
Si algo ha distinguido a esta temporada baja de la NFL respecto a otras, es la cantidad de berrinches por parte de jugadores que buscan contratos extraordinarios; no recordamos algún año así, pero lo peor de todo es que las medidas para lograr sus objetivos cada vez crecen más, al grado de describirlos como auténticos chantajes, porque al parecer ya no basta con ausentarse de los campos de entrenamiento o hacer público y viral su descontento en redes sociales, sino exigiendo su canje a otro equipo en caso de no alcanzar el acuerdo deseado.
La telenovela que se ha suscitado con la situación entre el ala defensivo Micah Parsons y los Vaqueros de Dallas parece ser la gota que derrame el vaso de esta clase de situaciones y, me atrevo a decir, la tendencia que se repetirá cada vez más cuando un super estrella quiera un extensión contractual.
LOS PRIMEROS ANUNCIOS
Desde el final de la campaña anterior Parsons ya buscaba asegurar esa extensión contractual al estar en su cuarto año y aún bajo el contrato de novato. Como suele suceder actualmente, el jugador no quería arrancar su quinto año en la Liga (los contratos de novato son por cinco años de manera obligatoria) con un acuerdo al filo de su terminación.
Con números impresionantes, además de un nivel muy por encima de sus colegas en la posición y una conducta intachable, Parsons quería acordar su nuevo mega acuerdo antes de arrancar la temporada 2025, pero ante el estira y afloja de ambas partes, parece que la resolución, en caso de que realmente suceda, será a días de iniciar la temporada.
Muchos critican la manera en que Jerry Jones, el todo poderoso dueño y gerente general de los Vaqueros (y quien decide absolutamente todo en el equipo, por demás que se diga otra cosa) maneja estas crisis internas en la franquicia. Tan sólo recordemos los casos ya mencionados con anterioridad en este espacio como los de Ezequiel Elliott, Dak Prescott, Zack Martin, Cee Dee Lamb.
¿LA TRAMPA DE JJ?
El asunto con Micah Parsons parece que se ha salido de control, y lo anterior se puede sostener debido a que el jugador solicitó al equipo de manera oficial su canje a otro escuadrón.
La situación es tensa por donde se le quiera mirar, pues de llegar a un acuerdo estaríamos hablando de un equipo que, por razones de presión desmedida, tendría a dos jugadores mejor pagados en su posición: Prescott entre los quarterbacks y Parsons entres los alas defensivos, por lo que estaríamos hablando de 100 mdd anuales en tan sólo dos elementos. Prescott con 60 mdd por temporada, y Parsons, quien, de acuerdo al escalafón actual de la posición, debería obtener un contrato por arriba de los 41 mdd por campaña.
De acuerdo con la historia de esta novela, en marzo de este año Jones citó a Parsons en su oficina para, supuestamente, hablar sobre el equipo y su papel como líder en el campo de juego, sin embargo, el propio Micah ventiló que aquello fue una trampa del dueño de los Vaqueros, ya que en realidad la charla se centró en el contrato, pero como acusa Parsons, fue a todas luces una manera de hacer a un lado a su agente (David Mulugheta, quien representa a otros prominentes jugadores) y tratar el tema económico sólo con el jugador, algo que para muchos jugadores es una ventaja para los propietarios y una desventaja para los atletas, pues es como estar sin su asesor en esas decisiones clave.
Como era de esperar, no se llegó a ningún acuerdo y, por el contrario, aquello comenzó a despertar el enojo de Micah con el equipo debido al trato.
SUMA ASEGURADA, ¿LA CLAVE?
Jones, por su parte, ha sido muy claro al señalar y defender que él ha estado abierto a negociar y que ha hecho ofrecimientos importantes al jugador, pero aunque no existen cifras oficiales, si hay una que pone en su justa dimensión todo este drama, y nos referimos a la cantidad asegurada que al parecer esta buscando Parsons: 200 mdd totalmente garantizados, una cantidad a la que sólo tienen acceso los quarterbacks, pero que al parecer Micah cree que lo vale.
De la misma manera, es obvio que busca ser el mejor pagado en su posición toda vez que esta temporada baja se ha dado un doble mejor pagado debido a que dos alas defensivos de elite alcanzaron nuevos acuerdos con sus equipos, nos referimos a Myles Garrett con Cleveland y TJ Watt con Pittsburgh. Garrett estuvo en la cima por unos meses con 40 mdd por año, para luego ser rebasado por Watt con 41 mdd por temporada. Así que no es de extrañar que Parsons busque los 42 mdd por campaña.
Quizá Jones le cumpla su capricho, después de todo ha salido a responder públicamente que la situación entre el equipo y Parsons no debe preocupar a los aficionados de los Vaqueros; no obstante, ceder a la petición de los 200 mdd garantizados encarecería aún más el mercado ya de por si muy sobre valuado que se tiene actualmente en la NFL.
Lo anterior, de darse, crearía un efecto de “copia de conducta” lo que llevaría a todo super estrella a tomar las mismas medidas de chantaje, amenazando con una exigencia de cambio de equipo en caso de no aceptar las condiciones, lo que a todas luces es una pena para el deporte mismo.
Y es que como siempre se ha dicho y defendido, los jugadores son los protagonistas de este espectáculo y por ende pelean por un salario alto y justo, porque en realidad lo merecen, pero de ahí a llegar a medidas extremas para conseguir todo lo que se les ocurra, y ya no sólo el mejor sueldo del año en su posición, sino la mayor suma garantizada, es una exageración que podría llevar a una crisis económica a la Liga
Recordemos que todo esto comenzó con la locura de contrato que le dieron al quarterback Deshaun Watson en Cleveland hace unos años, en que le garantizaron la totalidad del acuerdo de 232 mdd. A la postre, Watson fue un fisco que costó, cuesta y le seguirá costando muy caro a los Browns.
Se dijo, de manera extraoficial, que los dueños de los equipos acordaron no permitir nuevamente garantizar esas cantidades para no encarecer las nóminas, y así frenar las actitudes como la que ahora tiene Parsons con los Vaqueros, sin embargo ¿cómo bajar dicha inflación en los contratos y más en las sumas aseguradas cuando a Josh Allen, el pasador de Buffalo, le garantizaron la totalidad del contrato por 250 mdd, firmado en marzo?
UN MAL EJEMPLO
La conducta de Parsons ya esta siendo copiada por otros jugador estrella, el receptor Terry McLaurin, de Washington, quien también ha solicitado su canje pues no ve clara su situación ante un nuevo contrato, y el corredor James Cook, de Buffalo, quien se ha ausentado de los campos de entrenamiento a sólo un mes de iniciar la temporada.
Varios jugadores se han manifestado al respecto, y aunque todos dan la razón a Parsons de que debe ganar lo que pide, pues se lo merece por sus logros, existe una frase que define a la perfección todo este asunto, y es la del retirado super ala defensivo JJ Watt, quien sabiamente opina que no hay necesidad de alargar las negociaciones, “pues entre más tardes en resolver, más caro te saldrá el acuerdo”, y en eso tiene toda la razón, estamos a sólo 30 días de arrancar la campaña, e irremediablemente cada día subirá el precio de Micah Parsons para los Vaqueros.