Cultura

“Tácticas del glitch. Las oportunidades del fallo”, la paradoja que en ocasiones permite el avance

La muestra es parte del proyecto Genealogías y disidencias, que revisa la colección del MUAC

plástica

La muestra se conforma por obras de Camel Collective, Santiago Borja, Leandro Katz, Gabriel de la Mora, Melquiades Herrera, José Dávila, Rubén Gutiérrez y Jorge Satorre.Cortesía MUAC

La muestra se conforma por obras de Camel Collective, Santiago Borja, Leandro Katz, Gabriel de la Mora, Melquiades Herrera, José Dávila, Rubén Gutiérrez y Jorge Satorre.Cortesía MUAC

Cortesía MUAC

¿Cuáles son las oportunidades que presenta una falla? Es la pregunta conductora de “Tácticas del glitch. Las oportunidades del fallo”, que se puede visitar a partir de este fin de semana en la sala 4 del Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC).

“Un gesto tan sencillo y juguetón puede detonar una crítica: algo que sería leído como un fallo -un error historiográfico, por ejemplo- puede ser aprovechado para poner cosas en discusión”, expresa Alejandra Labastida, curadora de la muestra junto con Jaime González Solís.

En conversación por el montaje de este núcleo, parte de la exposición Genealogías y disidencias, con la cual se revisa la colección del MUAC, la curadora indica que la definición de glitch es tomada del mundo digital, con el mismo sentido que tiene en los videojuegos. Apunta a la existencia de un error en la programación, que no rompe el funcionamiento del sistema e incluso, en ocasiones, beneficia a los usuarios en su avance.

“Los artistas de pronto aprovechan sus estrategias de intervención, de imagen y de intervención de la imagen para intervenir en el tejido histórico; otros imaginarios que tenemos al parecer muy claros y que, con un gesto juguetón o irónico -fuera de los cánones científicos de la historiografía- pueden dar un comentario muy atinado”, ahonda.

En ese sentido, la línea curatorial tuvo que “jugar con eso” para buscar diferentes piezas que presentarán irreverencia a la historiografía y al quehacer de instituciones, que fueran “muy críticos y afinados a los contextos que están recibiendo”.

“Cada una de estas piezas hace referencia a momentos muy específicos de la historia como el 68 o el proyecto comunista cubano. Son tropos de nuestros imaginarios que se abordan de manera irónica, lúdica y nos interesaban. No hay una línea historiográfica entre ellos, es más bien en cuanto al tipo de estrategias”, continúa Alejandra Labastida.

TÁCTICAS DEL GLITCH

Este núcleo expositivo se enmarca en un ejercicio de 2 años para poner en diálogo las obras de la colección con discursos actuales.

“Esta es la segunda rotación y va a haber una tercera rotación en este gran ciclo de la colección”, informa la curadora. En total serán 9 núcleos o mini-exposiciones dentro del ciclo.

“Tácticas del glitch. Las oportunidades del fallo” se conforma por obras de Camel Collective, Santiago Borja, Leandro Katz, Gabriel de la Mora, Melquiades Herrera, José Dávila, Rubén Gutiérrez y Jorge Satorre, que se pueden visitar hasta el 29 de septiembre.

“Digamos que es otra forma de hacer historia”, invita Alejandra Labastida. Si bien no se trata de una revisión de la historia de México, hay saltos de contextos espacio-temporales muy diferentes, la curadora considera que sí se hace un comentario al quehacer historiográfico “desde otro lugar”.

Una constante entre las estrategias que emplean las obras se encuentran audiovisuales, fotografía intervenida, instalación, video y video-instalación.

Entre ellas, la obra de Santiago Borja (Ciudad de México, México, 1970) es una intervención al diván en la última casa que habitó Freud en Londres. El artista sustituyó los tapetes persas que lo cubrían por unos textiles wixárika y retrató el espacio. La foto resultante detona una serie de reflexiones sobre el eurocentrismo en el origen del psicoanálisis.

Por su parte, La distancia de Pontresina a Zermatt es la misma que de Zermatt a Pontresina (2017), de Camel Collective (Anthony Graves, Carla Herrera-Prats) es un video que evoca el ilusionismo de la producción fílmica mientras los medios de producción de la ilusión son expuestos.

Se lleva a cabo en el interior de la sala de sonido de los Estudios Churubusco, donde un equipo de gaviras o artistas de foley —quienes nunca aparecen en escena— crean efectos de sonido en presencia de dos actores ciegos, que a su vez leen cartas en braille, superpuestas en dos paisajes sonoros: el Bordo de Xochiaca y el centro de la Ciudad de México.

Para más información sobre las actividades y exposiciones del Museo Universitario de Arte Contemporáneo ingresa en www.muac.unam.mx