos elementos un tanto sobrenaturales, quería crear un escenario que pudiera sentirse cercano a una pesadilla: un pueblo fantasma en medio de la vastedad del desierto donde tal vez están los familiares de estas personas”, indica.

La naturaleza es un elemento importante y es algo a lo que siempre regreso en mi obra, añade Moyao.

“No sabemos qué tanto entienden los animales de nuestro mundo, soy de la idea que son indiferentes, en esa mirada que no nos pueden devolver nos damos cuenta de la soledad que tenemos como especie y las madres buscadoras observan esas vidas que corren en paralelo a las humanas, ahí se hace más evidente la soledad de la persona que busca y la necesidad de acompañarse, de encontrar compañía humana para salir adelante”, indica.

El perro Pancho es un personaje que el autor agregó a la historia para que Carmen depositara el cariño que no puede dar a su hijo.

“Ella está en un punto de quiebre, está en esa búsqueda exhaustiva y se encuentra con un ser en quien puede depositar el cariño que tiene porque, al final por más violenta que sea la situación, lo más admirable de estas personas es que no pierden su humanidad, el cariño que tenían para la persona de la que fueron despojada”, detalla.

En la novela, Carmen busca a su hijo picando la tierra con una vara cuya punta después huele, si el olor es desagradable significa que puede existir un cuerpo enterrado.

“Antes trabajé en el documental 'Paisajes forenses', son entrevistas y seguimiento de forenses en México, Guatemala y Argentina, muchas son madres y padres buscadores que por la negligencia de las autoridades han tenido que adquirir conocimientos para poder avanzar en sus búsquedas, son cosas muy mórbidas, es muy crudo entender cómo funciona esto, no quería ponerlo claramente en el libro, pero sí sugerir que través del olor se han encontrado fosas clandestinas”, indica.

La novela gráfica.

La novela gráfica.