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La buena música es la que te lleva a sumergirte en sus recovecos ultrafinos y el álbum “Whale Waltzes”, de la Orquesta 24 Cuadros, tiene ese espíritu porque, como toda buena música, fue hecho artesanalmente desde la reconstrucción de sus primeros compases, de sus versos y orquestación para llegar al gran mural musical.
Atto Attie, fundador de O24C, guitarrista, compositor y otras cosas más, señala que este tercer trabajo -por ahora sólo en Spotify- refleja la evolución musical del proyecto que pasa por el primer disco, que lleva el nombre del grupo, y el segundo “El desvelo”, hasta que “logré afinar el sonido que hoy tenemos”.
Pero también, añade, “Whale Waltzes” es un homenaje a los músicos y en esta ocasión a Tom Waits, P.J. Harvey, Ween, Sean Lennon y Teddy Wilson, a quienes les tomamos sus canciones y hacemos nuestras versiones para crear una especie de comedia dramática en la cual vestimos algunas de estas piezas y otras las desvestimos para hacerlas más chuscas.
Respecto a esto, tocas una canción de Sean Lennon, cuya música es poco conocida.
¡Claro! Es poco reconocido y sin embargo la pieza que tocamos “Part One of the Cowboy Trilogy”, es fascinante y pertenece a su primer disco que publicó en los 90s. Me gustaba mucho y siempre quise hacerle un arreglo un poco más grandilocuente y la vestí con violines y orquesta.
Porque lo que me interesaba en este álbum, era hacer variaciones a canciones que amo, que me siguieron desde que las escuché por primera vez. Esto ocurre mucho en la historia de la música: se interviene el original para darle un sello distinto, en este caso el mío, y además rendirle homenaje a los creadores. Porque como muchos, descubrí mucha música por las versiones de otros artistas, no por la originales.
De las otras canciones, cómo fue el proceso para vestirlas o desvestirlas.
Por ejemplo, “I´ll be Gone”, de Tom Waits, que tiene una introducción personal y emotiva, es probablemente la que más se asemeja a las originales. Y después del solo de guitarra, cambié el paradigma de la canción y escribí un segundo verso con música mitad disco y mitad jazz. Creo que incluso a Tom le daría gusto.
En el blues, Blues in C# Minor (Inside the Whale), de Teddy Wilson, también me atrevía a escribir un verso, porque la canción no tiene letra. Y fue un gran desafío, porque la pieza está en Do menor sostenido, muy incómodo para todos los instrumentos. Eso dice algo de la canción.
Mientras que en “Waving My Dick In The Wind”, de Ween, experimenté mucho y por su letra, hice un arreglo para guitarra con el trío vocal Las Unicornias, y se convirtió en otra canción de manera inesperada . Y en cuanto a “Me-Jane”, de PJ Harry, fue vestirla con la orquestación.
Atho Attie cuenta que el álbum fue producido por Benjamín Shwartz, integrante de Los Klezmerson, y espera que sea el primero de una serie para honrar a otros músicos.
Escuchar música te vuelve un investigador, vas y buscas revistas o discos.
Es lo bonito de los que nos apasionamos por la música. Tenemos este deseo enciclopédico de aprender y de encontrar, de buscar, estudiar.
¿A qué te remontan estas canciones?
Como músico, estoy enamorado de hacer y generar música, pero probablemente estoy más enamorado de la música de otros. A diferencia de un cineasta o un escritor donde es mucho más difícil, impensable, trabajoso hacer una versión de un libro o película, los músicos sí nos podemos dar este gusto de rascarnos esa comezón y decir: tengo, probablemente, que comentar musicalmente en esta canción, hacerle una aportación chusca, sentimental.
Y todas estas canciones del álbum, desde la primera vez que la escuché, pensé que me gustaría tocarlas, aunque sabemos que las originales son las buenas, pero fue darme el gusto de orquestar y darle la vuelta a rolas y artistas que sí me marcaron e hicieron, en su momento, cuando los descubrí, darme cuenta que había otras posibilidades en la música.
Escucha este álbum aquí: stream their album
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