Cultura

“Trópicos de la Modernidad” muestra la vida y sus problemas cotidianos: Rodrigo Ímaz

La exposición, conformada por 21 piezas, se exhibe en el Claustro de Sor Juana hasta el 15 de junio con entrada gratuita

plástica

Una de las obras de Rodrigo Ímaz.

Una de las obras de Rodrigo Ímaz.

La figura del encapuchado dejó de representar al zapatista de los años 90, “que era un ícono de lucha y resistencia social en el país y se ha convertido en una figura más compleja porque tiene que ver con el superviviente, que puede estar en un bando u otro, pero al final forma parte de esta sociedad y ciudadanía”, según opina el artista visual Rodrigo Ímaz Alarcón.

Este es uno de los temas más impactantes de la pieza “In media res”, que se exhibe en la Celda Contemporánea de la Universidad del Claustro de Sor Juana: “Trópicos de la Modernidad” se puede visitar hasta el 15 de junio, la entrada es gratuita.

En conferencia y recorrido con los medios, el artista concede que, de no ser por la mediación del curador entre el espacio y sus 21 obras, el texto quedaría un poco disperso.

“La función de Aldo fue descubrir los hilos conductores para encontrar las piezas que unen de manera más sintética el argumento y se hizo con bastante tino, es algo que beneficia la obra”, celebra.

En ese sentido, el hilo conductor y argumentativo de la exposición son los trópicos de la modernidad y la contemporaneidad.

IN MEDIA RES

Lleva el nombre de un mecanismo retórico para iniciar una narración en el clímax de la historia.

“Significa que empiezas por el medio, no por el final o el principio y no es circular. A mí me parece que en ese medio hay un naufragio, una suerte de diluvio, una gran inundación y lo que quedan son yacimientos que por un lado es nuestro pasado prehispánico y por otro las antenas de televisión privada y los remates que dejamos para seguir construyendo y erigiendo”, describe el artista.

Al centro de la composición está la bandera y en vez de un águila con una serpiente hay una barca, suspendida con tripulantes encapuchados.

“Evidentemente hay una referencia al zapatismo y más recientemente una referencia a los encapuchados en general. Esto tiene que ver con algo muy complejo, el problema de la violencia: de un lado está el sicariato, el narcotráfico y por otro están las autodefensas.

- ¿Hay alguna referencia en que la barca de encapuchados esté flotando en medio de todo y la bandera?

“Yo creo que hay una necesidad de supervivencia muy importante en nuestro país dado el azote de la violencia en nuestra sociedad y esa barca remite a eso. No es afirmar que los zapatistas son los sobrevivientes, sino que tenemos que tapar nuestro rostro para encontrar nuestra propia identidad y sobrevivir a la condición en la que estamos. En ese sentido esa pieza y esta exposición tiene una visión crítica de nuestra sociedad e intenta revelar algunas claves para hablar de ello”.

Además de esta obra, sobresalen algunas piezas interactivas, como un triciclo intervenido al que la gente podrá subirse o unos balones hechos de mármol que pueden tocarse.

Otra pieza.

Otra pieza.

Entre los temas recurrentes aparece la cotidianidad, el cemento y botellas de vidrio, así como una insistencia en el ready-made, la instalación, y alusiones a la modernidad (contrapuesta con la contemporaneidad).

Desde la perspectiva de Rodrigo, su trabajo consiste en traducir acontecimientos y problemas que se encuentran en la vida diaria a un lenguaje artístico comprensible para todos.

“Que apele a lo humano sin tener que entrar en conversación de alturas, mantener una conversación horizontal que sean limpios de complejidades que lo hacen inaccesible. Creo que el arte y sobre todo el mercado del arte peca de enclaustramiento: se encierra en sí mismo, habla para sí mismo y tiene lenguajes que son arte para artistas, para curadores”, ahonda.

“Una parte que a mí me interesa tiene que ver con sacar el arte de este espacio sacro y convertirlo en algo que es a nivel de calle, de nuestro interés”.

Para ello, Rodrigo recurre a temas y materiales de la cotidianidad, como cemento, botellas de vidrio.

¿Quién es el artista?

Rodrigo Ímaz Alarcón es licenciado en Artes Visuales por la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Nacional Autónoma de México y maestro en Práctica Artística por la Universidad Politécnica de Valencia, España.

También hizo estudios en cinematografía y en sus obras emplea técnicas tradicionales como dibujo, pintura, fotografía y escultura, así como instalaciones y producciones audiovisuales, con las que ha participado tanto en exposiciones colectivas como individuales en México y el extranjero.

“Trópicos de la modernidad” se puede visitar de lunes a viernes, de 10:00 a 17:00 horas y los sábados de 10:00 a 14:00 horas. La entrada es gratuita, por la puerta de Izazaga 92 (Centro Histórico, CDMX) de la Universidad del Claustro de Sor Juana.