
Tras más de 11 años de debate, el ayuntamiento de Milán, Italia, aprobó la venta del estadio Giuseppe Meazaa (San Siro) y de los terrenos cercanos a los clubes Inter de Milán y AC Milán por 197 millones de euros (al rededor de 231 millones de dólares).
Qué pasará con San Siro
Con una votación de 24 puntos a favor y 20 en contra fue como si como las autoridades de Milán llegaron a su decisión luego de que ambos clubes habían amenazado con abandonar la ciudad si no se daba luz verde al proyecto.
En un comunicado conjunto, los equipos celebraron la decisión calificándola de “un avance histórico y decisivo para el futuro de los clubes y de la ciudad”.
Un nuevo y mejor San Siro ¿Cuando empezarán los trabajos de demolición y contrición?
Los trabajos de construcción comenzarán en 2027 y se espera que finalice en 2031 o 2032 dentro del marco de la Eurocopa que Italia coordinará ese año.
Dentro del nuevo plan que se aprobó, se contempla la demolición del 90 por ciento del estadio actual, inaugurado en 1926, una vez que el nuevo recinto este listo.
El nuevo estadio estará diseñado por las firmas Foster + Partners y Manica y tendrá capacidad para 71,500 espectadores, convirtiéndose en un ícono arquitectónico de nivel mundial.
Durante la construcción Inter y Milan seguirán jugando en el viejo San Siro, el estadio más grande de Italia, con capacidad actual para 75,000 aficionados.
La “Segunda grada” un obstáculo para el nuevo estadio
El proyecto que esta valorado en 1,200 millones de euros, no está libre de controversias, ya que el 10 de noviembre de este mismo año entrará en vigor una orden de protección cultural que podría frenar la demolición de ciertas partes del estadio, específicamente la “segunda grada” si la venta no se formaliza andes de esa fecha.
Además, varios políticos, aficionados y comités ciudadanos han mostrado su rechazo, pidiendo que al menos una parte del estadio sea preservada por su alto valor histórico y cultural.
Contexto político y económico
El alcalde de Milán, Giuseppe Sala, junto a los fondos de inversión estadounidenses que poseen ambos clubes, defendió la venta como una solución tras años de incertidumbre sobre el futuro del inmueble.
La operación fue posible gracias a la abstención de los concejales de Forza Italia, partido fundado por el fallecido Silvio Berlusconi, histórico propietario del AC Milan.