
La Compañía Nacional de Danza del INBA (CND) acaba de presentar seis funciones del Ballet La Sílfide y el Escocés en el Teatro de las Artes, del Centro Nacional de las Artes (CENART) versión del estadounidense Terrence S. Orr, según la original de 1836 coreografía de August Bournonville, (1805 – 1879) y música de Hermann von Løvenskjold (1815-1870),
Este Ballet se le conoce también como “La Sílfide” La primera versión se estrenó en Francia en 1832 con coreografía de Filippo Taglioni y música de Jean-Madeleine Schneitzhoeffer, Marie Taglioni, la sílfide original, hija del coreógrafo, fue la primera bailarina del mundo en usar zapatillas de punta, por razones estéticas, en este ballet, desde entonces se volvió costumbre. Además, acortó sus faldas para así lucir su extraordinario trabajo de puntas, y eso se consideró muy inmoral en esa época. Lucía una falda traslúcida y un corpiño ceñido, vestuario que más tarde se convirtió en el característico tutú del ballet clásico. También escandalizó al público, que se presentara en el principio del segundo acto una escena de hechizos y brujas, una especie de aquelarre cosa que casi no se había visto en teatro.
La segunda versión, la de Bournoville y Løvenskjold, a la que nos referiremos en este artículo es la única que ha sobrevivido al paso del tiempo. Es curioso que el autor de la música, pese a ser muy buen compositor, como lo demuestra en esta obra, es casi por completo desconocido. Compuso también óperas y es autor de una versión de Turandot.
Para ahondar un poco en la vida de este compositor, diremos que el Barón Herman Løvenskjold, fue un compositor noruego y tenía sólo 21 años cuando escribió este ballet en 1836. Fue un encargo del coreógrafo danés August Bournonville. La primera versión se había representado en Francia pero el Teatro Real de Copenhague no quiso pagar las elevadas regalías por la partitura francesa. Y entonces, Bournonville encargó al joven Løvenskjold, que compusiera la música que hoy se ha convertido en la partitura de ballet romántico integral más antigua.
Entrevistada para este medio la maestra Agustina Galizzi nos platica que el personaje de La Sílfide es muy bonito; es la feminidad en su máxima expresión, es tan cursi, tan cursi, que ¡me encanta! Es un ballet muy difícil tanto para el hombre como para la mujer por ser de la escuela danesa, de Bournoville, que sólo allá se acostumbra, nosotros no tenemos, la condición física que no es la misma que para un ballet clásico, es muy complejo porque todo el tiempo es brinco, brinco, brinco, brinco… sin la ayuda de la fuerza de los brazos, entonces cansa mucho; muy complejo.
El trabajo de la CND en el Teatro de las Artes en esta producción fue muy sobresaliente, pudimos admirar a Mayuko Nihei como la Sílfide, excelente, es una primera bailarina muy experimentada poseedora de una técnica impecable y este personaje lo borda. Acompañada de Erick Rodríguez en el personaje de James, el escocés. Muy limpia actuación de Erick, controlado, eficiente, elegante y expresivo gran presencia escénica.
La bruja, en las dos funciones que asistimos fue Irina Marcano; con una soltura absoluta, tiene el personaje muy hecho, es graciosa, muy precisa, buena actriz y mejor bailarina.
Cabe destacar la Effie, la novia de James interpretada por Greta Elizondo, estupenda bailarina; es muy expresiva, segura y eficiente, de maravilla. Tiene sin duda, un futuro muy brillante. También merece una mención especial Valeria Mariaud, la Sílfide del segundo elenco, distinto su enfoque; no es un ser tan etéreo, muy bien bailado y convincente su actuación, destacada y conmovedora.
Nos hubiera encantado ver la actuación de la maestra Agustina Galizzi como La bruja, pero no le tocó el turno de hacerla los días que asistimos al teatro.
Enhorabuena a la Compañía Nacional de Danza.
Para ver un poco de la versión de la CND consultar en: https://www.youtube.com/watch?v=e0kgRa3jHGw
https://www.youtube.com/watch?v=OdpfI56qwRw
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