Cultura

Pos-arte y otredad

Crítica de tres exposiciones que tienen poco o nada que ver con el arte contemporáneo

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Vistas de la exposición Norte, de Álvaro García, la colectiva Eros Para Mi y el cartel del documental, Inmensidades.

Vistas de la exposición Norte, de Álvaro García, la colectiva Eros Para Mi y el cartel del documental, Inmensidades.

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El Arte Contemporáneo tiene más de 70 años, ya es vieja rutina comercial e institucional y su herencia está siendo apropiada por otros más allá de sus agentes, ecosistema y canon estético-formal histórico; tal y como sucede en estos casos:

Álvaro García es un fotógrafo documentalista y publicitario quien trabajó en granjas de producción de mariguana legal en California, experiencia patente en la exposición, Norte, organizada por Cóctel Producciones Culturales; y en cuyo montaje casero hay ecos museográficos del arte contemporáneo; además, Cóctel ha trabajado con artistas como la pintora Triana Parera, el escultor Alejandro Marra Mejía, el artista sonoro Fernando Vigueras, y otros de campos como literatura, teatro, música, etc.

El fotógrafo y gestor Jorge Panameño organizó en los pasillos del Hotel Arena en la Colonia Doctores, la muestra de fotografía erótica Eros Para Mi, con Sandra Hordóñez, Carolina Arteaga, Alina López Cámara, María Lorentzen, Dirce Hernández e Israel Minter, sitio para adultos utilizado por parejas para tener relaciones sexuales. El espacio, Árbol que Nace Torcido, presentó la exposición de imágenes marinas y de naturaleza, Inmensidades, con Cristina Medellín, Sara Amozurrutia y Nacho Peláez, quienes a su vez participan en un documental homónimo.

Aun cuando en estos proyectos se utilizan recursos habituales del arte contemporáneo como la Instalación de Sitio Específico, el espacio independiente autogestivo, el video e instalación, la foto como documento o la gestión profesional del arte, los fotógrafos de estos proyectos difícilmente tendrían cabida en el ecosistema del arte. Estos tres casos revelan el nivel de asimilación y desgaste de los procesos del arte contemporáneo, pero también su potencial transformación a través de vías alternas. Esto apunta a que el arte al llegar a un callejón sin salida, ¿Sólo puede ser renovado por individuos marginales, ajenos al circuito artístico, que desconocen y/o malinterpretan sus procesos habituales o que incluso les importa un bledo ser artistas y hacer arte?

@artgenetic